2015: Los agricultores solo pueden utilizar semillas modificadas genéticamente, que son estériles, lo que obliga a comprarlas cada año a la multinacional Monsanto para poder sembrar.
2115: Los hombres son estériles por lo que para poder procrear con sus parejas deben comprar semen en el banco de esperma de la multinacional Monsanto.
—Hola, vengo a comprar una dosis de semen para poder inseminar a mi señora.
—Encantado de servirle, caballero. ¿Cuál es su empleo?
—Picapedrero.
—Entonces le facilitaré semen de Quinta categoría…
—¿No podría ser de Primera?
—Lo siento, señor, pero si usted es picapedrero, el semen que le corresponde es de una categoría muy inferior; concretamente, Quinta.
—¿Y cuál es la diferencia?
—¡Por favor, qué pregunta! El semen de Primera engendra niños sanos, inteligentes, despiertos… Aptos para las clases dirigentes.
—¿Y el de Quinta?
—Da bebés algo lerdos, abotargados y con escasa capacidad mental. Eso sí, fuertes como robles si salen sanos…
—¿Cómo que si salen sanos? ¿Qué quiere decir con eso?
—Con el semen de Quinta hay un 23% de posibilidades de que los niños salgan con taras físicas y mentales, además de las limitaciones que ya le he mencionado.
—Entiendo. ¿Y no podría venderme semen de Cuarta? Es por aquello de aspirar a mejorar en la escala social, ya sabe.
—Imposible. Eso, como usted debería saber ya, solo es posible si lo autoriza Monsanto. Le recomiendo que participe en los sorteos semanales. Se reparten diez lotes de semen de una categoría superior a la que le corresponda. ¿Quiere unos boletos?
—Bueno, deme uno.
—Muy bien, tome. Son 70.000 euros.
—Algo subiditos de precio, ¿no? Es el presupuesto que tenía para comprar semen.
—Ya, pero si se lleva el semen de Quinta y luego gana el premio del semen de Cuarta, habrá tirado el dinero, ¿no le parece?
—Visto así, es cierto.
—Entonces le pongo un boleto y una dosis de semen, ¿es así?
—Ehhh… sí.
—¿Me permite un consejo?
—Naturalmente.
—Llévese dos dosis de semen porque a veces con una no basta. La preñez no está garantizada al cien por cien, esto no es como llegar y besar el santo, jejeje, qué chiste, lo tenemos en el manual. ¿Lo comprende?
—No, me he perdido.
—Somos Monsanto, besar el santo… ¿Lo coge ahora?
—Creo que sí.
—Bien, entonces son dos dosis de semen de Quinta y dos boletos para el sorteo de una dosis de Cuarta.
—Sí.
—Aquí tiene, son 350.000 euros del ala.
—Ehhh, perdone, ¿no serán 280.000? 70.000 por cuatro creo que da esa cantidad…
—Sí, señor. Pero en este rato que llevamos hablando ha subido.
—Ah, entiendo. Bueno envuélvamelo para regalo. Es para mi esposa.
—Claro, ya supongo. Para las queridas no vendemos. Por favor, necesito su Libro de Familia, la cartilla de racionamiento de Monsanto y la cédula de Quinta categoría de esclavo picapedrero de Monsanto.
2115: Los hombres son estériles por lo que para poder procrear con sus parejas deben comprar semen en el banco de esperma de la multinacional Monsanto.
—Hola, vengo a comprar una dosis de semen para poder inseminar a mi señora.
—Encantado de servirle, caballero. ¿Cuál es su empleo?
—Picapedrero.
—Entonces le facilitaré semen de Quinta categoría…
—¿No podría ser de Primera?
—Lo siento, señor, pero si usted es picapedrero, el semen que le corresponde es de una categoría muy inferior; concretamente, Quinta.
—¿Y cuál es la diferencia?
—¡Por favor, qué pregunta! El semen de Primera engendra niños sanos, inteligentes, despiertos… Aptos para las clases dirigentes.
—¿Y el de Quinta?
—Da bebés algo lerdos, abotargados y con escasa capacidad mental. Eso sí, fuertes como robles si salen sanos…
—¿Cómo que si salen sanos? ¿Qué quiere decir con eso?
—Con el semen de Quinta hay un 23% de posibilidades de que los niños salgan con taras físicas y mentales, además de las limitaciones que ya le he mencionado.
—Entiendo. ¿Y no podría venderme semen de Cuarta? Es por aquello de aspirar a mejorar en la escala social, ya sabe.
—Imposible. Eso, como usted debería saber ya, solo es posible si lo autoriza Monsanto. Le recomiendo que participe en los sorteos semanales. Se reparten diez lotes de semen de una categoría superior a la que le corresponda. ¿Quiere unos boletos?
—Bueno, deme uno.
—Muy bien, tome. Son 70.000 euros.
—Algo subiditos de precio, ¿no? Es el presupuesto que tenía para comprar semen.
—Ya, pero si se lleva el semen de Quinta y luego gana el premio del semen de Cuarta, habrá tirado el dinero, ¿no le parece?
—Visto así, es cierto.
—Entonces le pongo un boleto y una dosis de semen, ¿es así?
—Ehhh… sí.
—¿Me permite un consejo?
—Naturalmente.
—Llévese dos dosis de semen porque a veces con una no basta. La preñez no está garantizada al cien por cien, esto no es como llegar y besar el santo, jejeje, qué chiste, lo tenemos en el manual. ¿Lo comprende?
—No, me he perdido.
—Somos Monsanto, besar el santo… ¿Lo coge ahora?
—Creo que sí.
—Bien, entonces son dos dosis de semen de Quinta y dos boletos para el sorteo de una dosis de Cuarta.
—Sí.
—Aquí tiene, son 350.000 euros del ala.
—Ehhh, perdone, ¿no serán 280.000? 70.000 por cuatro creo que da esa cantidad…
—Sí, señor. Pero en este rato que llevamos hablando ha subido.
—Ah, entiendo. Bueno envuélvamelo para regalo. Es para mi esposa.
—Claro, ya supongo. Para las queridas no vendemos. Por favor, necesito su Libro de Familia, la cartilla de racionamiento de Monsanto y la cédula de Quinta categoría de esclavo picapedrero de Monsanto.
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