Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2017

MATAR A LA BESTIA (2)

(continuación de Matar a la bestia) En la comisaría le dieron una paliza y lo humillaron. Querían saber quiénes eran sus cómplices. De nada le sirvió explicarles que era un parado enfermo de cáncer de páncreas al que iban a desahuciar la semana siguiente. No lo creyeron hasta que tuvieron en la mano la información del INEM, del banco y de la Seguridad Social. Era cierto. Le habían diagnosticado un cáncer de páncreas el año anterior y debido a las continuas inasistencias al trabajo, había sido despedido de la multinacional en la que trabajaba.  No pudo hacer frente a la hipoteca y el banco ya le había anunciado el desahucio. Para colmo, el oncólogo le comunicó, con gran pesar, que su cáncer era difícil y que a la Seguridad Social no le merecía la pena prescribirle el carísimo tratamiento que necesitaba para alargarle la vida unos meses. Aunque si quería podía pagárselo de su bolsillo…

MATAR A LA BESTIA (1)

Dudó un instante antes de disparar, es cierto. Ahora, varios meses después de aquello, tenía que reconocerlo. Pero fueron solo unas décimas de segundo. Pensaba que estaba completamente mentalizado para cumplir con esa misión que él mismo se había encomendado pero en el último momento la duda estuvo a punto de echarlo a perder. Ahora se deleitaba al pensar en esa duda pues, probablemente, sirvió para que el presidente fuera más consciente de que iba a morir. De haber apretado el gatillo cuando debía seguramente el presidente hubiera partido hacia el otro mundo casi sin darse cuenta. Sus compañeros lo felicitaban por ello.

EL DÍA DE LA VICTORIA

Nadie sabía explicar, años después, cómo había sucedido todo aquello, unos hechos que cambiaron el rumbo del país de repente y de forma tan brusca. Era indudable que el cambio había sido bueno, que todos vivían mejor ahora, pero los historiadores, los politólogos, los sociólogos y hasta los psiquiatras seguían buscando una explicación desde entonces.

ASOCIACIÓN DE MALHECHORES

El magistrado ordenó a los acusados que se pusieran en pie. El Gobierno en pleno se levantó para escuchar el veredicto. Los acompañaban algunos militares, jefes policiales y otros miembros del partido que se habían lucrado con comisiones ilegales, extorsión, tráfico de influencias y privatizaciones indiscriminadas. — Los puedo condenar y condeno a diez años de prisión por constituir una asociación de malhechores para delinquir, valiéndose de ella para saquear las arcas del Estado de forma continuada durante cuatro años, para extorsionar a empresarios con el objetivo de obtener comisiones a cambio de obras públicas y contratos con el Estado, para traficar con información confidencial o reservada con la pretensión de situar a terceros afines en posición de privilegio en las privatizaciones de empresas públicas, así como formar un entramado de ocultación del dinero obtenido en paraísos fiscales.

ESCUPIR EN EL CAFÉ

Mario trabajaba en la cafetería del salón VIP del aeropuerto desde hacía diez años. Había puesto cafés a miles de personas. Por ella pasaban los personajes más importantes del mundo, desde cantantes hasta políticos. Era lugar de paso obligado para quienes trataban de relajarse unos minutos antes de embarcar o el sitio ideal para que el ejecutivo siempre atareado encontrara la tranquilidad necesaria para abrir el portátil y darle los últimos toques a ese informe que debía presentar nada más aterrizar en la ciudad de destino.

VENGO A POR TI

—Vengo a por ti, cariño —me dijo con ese sensual acento caribeño que siempre me ha cautivado. Me giré y la vi allí: una morena de apetitosos labios rojos y cuerpo sinuoso, recortada contra el fondo malva del club. Dejé a un lado mi tercera copa. Siempre tomo una por cada víctima. En el fondo soy un sentimental y me gusta brindar porque su tránsito haya sido feliz.

ADOLESCENCIA

Hacía muchos años que no pasaba por allí. Lustros, quizá. Pero el otro día mis pies se encaminaron solos, como si algo que yo ignoro los impulsara. Los dejé hacer, a ver qué pretendían.

JUSTICIA POPULAR

Solo se decidió al verlo tan desafiante por televisión. Tan ufano, tan crecido, tan prepotente. Riéndose de todos. Ni siquiera cuando el Consejo de Ministros dijo que no habría compensaciones. Tampoco el día que procesaron al juez que lo había encarcelado para que no destruyera pruebas.

RUIDO

Me incorporé mareado e iracundo. El camión de la basura bramaba como un avión en cabecera de pista. ¿No decía el Ayuntamiento que habían comprado vehículos silenciosos? No podía soportar más el ruido que me impedía dormir a todas horas, ya fuera por la noche o por el día. Cuando me acostaba de madrugada eran las chicharras para ciegos de los semáforos del cruce de abajo las que me hacían perder los nervios. En esa semana había llamado al Ayuntamiento no menos de diez veces para quejarme: “Oiga, que el problemas de los ciegos no es la sordera sino la falta de visión”. Pero no había forma. Y con aquel calor tórrido de agosto, cerrar las ventanas no era la solución. El caso es que llevaba casi dos semanas sin pegar ojo. O al menos esa sensación tenía.  Cuando no eran las chicharras de los semáforos o los camiones de la basura y de recogida de vidrios, eran la radial o la perforadora de las obras en la calle. O los niñatos en moto con escape libre, los borrachos que regresaban cantando

EN CALIENTE

El africano saltó la verja y, pese a estar herido por las concertinas, esquivó a los agentes que trataban de detenerlo a zancadillas. Se abrazó a los cooperantes que lo recibieron alborozados y se dejó caer consciente de que acababa de cumplir el sueño largamente aplazado en frías esperas y noches de miedo.

DE TAL PALO, TAL ASTILLA

La abuela yace muerta en su sofá con la cabeza reventada. El inspector, después de examinarla superficialmente, se acerca al niño que permanece sentado al otro extremo del salón. —Pablito, ¿por qué lo has hecho? El niño, de unos diez años, se encoge de hombros. Está asustado y desconcertado. —¿Has sido tú, verdad? —insiste el agente, dispuesto a afrontar el caso de otra forma. Nunca ha tenido que interrogar a un infante. Pablito mira a su madre, a su lado, anegada en un mar de lágrimas pero tensa y expectante porque tampoco entiende cómo su hijo ha sido capaz de aplastar el cráneo a la abuela. Finalmente, asiente. —Era tu abuela. ¿No la querías? Pablito hace de nuevo un gesto afirmativo con la cabeza, sin levantar los ojos del suelo. El inspector se toma el interrogatorio con calma. No solo es un niño, sino el hijo de un compañero de la Unidad de Intervención. El padre ha sufrido un desfallecimiento al ver a su madre con el cráneo hundido como un huevo y ha sido llevado al hospital. El

POBREZA INFANTIL

-Buenas, ¿es aquí donde le van a dar un bocata de mortadela a mi hijo? -Sí, señora, pase al fondo deprisa que me hace cola. -Pero, oiga, es que eso parece un vagón de tren… -Y lo es. ¿Algún problema? -Verá usted, no es que me ponga pejiguera pero es que a mi hijo se le revuelve el estómago cuando come en movimiento. Más en un vagón de ganado. -No se preocupe que hasta que los niños no se terminen el bocata el tren no se pondrá en marcha. -¡Ah, vale! ¿Y cuándo dice que regresa? -Eso ya dependerá del niño. -No le entiendo. -¡Pues bien claro que está, señora! No los enviamos al extranjero para que regresen mañana. Cuando el chico sea mayor ya decidirá si quiere volver o no. Eso ya es cosa suya. -¡Pero si solo tiene diez añitos! -¡Anda la órdiga, ¿y los demás cree que vienen con la mili hecha? Venga señora, que me está haciendo fila, ¿deja al niño o no? -¡Pobrecito, por un bocata! -Por un bocata no, por las estadísticas. -No se de qué habla. -No importa. ¿Lo deja o no? -¡Jesús, qué drama!

UN ARTÍCULO SOBRE TURISMO PARA LA REVISTA SAVIA

Este es el artículo que he publicado en la revista SAVIA del mes de mayo sobre turismo. Se lo dediqué a Francia. Espero que os guste. REPÚBLICA DE AGUA, PIEDRA Y MEMORIALES Viajar es evocar. ¿Quién estuvo antes aquí? ¿Qué hizo? ¿Por qué? ¿Qué vio? ¿Qué soñó? ¿Qué nos legó? Ya no existen lugares vírgenes que podamos hollar los primeros, de hecho no existieron nunca, decirlo fue una boutade producto de la arrogancia del hombre blanco y después un afortunado eslogan turístico. Cuando visito algún lugar trato de evocarlo en otro tiempo, con otras gentes, compenetrarme en lo posible con aquellos que me precedieron y que fueron tan importantes como para decidirme a seguir sus huellas. Para evocar preciso empaparme del presente, de lo tangible que tengo delante y combinarlo con mis ensoñaciones. Luego, disfrutar tanto del viaje como del destino, del ir como del llegar. Por eso detesto el avión, que me priva de la mitad del gozo. En coche y en buena compañía dedico mis vacaciones desde hace v

VÉRTIGO

Siempre le ocurría lo mismo. Cuando se disponía a culminar un trabajo, aquel maldito vértigo le subía desde las tripas hasta la cabeza como si fuera un incómodo observador de su indudable pericia. Lo había hecho una treintena de veces pero, indefectiblemente, por mucha experiencia que tuviera, aquella sensación tan desagradable como inoportuna aparecía para perturbarlo. Naturalmente, no se lo había comentado a nadie y mucho menos a sus compañeros. Solo el psiquiatra que tenían a sueldo le había dado algunas pautas de comportamiento para ignorarlo. De momento, gracias a la terapia había conseguido reducir al mínimo la transpiración que acompañaba aquellos vahídos. Resuelto a ignorarlo como el que da la espalda a un molesto mirón, empuñó la afilada cuchilla y tajó el cuello con la decisión del maestro. La sangre lo salpicó todo mientras un casi imperceptible suspiro de la víctima fue el anuncio de un trabajo bien acabado. Entonces sintió la esperada erección que llegaba tras el vértigo.

SUEÑO

Me incorporé mareado e iracundo. El camión de la basura bramaba como un avión en cabecera de pista. ¿No decía el Ayuntamiento que habían comprado vehículos silenciosos? No podía soportar más el ruido que me impedía dormir a todas horas, ya fuera por la noche o por el día. Cuando me acostaba de madrugada eran las chicharras para ciegos de los semáforos del cruce de abajo las que me hacían perder los nervios. En esa semana había llamado al Ayuntamiento no menos de diez veces para quejarme: “Oiga, que el problemas de los ciegos no es la sordera sino la falta de visión”. Pero no había forma. Y con aquel calor tórrido de agosto, cerrar las ventanas no era la solución. El caso es que llevaba casi dos semanas sin pegar ojo. O al menos esa sensación tenía. Cuando no eran las chicharras de los semáforos o los camiones de la basura y de recogida de vidrios, eran la radial o la perforadora de las obras en la calle. O los niñatos en moto con escape libre, los borrachos que regresaban cantando a c

LA CARA QUE SE TE QUEDA

Logré zafarme de la vigilancia de los guardianes y escapar por las cocinas aprovechando la salida de la furgoneta de suministros. Punzón carcelario en mano, emprendí el camino de regreso a la ciudad. Con un poco de suerte no descubrirían mi fuga hasta el recuento de la mañana siguiente. En tal caso tendría tiempo de sobra. Me dirigí directo a la que había sido mi casa. El deseo de venganza me hacía avanzar más deprisa ignorando el cansancio y la brega campo a través. El año y medio en la trena no me habían hecho olvidar las últimas palabras que ella me dirigió cuando la policía me llevaba esposado: «Qué cara de tonto se te ha quedado, pringao». Esa frase me quemaba más en el alma que la trampa que me tendieron con ese medio kilo de coca que me metieron en el coche. Se había librado de mí limpiamente y ahora estaría refocilándose en mi cama, en mi casa con su amante cómplice. No había amanecido aún cuando llegué ante la puerta. Si hay algo que se aprende en el trullo es a manejar la gan

MONSANTO

2015: Los agricultores solo pueden utilizar semillas modificadas genéticamente, que son estériles, lo que obliga a comprarlas cada año a la multinacional Monsanto para poder sembrar. 2115: Los hombres son estériles por lo que para poder procrear con sus parejas deben comprar semen en el banco de esperma de la multinacional Monsanto. —Hola, vengo a comprar una dosis de semen para poder inseminar a mi señora. —Encantado de servirle, caballero. ¿Cuál es su empleo? —Picapedrero. —Entonces le facilitaré semen de Quinta categoría… —¿No podría ser de Primera? —Lo siento, señor, pero si usted es picapedrero, el semen que le corresponde es de una categoría muy inferior; concretamente, Quinta. —¿Y cuál es la diferencia? —¡Por favor, qué pregunta! El semen de Primera engendra niños sanos, inteligentes, despiertos… Aptos para las clases dirigentes. —¿Y el de Quinta? —Da bebés algo lerdos, abotargados y con escasa capacidad mental. Eso sí, fuertes como robles si salen sanos… —¿Cómo que si salen sa

UN CUENTO DE LOBOS Y CORDEROS

(del 14 de julio de 2015) Los lobos se tomaron su tiempo antes de convencer a los corderos de que no eran corderos y, por tanto, nada tenían que temer. Es más, fueron tan convincentes que convencieron a los incautos de que eran lobos como ellos y que podían formar parte de la manada. Pero la paciencia y la habilidad para el engaño de los lobos no fueron suficientes para hacer que los corderos se creyeran lobos. Hizo falta algo más: el deseo de los corderos de ser lobos. Después, los lobos fueron devorando a los corderos poco a poco, casi como por accidente. ¿Por qué un lobo se come a otro lobo? Azares del destino. Pero el caso es que los lobos seguían siendo lobos y los corderos, corderos. Esto ha sucedido en el mundo en los últimos setenta años. Los adinerados, los poderosos han convencido a los proletarios ingenuos de que no son pobres, que no son humildes trabajadores, carne de cañón. Les han hecho creer que son clase media, clase media alta, gente de posición, con posibles, q

NUEVA ORLEANS, 10 AÑOS DESPUÉS DEL KATRINA

Ha pasado una década y la ciudad se ha puesto en pie y ha recuperado el pulso que quedó interrumpido de pronto por el huracán más devastador que se recuerda. Nueva Orleans   es una ciudad nueva y al mismo tiempo la misma que desde su fundación ha luchado denodadamente contra el agua, el viento, el clima y su propio paisaje. Las cicatrices quedan y se pueden ver fácilmente en muchos puntos de la ciudad, en unos barrios más que en otros, pero la catástrofe la ha robustecido, aun a costa de mil quinientas muertes y millones de dólares en pérdidas. He tenido ocasión de visitar Nueva Orleans este mes de agosto, durante una semana, y he podido comprobar el trauma causado por el  Katrina , pero también que, diez años después, es de nuevo una ciudad muy próspera impulsada por sus dos grandes industrias principales: los astilleros del río Misisipi y el turismo. Por ese orden. Dispone de uno de los puertos más grandes de Estados Unidos y los muelles más extensos del mundo, con ochenta kil

LOS GUETOS UNIDOS DE SAN FRANCISCO

Decía un profesor mío de la facultad de Periodismo que Estados Unidos podría muy bien llamarse los Guetos Unidos debido a la diversidad de grupos raciales y nacionalidades que conviven allí, perfectamente agrupados por barrios y en gran armonía. San Francisco es el paradigma de esta concepción de país formado por aluviones de inmigración perfectamente ordenada, colocada en la geografía de la ciudad como contenedores en un barco mercante. Los barrios chino, japonés,  italiano, hispano, el gay, el hippie… allí todo el mundo tiene su espacio perfectamente delimitado. Bueno, como sucede en otras ciudades norteamericanas, uno de los contenedores, el de Chinatown, siempre está abierto para que sus miembros invadan lentamente las calles fronterizas, en este caso las del italiano, que mengua en San Francisco igual que en Nueva York devorados por el empuje amarillo. Pero san Francisco es mucho más que una acumulación de nacionalidades bien avenidas. Es un una gran ciudad pujante, con una

DIEZ RAZONES PARA VISITAR NUEVA ORLEANS

Nueva Orleans es una de las ciudades más fascinantes del mundo y también de las más turísticas de Estados Unidos, pero resulta bastante desconocida para los españoles. Estas son diez buenas razones para visitarla aunque no precisamente por el mismo orden: 1.- Por su música . Aquí nació el jazz y es la ciudad natal de Louis Armstrong aunque el famoso músico no está considerado el creador de este tipo de música. En Nueva Orleans, la música se vive en cada rincón de la ciudad a todas horas y está cuajada de locales con música en directo de todo tipo, como el Tipitina's , el Blue Nile o el Preservation Hall . La música está en el ADN de la ciudad. 2.- El Barrio Francés (French Quarter) .- Es el núcleo central de la ciudad, donde nació en 1717, pero, aunque parezca un contrasentido, el barrio francés es español en realidad. Sus edificios y sus típicas balconadas son obra hispana ya que se construyeron en la época de dominio español, entre 1766 y 1804, después de que varios i

JAPÓN, LA OBSESIÓN POR EL TRABAJO, LA HIGIENE Y LA PRECISIÓN

Si a usted le invitan a una boda en Japón, no le extrañe que, en la mesa nupcial, en lugar preferente, por delante de la familia de los novios, esté el jefe de alguno de los contrayentes, preferiblemente de él. Y que a los postres tome la palabra para hacer una loa de su empleado más eficiente. Porque el trabajo es lo más importante en la vida de los japoneses y la empresa, una gran familia a la que no se puede defraudar. De hecho, es habitual que la semana de vacaciones pagadas que tienen al año (sí, solo siete días) no se la tomen nunca por «el qué dirán» de los compañeros. Tampoco se negarán a ir de copas para emborracharse con el jefe al terminar la jornada laboral. No saben decir que no, y menos si se lo pide el jefe. Con la curda acuestas reemprenderán el regreso a casa, una o dos horas de metro o tren dios mediante. Si no les compensa regresar a dormir a su domicilio, pueden quedarse en alguno de los hoteles cápsula que por el módico precio de 50 € abundan en las grandes ciud

CUANDO EL MUNDO NOS PREGUNTA: ¿QUÉ MÁS QUERÉIS?

Como dijo un afamado dramaturgo, “en el teatro cualquier cosa puede servir para cualquier cosa”.* Eso es lo que sucede con  La cocina , la obra de  Arnold Wesker  que el  Centro Dramático Nacional  pone en escena en el  Teatro Valle-Inclán , en la que la cocina de un restaurante para un millar de comensales simboliza el mundo y sus miserias en una época crucial para la humanidad: la posguerra de los años cincuenta. En esa cocina, que el autor ubica en Londres, trabajan cocineros, camareros, pinches, reposteros y demás oficios de la restauración, pertenecientes a varios países (Inglaterra, Irlanda, Francia, Alemania, Grecia, Chipre, Italia…) en una especie de trasunto del mundo y sus nacionalidades. Aunque está ambientada en 1953,  La cocina  se convierte en una alegoría de lo que fue Europa en vísperas de la II Guerra Mundial, un avispero de intereses que desembocaron en el conflicto bélico. La obra, pese a ser coral con un elenco de 26 actores de primer orden, se fija especia

MAIKO

Una maiko, aprendiz de geisha, en plena danza. Kioto (Japón) 2016

DE MUSEOS Y CANALES POR ÁMSTERDAM

En Ámsterdam concluye mi última novela, El precio de la codicia , un relato que explica en clave de thriller la crisis económica que ha arrasado España, Europa y gran parte del resto del mundo. Es el colofón a un periplo por varias ciudades del mundo (Nueva York, Londres, París, Moscú, Berlín, Seúl…) y que expresa también mi deseo de cómo me hubiera gustado que se resolviera la crisis: con el castigo de los malos. Desgraciadamente, la vida no tiene nada que ver con las novelas (es peor) y Ámsterdam no fue escenario de la derrota de los corruptos. Pero sirve de magnífica excusa para emprender una excursión por una de las ciudades más bellas y peculiares de Europa. De hecho es un gran placer descubrirla caminando, en bicicleta -vehículo que es el rey de la ciudad- o navegando sus canales, no en vano se la conoce como la Venecia del Norte. En una visita rápida de fin de semana para ver lo mejor, no puede obviarse el Rijksmuseum, una joya recién restaurada por arquitectos españoles y con u

TRANSIBERIANO, VIAJE A LA INMORTALIDAD DE RUSIA

El Transiberiano no es un tren, sino una línea férrea que vertebra, desde hace más de cien años, el territorio ruso, de oeste a este, de Moscú al Pacífico. Atraviesa Siberia como una médula espinal que da energía, movimiento y vitalidad a un territorio inmenso que es el origen del poderío de Rusia , un país que depende de esos vastos territorios y que al tiempo lo convierte en una potencia inmortal. Pero no siempre fue así. De Siberia vinieron las mayores amenazas. Los tártaros mongoles, al mando de Gengis Jan , derrotaron a los rusos 1223 en su propio territorio, y aunque después se retiró, sus sucesores enviaron sucesivas oleadas devastadoras. Mantuvieron en vasallaje a los rusos durante dos siglos y medio (1237-1480). Fue el rey  Iván III el Grande  el que, en 1480 se sacudió, el yugo derrotando a los tártaros mongoles. Rusia entonces estaba muy atrasada porque los tártaros, nómadas de las estepas, habían perseguido y asesinado a los maestros canteros (no entendían el uso de la