Acaba de llegar a las librerías la versión en libro de bolsillo (Algaida Eco) de mi novela "Cuando el cielo se caiga", con la que gané la 49 edición del premio Ateneo-Ciudad de Valladolid, allá por el lejano año de 2002.
Sale respetando la misma portada, aunque en blanco y negro, y curiosamente, pese a ser de bolsillo, con más páginas que aquella primera edición de tapas duras.
La novela está ambientada en el Madrid asediado de los últimos días de la Guerra Civil, concretamente en los cinco días comprendidos entre el 3 y el 7 de marzo de 1939, en pleno enfrentamiento en el bando republicano por las diferencias entre el Gobierno de Juan Negrín, secundado por el Partido Comunista, y los partidarios del teniente coronel Segismundo Casado, que crearon el Consejo Nacional de Defensa.
Un policía de la brigada criminal, Claudio Ballesteros, investiga las extrañas circunstancias del fusilamiento de una joven -junto con otros presuntos quintacolumnistas- ante las tapias del cementerio del Este. Muerte que Ballesteros relacionará con otros crímenes aparentemente ajenos y cuya investigación le conducirá hasta el corazón del todo poderoso SIM, el servicio de inteligencia militar del poder republicano en Madrid.
La novela está estructurada en cinco capítulos/jornadas, cada uno de ellos encabezado por un cartel de propaganda republicana que tanto proliferaron en la capital y que se convierten en otros personajes más de la novela. De hecho, la naracción comienza con el eslogan de uno de ellos: "Madrid, fortificación inexpugnable..." (leer primer capítulo)
La novela, además de un alegato antibelicista, una denuncia de la estupidez de la guerra y una exhortación al gozo de la vida tal como se nos presenta, es un homenaje a mis padres, y en especial a mi madre, que al comenzar la guerra, con quince años, se enroló en el cuerpo de enfermeras de la República y fue destinada al hospital de las Brigadas Internacionales habilitado en tres palacetes de la calle Velázquez esquina con Diego de León.
Tanto ella como mi padre me contaron muchas historias de aquellos terribles días que recogí después en la novela. Como las excursiones que hacían los chavales calle Santa María de la Cabeza abajo, hasta el río, en pleno frente, para conseguir algo de leña con la que hacer un fuego para calentarse en el invierno, o la venta de todo tipo despojos en las carnicerías, entre ellas unas orejas de burro, con las que se conseguía un sabroso caldo...
También quise reflejar mi admiración hacia la asombrosa y granítica personalidad del cenetista Cipriano Mera, "adoquín tallado en revolucionario", un hombre íntegro que se fajó con los fascistas de Falange en las escaramuzas de antes de la guerra (gimnasia revolucionaria, lo llamaba él); durante la contienda, al mando del IV Cuerpo de Ejército, integrado por anarquistas, y que al finalizar el enfrentamiento civil renunció a cualquier previlegio que hubiera podido obtener en los países democráticos por su pasado heroico y regresó a su profesión de siempre: albañil. Murió en Francia un par de meses antes que el dictador Franco. No tuvo la suerte del viejo Bruno, el personaje creado por José Luis Sampedro en "La Sonrisa Etrusca", cuya obsesión era ver pasar el cadáver de su viejo enemigo, el fascista Cantanotte.
Cuando el cielo se caiga narra, además, un intento de fraude con una importante colección pictórica recogida para su protección en el Museo del Prado: la colección Hurtado-Mendoza. Naturalmente, esto es ficción pero me inspiré en un caso real (doblemente real) que muy pocos conocen. Me refiero a la colección Hernani, también conocida como Pequeño Prado por su gran valor económico y cultural. El que desee conocer las entretelas de este asunto, que afecta a la Familia Real (recomiendo no perdérselo), que pinche aquí, aquí o aquí.
A continuación os dejo la crítica sobre la novela que escribió en su momento Fernando Marías. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido.
(Pinchar para agrandar)
Algunas críticas más:
Ya falta menos para la película...
ResponderEliminarTú espera que me toque la lotería.
ResponderEliminarCaray, buena presentación o autoreseña.
ResponderEliminarApunto la noticia del volumen, pues recordarás que quería leerlo.
Ay: es tarde para seguir los apetecibles o apetitosos enlaces.
DijoJuanjo, a ver si te lanzas ya al strellato cinemátrografico que tengo ganas de ver tu versión en pantalla gigante. Además sé que lo has leído.
ResponderEliminarVecino, sí, ya sé que has mostrado interés en esta novela. Te lo agradezco. Me encantaría que la leyeras y me dieras tu opinión, siempre autorizada.
Yo leí la novela cuando se publicó en edición normal, es decir, más cara que la edición de bolsillo. Así que, amigo Galván, no esperes que compre otro ejemplar. Eso sí, sostengo y defiendo todo lo excelente que se pueda decir de ella.
ResponderEliminarQuerido Max, ya sé que te gustó mucho la novela. Por eso ahora que es más barata deberías comprar cuatro o cinco ejemplares para regalo entre tus familiares. Quedarías divinamente.
ResponderEliminarLo sabía, vecino: los enlaces me han puesto los dientes largos, unos; los otros me tientan lo jacobino. Y más de media España sin enterarse.
ResponderEliminarJe, ya sabía que te iba a interesar el asunto de la colección Hernani. Me consta que hace unos diez años estuvo investigando la policía pero ya sabes cómo son estas cosas de la Familia Real: ni me la tosan, oigan.
ResponderEliminarPor eso me estoy descojonando todavía de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que obliga a España a indemnizar a Otegi con 20.000 euros por la sentencia desproporcionada de que fue objeto (una año de cárcel) por injurias al rey.
Seguimos en un estado medieval
¡Coño, de bolsillo!, ya estoy buscando por internete a ver desde dónde me la compro. Otra p'al saco.
ResponderEliminar¡Maño! ¿cómo va tu paternidad? ¿Has ambiado muchos pañales?
ResponderEliminarA ver si lo encuentras, seguro que lo envían por correo. Lo tienes en la casa del Libro. Ya me dirás tú opinión.
Mira Francisco, llevo poquito por estos lares, y curioseando por aquí y por allá me encuentro "Cuando el cielo se caiga", me he quedado fascinada por la historiay con unas ganas locas de enterarme de lo del caso Hernani y más y más.Mi madre también vivió la guerra en ese Madrid que tan bien describes, e imaginando puedo llegar a creer que es ella quien me va contando tanta y absurda realidad.Buscaré tu novela y espero no me sea muy difícil hacerme con ella.Pedazo escritor!!!
ResponderEliminarNISUCA, bienvenida al blog y gracias por tu comentario. El Madrid de la guerra, que tan bien resistió a las tropas del franquismo, es patrimonio de todos los españoles y no solo de los madrileños. Supongo que no tendrás problemas para encontrar la novela en cualquiera de las grandes librerías que hay en España o en grandes almacenes. Ya me contarás qué te ha parecido.
ResponderEliminarBesos
Buenos días.
ResponderEliminarMe gustaría que me dijera si es posible comprar su libro en formato ebook. Estoy muy interesado en leerlo, desde hace tiempo. Soy un lector empedernido sobre la guerra civil y sobre todo lo que tenga que ver con Madrid. No era nada partidario de los libros electrónicos, pero al viajar tanto, necesito optimizar mi espacio en el equipaje y al final creo que es una buena solución.
Un saludo,
Hola, Josiko, muchas gracias por tu interés en mi novela. Lamentablemente tengo que decirte que no está en e-book. Solo lo encontrarás en la edición de bolsillo que anuncié en este post y que, si no recuerdo mal, se vende a 8 euros.
ResponderEliminarEs un formato pequeño y muy manejable, pero en papel.
A mí también me pasaba lo mismo que a ti, tenía ciertas reticencias ante libro electrónico pero la verdad es que es un gran invento (aunque sigo prefiriendo el papel)
Muchas gracias por tu respuesta.
ResponderEliminarPués nada, este fin de semana lo compraré en papel.
Un saludo.
De nada, Josiko. Confío en que te guste la novela y espero que me des tus impresiones por aquí.
ResponderEliminarSaludos