No solo fue la inauguración de la exposición de Alfonso Martín Burguillo (que también), sino el reencuentro con viejísimos amigos a los que no veía desde hace casi treinta años. Eran el núcleo duro de aquel ateneo libertario que fundamos en el barrio de San José Obrero (Carabanchel) allá por los años... presocialistas. Es decir, anteriores a 1982. Ya conté algo en un post anterior (este) cuando relaté mi reencuentro con uno de ellos, con Alfonso, precisamente. La inauguración de la exposición de este magnífico pintor que es ahora Alfonso (tengo que buscar el dibujito que me hizo hace treinta años, archivado en alguna de las carpetas de casa) me sirvió de excusa para reencontrarme con varios de aquellos amigos con los que había perdido el contacto por razones que no sabría explicar.
Allí estaban Francisco del Castillo (ver vídeo), convertido hoy en uno de los mayores expertos de España en análisis sensorial de alimentos y bebidas (es algo mucho más importante que un sumiller, ojo), su hermano Quique, empresario de pro, y Esteban Hernández, ingeniero de Alcatel felizmente jubilado ¡desde los 51 años, qué envidia! Es curioso, a Esteban dejé de verlo casi cuando comenzaba su carrera profesional y me lo reencuentro ahora ya jubilado.
(En la foto, de izquierda a derecha: Alfonso, yo, Francisco, Esteban, mi mujer y Quique)
El encuentro fue muy agradable. Charlamos de los viejos tiempos, nos pusimos al día sobre nuestras vidas y me informaron de otros amigos de la época a los que ellos ven de vez en cuando. Desgraciadamente, nos tuvimos que conformar con charlar, admirar los cuadros (que yo los califico de hiperrealismo consumista), tomar una cerveza y comer jamón y salchichón a costa del galerista porque de comprar, nada. El precio de las obras es prohibitivo para nuestros bolsillos.
Recomiendo una visita a la galería para verlos in situ. Si en fotografía sorprenden, verlos acercando la nariz a un palmo del lienzo es un gozo inenarrable.
La exposición está en la galería Jorge Alcolea (Claudio Coello, 28, Madrid) hasta el 17 de junio.
A ver si el final de curso me abre un resquicio para.
ResponderEliminarUn baño de recuerdos entreverado de presente no viene mal.
Veo que estás nostálgico.
ResponderEliminarMe alegro por esa vuelta a los orígenes.
¡¡¡Eres rico!!!
Entiéndeme, jodío. Eres rico en emociones. La aventura te acompañará siempre, eso espero, que tú eres un artista.
Mañana me voy a la montaña. Volveré el lunes.
Muchas veces te alejas de gente por motivos que a veces son difíciles de enumerar y de repente vuelven a aparecer, casi con un "Como decíamos ayer"
ResponderEliminarAplaudo la decisión de tu señora de no dejarse barba :-D
Disfruta de los reencuentros.
Salu2
Hola y buenas noches...
ResponderEliminarPaso a desearte un buen domingo.. felices sueños con un beso.
PD. Últimamente vengo poco, el trabajo me tiene atrapada...
Nada como reunirse con viejos amigos.
ResponderEliminarFeliz domingo Paco.
Vecino Juan Carlos, si tienes tiempo y te apetece, te la recomiendo porque se trata de obras muy particulares.
ResponderEliminarFroi, no es nostalgia, sino todo lo contrario. Me apetece disfrutar de esta gente que tenía por ahí perdida. ¿Rico? Será eso, en emociones porque tengo el bolsillo roto...
Markos, sí, ha sido un reencuentro de lo más natural y nada forzado. ¡Ja! lo de la barba lo pensé y estuve a punto de comentarlo pero al final lo dejé estar. Le diré a mi mujer que siga así.
Hola Balo, gracias y un beso.
Gracias, Juanjo, aunque con retraso