El Sacaleches ha quedado al descubierto, por fin. Ayer me lo encontré en la manifestación de los Indignados. Aunque se tapa la cara en todos los retratos de su blog, no pudo evitar fotografiarse con este menda.... y su identidad ha quedado desvelada. Se trata de Pascual García Arano, exredactor del diario El Mundo, depurado por Pedro J. por no ser de su cuerda ni de ninguna otra. Actualmente, además de exprimir el Sacaleches con toda la gracia que la naturaleza le dio, pese a ser navarro, curra en el diario de blogs Elcuartopoder.es, donde se ha juntado con otros insumisos del periodismo para hacer un ídem serio y sin condicionantes políticos, como Francisco Frechoso, Luis Díez, Esther Jaén o Raimundo Castro.
He de confesar que no me fue difícil desenmascarar al Sacaleches, también conocido como El juez de la Horca, porque lo conozco desde hace por lo menos veinte años, cuando ambos (y los anteriormente mencionados) coincidíamos en el Congreso de los Diputados. Casualmente la cabina en la que trabajaba yo era contigua a la de Pascal García, conjunción que debemos agradecer a la ampliación del edificio diseñada por el entonces presidente Félix Pons, y que nos concedió numerosas tardes (y mañanas) de regocijo y carcajeo parlamentario.
Después de unos años de separación, en los que no supe nada de Pascual, debido a mi alejamiento voluntario de la actividad periodisticoparlamentaria, volví a saber de él hace unos meses por compañeros comunes. Lo habían largado de El Mundo el día de mi cumpleaños, que también es el día del chupinazo sanferminero, triste coincidencia para un navarrico como Pascual. Pero ya estaba enganchado de nuevo al periodismo activo en los dos espacios web que acabo de comentar.
Volvimos a conectar por este milagro que es el Facebook y tuve la ocasión de leer una de las novelas que ha escrito en este tiempo, La metralleta nacional, una divertida parodia de la sociedad actual y de la que escribí algo en este blog. Por cierto, muy recomendable y se puede descargar gratis aquí.
Ayer por la mañana chateamos un rato a raíz de mi anterior entrada en este blog, pero llevábamos sin vernos la cara desde, como mínimo, 1997, que fue cuando yo abandoné el periodismo parlamentario. No comentamos la manifa de la tarde, pero allí nos encontramos por pura casualidad, entre 35.000 personas más. Yo, con mi santa, manifestándome, y él currando para escribir una crónica que es la mejor que he leído sobre la jornada de ayer. Lo primero que me dijo fue que estaba currando para Elcuartopoder.es, pero que de no haber sido así, hubiera ido igual a manifestarse.
Y le cacé la foto para que quede constancia de que el Sacaleches y el Juez de la Horca tienen careto, aunque sea feo. No, no es esta de la foto de la izquierda con casco a la cintura que custodia la Cibeles, aunque tiene todo el aspecto de sacar y repartir leches con profusión (¿alguien ha visto alguna vez a un mader@ con más cara de mala leche?) .
No. Es este de abajo que me acompaña, el de la camiseta blanca como la leche, que el otro feo soy yo.
He de confesar que no me fue difícil desenmascarar al Sacaleches, también conocido como El juez de la Horca, porque lo conozco desde hace por lo menos veinte años, cuando ambos (y los anteriormente mencionados) coincidíamos en el Congreso de los Diputados. Casualmente la cabina en la que trabajaba yo era contigua a la de Pascal García, conjunción que debemos agradecer a la ampliación del edificio diseñada por el entonces presidente Félix Pons, y que nos concedió numerosas tardes (y mañanas) de regocijo y carcajeo parlamentario.
Después de unos años de separación, en los que no supe nada de Pascual, debido a mi alejamiento voluntario de la actividad periodisticoparlamentaria, volví a saber de él hace unos meses por compañeros comunes. Lo habían largado de El Mundo el día de mi cumpleaños, que también es el día del chupinazo sanferminero, triste coincidencia para un navarrico como Pascual. Pero ya estaba enganchado de nuevo al periodismo activo en los dos espacios web que acabo de comentar.
Volvimos a conectar por este milagro que es el Facebook y tuve la ocasión de leer una de las novelas que ha escrito en este tiempo, La metralleta nacional, una divertida parodia de la sociedad actual y de la que escribí algo en este blog. Por cierto, muy recomendable y se puede descargar gratis aquí.
Ayer por la mañana chateamos un rato a raíz de mi anterior entrada en este blog, pero llevábamos sin vernos la cara desde, como mínimo, 1997, que fue cuando yo abandoné el periodismo parlamentario. No comentamos la manifa de la tarde, pero allí nos encontramos por pura casualidad, entre 35.000 personas más. Yo, con mi santa, manifestándome, y él currando para escribir una crónica que es la mejor que he leído sobre la jornada de ayer. Lo primero que me dijo fue que estaba currando para Elcuartopoder.es, pero que de no haber sido así, hubiera ido igual a manifestarse.
Y le cacé la foto para que quede constancia de que el Sacaleches y el Juez de la Horca tienen careto, aunque sea feo. No, no es esta de la foto de la izquierda con casco a la cintura que custodia la Cibeles, aunque tiene todo el aspecto de sacar y repartir leches con profusión (¿alguien ha visto alguna vez a un mader@ con más cara de mala leche?) .
No. Es este de abajo que me acompaña, el de la camiseta blanca como la leche, que el otro feo soy yo.
Pues echaré una ojeada a esa "metralleta nacional".
ResponderEliminarAsí me gusta, que te diviertas, jeje
Pues me lo apunto. He leído un poco de él y me gusta. De todos modos creo recordar que ya hiciste en el momento del premio una reseña de la metralleta nacional :-)
ResponderEliminarSalu2
Gracias, DinoJuanjo, procuro pasarlo bien.
ResponderEliminarMarkos, ¿de qué premio hablas? Hice una reseña de "La Metralleta" (tienes el enlace en el post) pero no tiene que ver con premios...
Confusión mía. Todavía no la he leído y ya le voy a dar un premio :-D
ResponderEliminarCon la edad me engorda el culo y me adelgaza la memoria :-)
Salu2
Markos, eso te pasa por pasarte de roska en Ibiza
ResponderEliminarTengo La metralleta en el disco duro y echo un vistazo de cuando en cuando a El Sacaleches, uno de los blogs más personales y más afilados con que, gracias a ti, he topado estos meses.
ResponderEliminarEn cuanto a la crónica que enlazas, muestra de manera no tan evidente, y eso le da puntos, cierto grado, no sé si decir de estupefacción o de expectación, que yo también he sentido (aunque en esta ocasión yo estaba en otra parte) ante esa "revolución" que va en metro. Pero, sobre todo, deja traslucir simbólicamente dos cosas que me parecen preocupantes. Por un lado, está la imagen de inaccesibilidad del Congreso, como si fuera un mundo aparte cerrado a ese otro mundo aparte de lo que sucede o no sucede en la calle. Por otro, está ese agridulce párrafo final que protagoniza Ángeles Maestro.
Cuando no se tienen presiones empresariales ni condicionantes políticos, cuando se tienen "los cojones pelaos" en esta profesión y cuando se es persona digna, se escribe lo que se piensa, que, como es lógico, no tiene por qué ser compartido por todo el mundo. Lógica la perplejidad porque no dejaran pasar a la Carrera de San Jerónimo (un domingo que no había pleno) y también lamentable que la coherencia no sea moneda corriente, como plantea Nines Maestro.
ResponderEliminarOh! Tendré que echarle un vistazo: al libro, al blog y a la crónica.
ResponderEliminarPrimero al libro que tiene buena pinta...
(Que "agnorante" me siento...jop)
Dale, Kir, que ahora estás de vacaciones y te vas a reír, seguro.
ResponderEliminarMe alegra que fueses a la manifestación.
ResponderEliminarEn mi caso acompañé durante tres días y tres noches a los indignados de la ruta sur (no podía hacer otra cosa y resultó agotador).
Quería caminar con ellos pero al final simplemente realicé tareas de convivencia y logística (llevaba las numerosas maletas) y tuve que marchar a un entierro no deseado.
Tenían pensado, si no había consecuencias dignas tras su caminata y manifestación en Madrid, seguir caminando hacia Bruselas.
¿Sabes algo?
¿Has leído la propuesta de Democracia 4.0?
En las asambleas estaban muy preocupados por la horizontalidad del movimiento...
¿Seguirá la cosa así?
¿Es posible esa ausencia de lideres tan utópica?
Vi muy buen rollo, variedad y , como me dijo un compañero, personalismos.
Un abrazo.
Constantino, sin duda ha sido una experincia para ti como lo será para todo el mundo. No me extraña que te agotaras si llevabas maletas...
ResponderEliminarEs imposible predecir qué pasará pero lo que está claro es que las cosas ya no son como antes y político deberán tomar nota. ¿personalismos? ¿Dónde no los hay?
Gracias, Paco. Los que estamos acostumbraos a recibir más hostias que caricias no sabemos reaccionar muy bien con estas últimas. Pues así estoy yo... Quedan pendientes las birras.
ResponderEliminarDe nada, hombre. No hay nada en el texto que no piense. No te pongas tierno y pagate esas birras de una vez.
ResponderEliminarMuy interesante la redaccion
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