Ir al contenido principal

ADOLESCENCIA

Hacía muchos años que no pasaba por allí. Lustros, quizá. Pero el otro día mis pies se encaminaron solos, como si algo que yo ignoro los impulsara. Los dejé hacer, a ver qué pretendían.

Ya a mitad de camino adiviné sus intenciones, esa pareja de gemelos traviesos querían viajar en el tiempo. No les basta con patear la acera como los demás, no.  Ellos siempre buscan rizar el rizo, el más difícil todavía, y aquel día se superaron. Emprendieron un doble camino por el espacio y por el tiempo.
Enseguida lograron mi complicidad. Yo también sentía curiosidad. Ellos me recordaron lo que tenía oculto tras el polvo de la memoria. Ese que con su delicado manto nos arropa para que podamos avanzar sin que nos dañen demasiado las laceraciones de la vida que avanza vertiginosa, golpeándonos sin piedad contra todo y contra todos. ¡Bendito polvo de olvido!
Reconozco que me sorprendí. Allí todo sigue igual. Nada ha cambiado, como si los lustros hubieran discurrido por el túnel del tiempo sin dejar huella. Los mismos gritos desesperados en la pared, los mismos rincones apagados, los mismos silencios adheridos a las columnas, los mismos orines en las esquinas.
Las mismas visiones de antaño, con, quizá, nuevos revoques, pero ya costrosos y quebradizos como los que recuerdo de entonces.
Los mismos aromas solitarios de gente ausente, cuyo recuerdo quedó pegado a las fachadas, a los cierres y a los luminosos.
Y mucha evocación.
Todo un encuentro con la adolescencia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MATAR A LA BESTIA (2)

(continuación de Matar a la bestia) En la comisaría le dieron una paliza y lo humillaron. Querían saber quiénes eran sus cómplices. De nada le sirvió explicarles que era un parado enfermo de cáncer de páncreas al que iban a desahuciar la semana siguiente. No lo creyeron hasta que tuvieron en la mano la información del INEM, del banco y de la Seguridad Social. Era cierto. Le habían diagnosticado un cáncer de páncreas el año anterior y debido a las continuas inasistencias al trabajo, había sido despedido de la multinacional en la que trabajaba.  No pudo hacer frente a la hipoteca y el banco ya le había anunciado el desahucio. Para colmo, el oncólogo le comunicó, con gran pesar, que su cáncer era difícil y que a la Seguridad Social no le merecía la pena prescribirle el carísimo tratamiento que necesitaba para alargarle la vida unos meses. Aunque si quería podía pagárselo de su bolsillo…

EL DÍA DE LA VICTORIA

Nadie sabía explicar, años después, cómo había sucedido todo aquello, unos hechos que cambiaron el rumbo del país de repente y de forma tan brusca. Era indudable que el cambio había sido bueno, que todos vivían mejor ahora, pero los historiadores, los politólogos, los sociólogos y hasta los psiquiatras seguían buscando una explicación desde entonces.

Cabanyal

En contra de lo que es habitual, en este breve comentario no diré lo que pienso. Si lo hiciera podría incurrir en injurias. No tengo pruebas que avalen mis sospechas. Al mo poder demostrarlas, callaré lo que me ronda la cabeza.Que por otra parte no creo que sean muy descabelladas ni muy diferentes de las que pueden tener muchas otras personas. Hoy la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá , ha comenzado a derribar edificios en el barrio del Cabanyal . Poco le importan las resoluciones del gobierno de España, que había ordenado no expoliar la zona que está considerada Bien de Interés Cultural (BIC) y que es el único barrio marinero que queda dentro de una gran metrópoli mediterránea. Valencia es uno de los focos del caso Gürtel , del que a partir de hoy iremos conociendo todos los recovecos ya que se ha levantado el secreto del sumario. Rita Barberá, salvo su tangencial aparición con los bolsos de Louis Vuitton que le regaló El Bigotes, los trajes y las anchoas, no aparece relacionada...