Políticos de pedestal y tijeras,
duques con doble fondo,
rijosas duquesas de otros siglos
con herederos tarados,
hechiceros de sangre en bragueta
y hierro en el puño,
presos de altivo Armani,
chisteras rebosantes
de oro y basura.
Y la tropa, hambrienta y humillada,
en el tendido de sol, aparta
una tras otra las excusas
para seguir mirando el señuelo.
duques con doble fondo,
rijosas duquesas de otros siglos
con herederos tarados,
hechiceros de sangre en bragueta
y hierro en el puño,
presos de altivo Armani,
chisteras rebosantes
de oro y basura.
Y la tropa, hambrienta y humillada,
en el tendido de sol, aparta
una tras otra las excusas
para seguir mirando el señuelo.
A esa tropa hambrienta y humillada, si no se despierta habrá que despertarla.
ResponderEliminarLo triste es lo de la tropa...
ResponderEliminarLa tropa siempre será tropa: carne de cañón de primera línea de batalla.
ResponderEliminarBueno, bonito, brilla, brilla, bueno, bonito, brilla, brilla...
ResponderEliminar¿Humillada?...me da a mi que eso requiere una cierta...digamos...Dignidad previa.
ResponderEliminarLamentablemente la del súbdito reside en su estómago, que más o menos satisfecho con las migajas, le hará disfrutar de un catatónico y relajante sueño Delta de libertad y bienestar. Cuatrocientos Euros...o cuatrocientas calorías obrarán milagros en aquellos espíritus que no saben soñar (¡¡ver mantra de Kir ;) !!).
El ciclo que estamos iniciando no es de Revolución sino de Sumisión. Nuestros hijos no querrán ni mirarnos a la puta cara. Menos mal que, quizá, los pobres no sepan siquiera por qué no nos quieren mirar a la put...
Kir: y atonta. O lobotomiza, no sé.
ResponderEliminarAtila, quizá tengas razón, para ser humillado hay que sentirse como tal. Y ahora con los minijob muchos se van a sentir realizados.
Ya.
ResponderEliminarHay otra cuestión, visitantes y vecino: si no hay, a la vista, remedio, me pregunto qué hacemos encaramados en los bordes, satisfechos, quizás, de no aplaudir, aunque los cristales que hay donde nos agarramos nos trizan las manos.
Juan Carlos, si estamos encaramados en los bordes es porque nos van empujando hacia afuera. Dentro de poco caeremos al vacío, y si no, al tiempo.
ResponderEliminar...y sin embargo...me pone como una moto cómo el puto zeñorito pasa del insulto a la adulación cuando 500 jornaleros le asaltan la finca, con un par de güevos. El día que le asalten todas y no para pedir trabajo sino para quedárselas para trabajarlas...¡¡a ver si cunde el ejemplo andaluz y empezamos a ponerlos nerviosos!!.
ResponderEliminarYa llegará el momento, Atila. Están haciendo oposiciones a ello.
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