I had a dream...
Las pensiones eran recortadas
la jubilación, retrasada.
Nos rebajaban los salarios,
nos aplicaban el copago sanitario,
privatizaban el agua
y todo el sistema educativo.
Nos recortaban el descanso semanal,
acortaban a veinte días
las vacaciones de verano.
Nos echaban del trabajo
para volver a contratarnos a mitad de sueldo.
Nos obligaban a contemplar
cinco horas diarias de telebasura.
Estaba en el asilo,
las monjas me robaban los cigarrillos,
los curas me obligaban a rezar el rosario,
los médicos me hurtaban la medicación
y unos jóvenes con corbata
y banderín en la solapa
me engañaban con el voto.
I had a dream but it was a nigthmare
Las pensiones eran recortadas
la jubilación, retrasada.
Nos rebajaban los salarios,
nos aplicaban el copago sanitario,
privatizaban el agua
y todo el sistema educativo.
Nos recortaban el descanso semanal,
acortaban a veinte días
las vacaciones de verano.
Nos echaban del trabajo
para volver a contratarnos a mitad de sueldo.
Nos obligaban a contemplar
cinco horas diarias de telebasura.
Estaba en el asilo,
las monjas me robaban los cigarrillos,
los curas me obligaban a rezar el rosario,
los médicos me hurtaban la medicación
y unos jóvenes con corbata
y banderín en la solapa
me engañaban con el voto.
I had a dream but it was a nigthmare
Seguro que dormías?
ResponderEliminarYo también he tenido una pesadilla parecida, pero al final me despertaba y todo era maravilloso porque tenía una pistola y una bala. Lástima que cayera en ese momento un gigantesco meteorito y no me dejara hacer las cosas a mi manera. :-(
ResponderEliminarTerrible, sin duda.
Salu2
Sí, Kir, es un sueño cada día más real.
ResponderEliminarMarkos, ¿pero la bala era para ti?
Lo malo es que las pesadillas acaban, pero lo que nos espera, no ha hecho más que empezar...
ResponderEliminarBesicos pesimistas
Oíga Don, eso no es un sueño es una cadena de pasadillas.
ResponderEliminarSaludos
Belén, ya lo creo, y falta lo que todavía ni nos imaginamos.
ResponderEliminarTxema, son las pesadillas de Freddy Kruger, que se hacen realidad
Y, cuando despertaste, el dinosaurio (no nuestro Juanjo) seguía allí.
ResponderEliminarY más grande y gordo, vecino.
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