He pasado un par de semanas de vacaciones en Francia. De ruta en coche, de hotel en hotel. Siempre que llegaba a mi habitación encendía la televisión para ver las noticias en las cadenas internacionales. A medida que se acercaba el día de la visita del papa B16 a Madrid las noticias sobre este evento, como es lógico, se hacían más frecuentes.
Hasta que llegó el momento. Esperaba que el papa lanzara un mensaje parecido al título de esta entrada. "El papa clama ante el mundo para que impida la muerte de miles de niños en Somalia". A fin de cuentas es uno de los problemas más graves y perentorios que tiene hoy la humanidad y que más veces he escuchado en las cadenas internacionales.
Pero nada de nada. Lo que me llegó al lugar de mis vacaciones es que el papa quiere que los jóvenes no cohabiten en pecado y se casen, y que se ordenen más sacerdotes. Ese ha sido su doble mensaje y con ese objetivo ha reunido a tantos jóvenes beatos en Madrid. Mensaje repetido también ayer por Kiko Argüello: ¡quiere curas para evangelizar China!
A B16 le preocupa solo su ombligo cuajadito de pelusillas de seda. Por un lado, imponer al mundo doctrinas retrógradas y medievales, como la visión católica del matrimonio; por otro, la perpetuación de la Puta de Babilonia, que cada día cuenta con menos adeptos (por muchos miles de beatillos que se traigan del mundo entero) y menos candidatos a oficiar esas ceremonias de superstición antopófaga, idólatra y politeísta que llaman misas.
No, B16 no se hincó de rodillas para pedir por el hambre en el mundo. Ni para pedir perdón por la pederastía que agusana la secta de arriba abajo. No. Se limitó a hacer proselitismo y a dispersar su mensaje insano. No podíamos esperar otra cosa de quien le dice al mundo que los condones no detienen el Sida.
Y todo ello con la genuflexión complacida de los reyes de España y del gobierno en pleno (además de la financiación, naturalmente).
Ah, perdónenme por mentir en el título de esta entrada.
Hasta que llegó el momento. Esperaba que el papa lanzara un mensaje parecido al título de esta entrada. "El papa clama ante el mundo para que impida la muerte de miles de niños en Somalia". A fin de cuentas es uno de los problemas más graves y perentorios que tiene hoy la humanidad y que más veces he escuchado en las cadenas internacionales.
Pero nada de nada. Lo que me llegó al lugar de mis vacaciones es que el papa quiere que los jóvenes no cohabiten en pecado y se casen, y que se ordenen más sacerdotes. Ese ha sido su doble mensaje y con ese objetivo ha reunido a tantos jóvenes beatos en Madrid. Mensaje repetido también ayer por Kiko Argüello: ¡quiere curas para evangelizar China!
A B16 le preocupa solo su ombligo cuajadito de pelusillas de seda. Por un lado, imponer al mundo doctrinas retrógradas y medievales, como la visión católica del matrimonio; por otro, la perpetuación de la Puta de Babilonia, que cada día cuenta con menos adeptos (por muchos miles de beatillos que se traigan del mundo entero) y menos candidatos a oficiar esas ceremonias de superstición antopófaga, idólatra y politeísta que llaman misas.
No, B16 no se hincó de rodillas para pedir por el hambre en el mundo. Ni para pedir perdón por la pederastía que agusana la secta de arriba abajo. No. Se limitó a hacer proselitismo y a dispersar su mensaje insano. No podíamos esperar otra cosa de quien le dice al mundo que los condones no detienen el Sida.
Y todo ello con la genuflexión complacida de los reyes de España y del gobierno en pleno (además de la financiación, naturalmente).
Ah, perdónenme por mentir en el título de esta entrada.
Te perdono, vecino mío.
ResponderEliminarAparte de los partes meteorológicos, porque en Normandía no ha hecho precisamente calor, lo más divertido de toda esta mierda papal y papista fue saber de la tormenta que les cayó (pero no calló) el sábado.
Lo más gracioso de esta gente es que, probablemente, a la tormenta que desarboló el tinglado se la tomarán como una prueba divina que han superado con estoicismo y no como una maldición de su dios, por sinvergüenza.
ResponderEliminarTe perdonamos, te perdonamos...
ResponderEliminar¡¡Evangelizar China otra vez!!..joé, el menda éste querrá satisfacer otro de los viejos vicios de la secta; la gula de sangre!!. Lo digo por la Revelión Taiping y sus casi 30 millones de chinos muertos en el nombre de Jesucristo y su nuevo mesías chino...de nombre impronunciable!!
ResponderEliminarAtila, bien mirado no es mala idea: ojalá se larguen a China todos juntos. A ver qué consiguen.
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