Ayer, venciendo mi natural tendencia a ver por la tele el partido del Real Madrid, me fui con mi santa a la Casa Encendida de Bankia para contemplar las exposiciones que estuvieran en cartel. Fuimos a ciegas, sin saber lo que nos encontraríamos, pero nos apetecía dar un paseo antes de que se estropee el tiempo, como es habitual cuando llega la Semana Santa.
"Un paisaje holandés" era el título de la primera exposición que visitamos. Al entrar nos topamos con este cartel explicativo que, tengo que reconocer, me provocó cierto dolor de cabeza a la mitad de su lectura y tuve que abandonarla.
Entré en la sala con ese zumbido que va de oreja a oreja (por el camino más corto) que suele ser anuncio de jaqueca. La sala estaba practicamente vacía. Solo una señora, en el centro, admirando una especie de pelotilla de papel gorda. Parecía eso, una pelota de las que hacíamos para jugar al fútbol en el patio del colegio, aunque mi mujer dijo que era una bola del mundo chuchurría. La señora nos preguntó si podía darle una patada. Después de echar un vistazo rápido a las obras que contenía la sala le respondí que mejor que no, no fuera a ser que la liara parda. Lamento no haber sacado una foto de dicha pelotilla pero en ese momento no tenía previsto dejar inmortalizada mi visita a la Casa Encendida con este post. Por cierto, aprovecho para pedir perdón por la mala calidad de las fotos. Las tomé como el nuevo móvil chino que me ha regalado mi operadora y se ve que no es para tirar cohetes en lo que concierne a la fotografía, aunque dice tener tres y pico pixeles.
En suma, que continuamos la ruta por la exposición y nos encontramos conesto:
Alguien se puede olvidar el periódico o incluso las llaves, pero nunca la pasta, ¡con esta crisis!, por lo que dedujimos que se trataba de otra obra de arte.
Después vino esto:
¿El fichero de la Stasi? A estas alturas ya me pleanteaba yo escribir algo en este blog. En principio pensé hacer una especie de post-adivinanza: "¿Diga qué es arte y qué no lo es?" Pero avanzada la visita decidí que sería muy cruel con los amables amigos que me leen.
Sigamos.
El tocadiscos no sonaba pero el brazo iba y venía por el plato. Por un momento pensé que estaban de mudanza y alguien se lo había olvidado, allí en el suelo. En fin, inasequibles al desaliento, continuamos disfrutando de la exposición.
¡Atención, esto es insuperable!
Un folio pegado con celo a la pared. Miramos a un lado y a otro por si se trataba de una explicación a la ausencia de una obra robada que había estado allí. Pero no. La obra de arte era el folio en sí mismo, con su texto en inglés.
Veámoslo más de cerca (pinchen la foto para que se agrande y lean, lean que texto más maravilloso):
¿Sublime, verdad?
Yo a esas horas comenzaba a arrepentirme de no haberme quedado en casa para ver al Real Madrid. Si esto es arte, las bicicletas de Cristiano Ronaldo, pensaba yo, no lo son menos.
Pero todavía no habíamos terminado la visita.
Antes de salir hallamos esta maravilla:
Sí, es una botella de agua vacía tirada en el suelo. ¿No es genial?
A partir de este momento comenzamos a investigar y a hacer preguntas al personal de la Casa Encendida (dejemos en el anonimato a nuestros amables informantes para que no les busquen las cosquillas). Alguien nos dijo que el artista de la botella cobra 65 euros diarios por la exposición de su obra. Pero otro nos sopló que casi con seguridad esa no es la botella original porque alguien (quizá los encagados de la limpieza) se la había llevado por error.
Ya ven, 65 euros diarios por tirar basura al suelo. Este Rodrigo Rato es muy espléndido con el dinero de Bankia. Estoy tentado de enviarle mis calzoncillos. Se los dejo por la mitad de precio y puede quedárselos cuando acabe la exposición.
Más generoso, al parecer es el artista del folio en la pared que ha donado (es decir, gratis) la obra para que la cuelguen donde les parezca mejor. Así da gusto, la Casa Encendida se va haciendo con una colección de arte moderno que luego puede ceder al Reina Sofía.
Abandonamos la sala de exposiciones y bajamos al piso inferior. De pronto lo vi. Sí, la mejor obra de arte del día. Le tomé dos fotos.
Esta:
y esta otra desde otro ángulo:
Las estuve admirando un buen rato e incluso busqué la botella robada, pero no la encontré. Tampoco me atreví a tocar el carrito, no fuera a ser...
Visto lo visto decidí crear mi propia obra de arte y le saqué una foto artística a mi santa que santamente soportaba mis devaneos artísticos:
¿Bonita, verdad? Estoy pensando en hacer una docena más y pedirle a Rato que me conceda una exposición en la Casa Encendida.
También saqué esta otra, al final la mala calidad de mi móvil chino le da un toque especial a las fotos, ¿no es cierto?
"Un paisaje holandés" era el título de la primera exposición que visitamos. Al entrar nos topamos con este cartel explicativo que, tengo que reconocer, me provocó cierto dolor de cabeza a la mitad de su lectura y tuve que abandonarla.
Entré en la sala con ese zumbido que va de oreja a oreja (por el camino más corto) que suele ser anuncio de jaqueca. La sala estaba practicamente vacía. Solo una señora, en el centro, admirando una especie de pelotilla de papel gorda. Parecía eso, una pelota de las que hacíamos para jugar al fútbol en el patio del colegio, aunque mi mujer dijo que era una bola del mundo chuchurría. La señora nos preguntó si podía darle una patada. Después de echar un vistazo rápido a las obras que contenía la sala le respondí que mejor que no, no fuera a ser que la liara parda. Lamento no haber sacado una foto de dicha pelotilla pero en ese momento no tenía previsto dejar inmortalizada mi visita a la Casa Encendida con este post. Por cierto, aprovecho para pedir perdón por la mala calidad de las fotos. Las tomé como el nuevo móvil chino que me ha regalado mi operadora y se ve que no es para tirar cohetes en lo que concierne a la fotografía, aunque dice tener tres y pico pixeles.
En suma, que continuamos la ruta por la exposición y nos encontramos conesto:
Alguien se puede olvidar el periódico o incluso las llaves, pero nunca la pasta, ¡con esta crisis!, por lo que dedujimos que se trataba de otra obra de arte.
Después vino esto:
¿El fichero de la Stasi? A estas alturas ya me pleanteaba yo escribir algo en este blog. En principio pensé hacer una especie de post-adivinanza: "¿Diga qué es arte y qué no lo es?" Pero avanzada la visita decidí que sería muy cruel con los amables amigos que me leen.
Sigamos.
El tocadiscos no sonaba pero el brazo iba y venía por el plato. Por un momento pensé que estaban de mudanza y alguien se lo había olvidado, allí en el suelo. En fin, inasequibles al desaliento, continuamos disfrutando de la exposición.
¡Atención, esto es insuperable!
Un folio pegado con celo a la pared. Miramos a un lado y a otro por si se trataba de una explicación a la ausencia de una obra robada que había estado allí. Pero no. La obra de arte era el folio en sí mismo, con su texto en inglés.
Veámoslo más de cerca (pinchen la foto para que se agrande y lean, lean que texto más maravilloso):
¿Sublime, verdad?
Yo a esas horas comenzaba a arrepentirme de no haberme quedado en casa para ver al Real Madrid. Si esto es arte, las bicicletas de Cristiano Ronaldo, pensaba yo, no lo son menos.
Pero todavía no habíamos terminado la visita.
Antes de salir hallamos esta maravilla:
Sí, es una botella de agua vacía tirada en el suelo. ¿No es genial?
A partir de este momento comenzamos a investigar y a hacer preguntas al personal de la Casa Encendida (dejemos en el anonimato a nuestros amables informantes para que no les busquen las cosquillas). Alguien nos dijo que el artista de la botella cobra 65 euros diarios por la exposición de su obra. Pero otro nos sopló que casi con seguridad esa no es la botella original porque alguien (quizá los encagados de la limpieza) se la había llevado por error.
Ya ven, 65 euros diarios por tirar basura al suelo. Este Rodrigo Rato es muy espléndido con el dinero de Bankia. Estoy tentado de enviarle mis calzoncillos. Se los dejo por la mitad de precio y puede quedárselos cuando acabe la exposición.
Más generoso, al parecer es el artista del folio en la pared que ha donado (es decir, gratis) la obra para que la cuelguen donde les parezca mejor. Así da gusto, la Casa Encendida se va haciendo con una colección de arte moderno que luego puede ceder al Reina Sofía.
Abandonamos la sala de exposiciones y bajamos al piso inferior. De pronto lo vi. Sí, la mejor obra de arte del día. Le tomé dos fotos.
Esta:
y esta otra desde otro ángulo:
Las estuve admirando un buen rato e incluso busqué la botella robada, pero no la encontré. Tampoco me atreví a tocar el carrito, no fuera a ser...
Visto lo visto decidí crear mi propia obra de arte y le saqué una foto artística a mi santa que santamente soportaba mis devaneos artísticos:
¿Bonita, verdad? Estoy pensando en hacer una docena más y pedirle a Rato que me conceda una exposición en la Casa Encendida.
También saqué esta otra, al final la mala calidad de mi móvil chino le da un toque especial a las fotos, ¿no es cierto?
Ayyyyy...si es que los de la Capital sois muuu finos. Ésto nos lo traen a provincias...y se habría convertido en la Casa Incendiada!!
ResponderEliminarHay que joerse...qué manera de saquear las arcas de la Obra Social. No me extrañaría que una buena parte de la pasta facturada esté ahora engrosando el bolsillo de...alguien...un rato conocido...pero que no puedo nombrar.
Ésto ya no es ni decadente, es decididamente una estafa!!
Me lo creo: las hordas hunas habrían acanado con todo...
EliminarNo sé quién se lo queda si es que se lo queda alguien lo que está claro es que se quedan con nosotros.
A mi no me dejan entrar en la Fundación Tapies por un comentario que se me escapó en voz alta contemplando un cuadro del autor con unos calzoncillos de algodón (con "raya") pegados al lienzo.
ResponderEliminarYa ves que con lo de los calzoncillos, no eres original.
El arte, se ha pervertido desde hace tiempo por el dinero de los coleccionistas, y los coleccionistas, necesitan firmas con las que especular.
Resultado : unos calzoncillos sucios pegados en un lienzo, valen una fortuna. Una mierda, vaya.
Saludos.
Jajaja, vaya, hombre, Rodericus, me has chafado la idea. ¿Crees que si en lugar de calzoncillos uso los calcetines (sudados, por supuesto) tendré más éxito?
EliminarPor cierto, qué comentaste en voz alta en la fundación Tapies?
Ji,ji,ji.
ResponderEliminarNo veas el daño que hicieron los dadaístas al considerar que toda obra humana es arte. Pero, en medio, estaban galeristas y críticos, para sacar tajada. Tampoco hay que olvidar la concepción del artista como demiurgo o dios, pues hay muchos que se lo creen al pie de la letra. En cualquier caso, siempre se puede ser dios o autor de una cagada.
Sin duda, todos podemos parir una gran cagada, pero al menos que nos lleve un mínimo esfuerzo ligeramente mayor que el de agacharse para colocar una botella en el suelo (claro que lo mismo ni se agachó)
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