Para que exista arte debe existir la vida porque el arte, en sí mismo, no existe. Solo es en la medida en que puede ser apreciado por los seres humanos. Por eso a mí me resulta muy fácil responder a esa pregunta tramposa que se suele plantear a veces: «Si tuvieras que escoger, ¿qué salvarías de un incendio: un ser humano o una obra de arte tan sublime como la Gioconda?».
Al ser humano, por supuesto, sin el menor género de duda.
Por eso, la entrada de hoy está dedicada a un ser humano que está en peligro de muerte, pero que, desgraciadamente, no es canjeable por ninguna obra de arte. Se llama Nemat Safavi y tiene la desgracia de ser de Irán, ese país en el que desde años vive instalado un régimen salido del infierno. Iba a decir medieval, pero es mucho peor que eso. Sobre la faz de la tierra no ha existido nada parecido ni ahora ni en tiempos pasados y probablemente no lo tengamos que padecer en el futuro porque engendros así no pueden durar. Alguien podrá preguntar: «¿Pero el nazismo no era peor?». Y yo le contesto: No, el nazismo no fue peor. Lo malo del nazismo fue que su maldad se diseminó por el mundo, explotó como un grano infectado y salpicó a toda Europa. Pero el virus que contenía era incluso menos nocivo que el que se agazapa tras la mirada de los ayatolás. Confiemos en que la humanidad y los iraníes sepan contenerlo y extirparlo.
Pero mientras eso llega, las consecuencias de la irracionalidad, de la barbarie y del fanatismo las pagan los más débiles dentro del país: las mujeres son lapidadas por el pecado de haber sido violadas, los niños son mutilados por robar comida para saciar su hambre y los homosexuales son ahorcados solo por amar como ellos saben y entienden. Este es el caso de Nemat, que fue encarcelado con 16 años por amar a otro hombre. Fue condenado a muerte y hoy, con 19 años, espera la ejecución de la sentencia.
Pero desde aquí tratamos de impedirlo. Hay un movimiento, todavía lento y espeso, que busca su liberación. La sociedad española es solidaria como pocas y confíamos en que al final lograremos traerlo como refugiado político. Salvarle la vida.
La sociedad española es solidaria pero sus políticos, que son los que deben canalizar estos anhelos, son bastante lerdos e incapaces de apercibirse de lo que se les demanda. Están enfrascados en sus peleas de salón que no interesan a nadie. No es extraño que la última encuesta del CIS haya expresado la preocupación de los españoles por la clase política. Les preocupa más que el terrorismo de ETA. Es algo inconcebible que debiera hacer reaccionar a los grandes partidos. ¿Se imaginan? Un ciudadano cualquiera espetándole a la cara a Rajoy o a Zapatero: «Su actitud me resulta más preocupante que la de Txeroki». ¿Qué cara pondrían al escucharlo? Rajoy inflaría sus mofletitos imitando a Popeye, Zapatero alzaría sus picudas cejas.
Irán, como el resto del mundo musulmán, necesita un movimiento civil potente que logre ir acotando poco a poco el poder de los clérigos de turno, tal como ha sucedido en Occidente con la Iglesia a lo largo de los últimos siglos. Tarea aún más ardua en el mundo islámico ya que no tiene una estructura piramidal de mando como el católico. Aquí bastó con ir doblegando la cabeza de la hidra que habita en el Vaticano para que el resto de sus miembros se fueran relajando. El islamismo, por el contrario, es un mosaico de sensibilidades independientes unas de otras, interrelacionadas por su fe común, pero autónomas, que no pueden afrontarse con una estrategia conjunta.
Por otra parte, no conviene olvidar que gran parte de la culpa de lo que sucede en los países musulmanes es de Occidente, que impidió durante siglos de dominación que llegarán allí los valores de la Revolución Francesa y del mundo moderno, laico y avanzado. Le bastaba con explotar sus recursos, mantenerlos en la ignorancia y cuando no tuvo más remedio que concederles la independencia, sostuvo a tiranuelos que prolongaron los mismos criterios explotadores que las metrópolis.
Pero hoy es el Jueves de Nemat y no me quiero apartar de ello. Nemat es un chico al que no conocemos ni le ponemos rostro porque nadie ha divulgado su fotografía. Sin embargo, no nos resultará difícil a ninguno imaginar sus ojos grandes llenos de sorpresa cuando fue condenado a muerte por expresar su amor. ¿Quién puede entenderlo? ¿Quién puede regular las categorías del amor como el que regula la velocidad a la que se permite circular por las carreteras?
Por eso, es difícil poder disfrutar de esto:
cuando en nuestras cabezas resuena esto:
Cómo apreciar el arte de un cuadro como este
Si en nuestras retinas se nos han quedado grabadas imágenes como esta.
Nemat, no dejaremos que mueras por ser homosexual, porque tu vida, como todas, es una obra de arte irrepetible.
Uf, vecino: muy bueno.
ResponderEliminarLa piedra que hemos lanzado empieza a resonar o hacer más amplias sus ondas.
Pásate por el blog de Nemat: hay noticias frescas.
Gracias, Juan Carlos. Yo cada día soy más optimista. Me paso ahora mismo por el blog
ResponderEliminarEl arte está en cada persona, sí señor. Otro punto de vista que no había salido a relucir todavía.
ResponderEliminarSalu2
Markos, el ser humano es la obra de arte más perfecta que existe en la Naturaleza. Irrepetible e incopiable. Su protección debe estar por encima de todas las cosas
ResponderEliminarEjem, por pura deformación profesional, tengo que decir que "todo lo que se puede leer, se puede copiar" ergo los seres humanos se pueden copiar de forma artificial, leyendo el ADN y clonandolos. O de forma natural en plan copia-carbón como los gemelos.
ResponderEliminarAún así, son obras de arte igualmente.
Salu2
El ser humano es algo más que ADN, Markos, la oveja dolly se replicó pero no creo que nunca nadie pueda copiar exactamente a un ser humano, no solo en su aspecto físico, sino en el intelectual, en sus miedos, emociones, querencias, etc, etc. Eso, me temo que es irrepetible en cada uno de nosotros
ResponderEliminarEl ser humano es arte pero hay piezas y piezas. Antes de ayer en el curso de idiomas, me dio por ser sádico. Pensé a lo Stalin lo que yo haría con unos cuantos, por ejemplo Khamenei. Información como la de hoy, Nemat Safavi y 2 jóvenes más están a la espera de sentencia de muerte en Irán: en el blog de Nemat no hacen más que enfurecerme aún más. A veces me gustaría tener el poder de Robepierre y librar al mundo de algunas cabezas. Cuando me sosiego vuelvo a pensar en los idílicos paisajes de las Islas Kerguelen, tan bonitos, que me gustaría enviar allí anualmente un barco entero de gentuza para que no volvieran. Empezaría por el clero que tiene el pasaporte vaticano y el chií. Tengo mis razones. No hay nada más homófobo que aquel que se niega a sí mismo...
ResponderEliminarEstoy harto del corrupto fascismo iraní. Afortunadamente hay gente dentro (mucha, no sé si suficiente) que está mucho más harta que yo. A ellos les deseo el mayor de los éxitos. Hay que tumbar a ese régimen satánico (que no es el único) y si faltan piedras soy capaz de desmontar Montserrat y catapultarla entera para allá.
Un abrazo muy rabioso.
Estupendo artículo el que te has marcado Paco.
ResponderEliminarJuntos podremos salvar a Nemat, estoy seguro.
Tienes razón, Santi, hay obras de arte que parecen diabólicas. Pero eso es culpa de ellas mismas, porque este tipo de arte (el humano) tiene la capacidad de ir perfeccionándose para ser cada vez más sublime, o degradándose hasta los estratos más bajos de lo humano. Y ahí están tus "amigos" Ajmadineyah (o como coño se escriba que no me voy a molestar en buscarlo) y el tabletas, entre otros.
ResponderEliminarGracias, Santi. Together we can. ¿Es así?
El cuerpo humano es perfecto, es un conjunto de engranajes que encajan para mantener un equilibrio constante. Otra cosa es la mente humana, a mi parecer, una maravilla de la ciencia. Quizás por eso joda tanto, que estos gilipollas la malgasten de esta manera, con sus prejuicios y sus mierdas. Aún no sé por qué carajos vi el segundo vídeo, de él, lo único que sacas en conclusión es que el mundo está hecho por y para el varón blanco heterosexual. Y me enervo y enfurezco y AARGHHHHH!!
ResponderEliminarMe uniré a Santi en su afán por cortar cabezas y así podré estrenar la guillotina del Ikea, de una jodida vez!
:-( buuuuu
Kir, el cuerpo humano es perfecto y la mente también... aunque a veces produzca excrementos difíciles de comprender. Creo que muy pronto tendrás que desembalar la guillotina
ResponderEliminarTe he imaginado, mientras leía, sobre una tarima en mitad de una clase de Historia del Arte, una de esas que sólo saben dar los grandes maestros, esos que para enseñar sobre algo en concreto pueden hablar de cualquier otra cosa.
ResponderEliminarResulta tan desestabilizador ver imágenes como ésas que no se entiende cómo puede haber personas que ni siquiera se alteren lo mínimo o, peor aún, que incluso las aplaudan. Es duro imaginarse el día a día en un entorno así. En fin, tenemos la inmensa suerte de encontrarnos en uno tremendamente distinto, y por eso lo menos que podemos hacer es continuar luchando por lo que creemos justo y necesario.
Sigamos.
Muchas gracias, Mr. por tu bondad al imaginarme como un maestro. Pero nada más lejos de la ralidad.
ResponderEliminarEs cierto, es duro vivir en aquel ambiente. pero también debe er muy desalentador darse cuenta de que hay gente que acuda a estas lapidaciones, y no solo para mirar (y quizá disfrutar), sino también para lanzar piedras. Desolador.
Lo que es arte, es encontrar a un amigo, despues de pasar 30 años, sin saber nada de el, y darte cuenta, de lo mucho que ha madurado, aunque haya perdido por el camino, su hermosa melena rubia.
ResponderEliminarAhora, que te he localizado, espero seguirte la pista.
Un abrazo.
Alfonso ( regresando del pasado )
Alfonso, Alfonso... solo puedes ser tú, jajajaja. No te creas que me has desconcertado. Es cierto que me has sorprendido, sí, pero enseguida he caído porque ya tuve noticias tuyas hace unas semanas... Por cierto, ¡tú no has perdido nada! ¿Cómo lo haces?
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