Yolanda Barambio ha publicado esta crítica en el Tintero, de la Comunidad de El País, sobre "Memorias del guerrillero con dos cabezas", que os copio a continuación. El enlance es este.
Francisco Galván nos cuenta la historia del guerrillero con dos cabezas, una novela histórica con una trama apasionante que engancha desde la primera de las páginas; nos introduce en la España de 1800, nos hace conocer de cerca a Goya, e incluso, salvar de la desmemoria la cabeza de Velazquez. Leandro Honrubia Xicopetec, hijo bastardo de un rico hacendado español y una india mexicana, se traslada a Madrid para trabajar como aprendiz de Francisco de Goya, así comienza esta novela no exenta de reivindicaciones como la poca memoria que tenemos los españoles con nuestra historia y nuestros ilustres antepasados; o la incapacidad que aún arrastramos de no ver la evolución ni aunque la tengamos a dos palmos de nuestras narices. Así hicimos cuando expulsamos a un rey francés ilustrado y que abolió la Inquisición, a cambio de instaurar una monarquía, se supone que española, aunque fuera analfabeta y absolutista. Esta y otras muchas reivindicaciones nos las encontramos en una novela magníficamente escrita, con un argumento realmente original.
La novela histórica está de moda, pero lamentablemente para unos, y a fortunadamente para los lectores, aún nos queda el refugio de los buenos escritores y las buenas novelas, históricas o no.
Mención aparte merece la imagen que nos lanza Galván de Goya, en su persona se escenifica la frustracción de no ver su adorada ilustración ni siquiera en aquellos que debieran simbolizarla. Un pintor que odiaba todo aquello que le daba de comer y que le sometía. Una frustración que nos toca de cerca, que experimentamos todos los que tenemos sueños, es la frustración de quién quiere creer en las utopías, de aquellos que esperan siempre que el tiempo les de la razón y por fin demostrarle al planeta y a sí mismos que un mundo mejor es posible.
Este periodista y escritor se aleja del fervor patrio y el maniqueismo, simplemente quiere ofrecer una visión realista e histórica que es el telón de fondo de una trama apasionante, la de un mexicano que viaja a través de la España de 1800 y observa los acontecimientos desde una prespectiva nueva y mucho más objetiva.
Memorias del guerrillero con dos cabezas (Algaida), es un gran ejercicio de buena literatura, buena historia y buen entretenimiento. Redonda
Francisco Galván nos cuenta la historia del guerrillero con dos cabezas, una novela histórica con una trama apasionante que engancha desde la primera de las páginas; nos introduce en la España de 1800, nos hace conocer de cerca a Goya, e incluso, salvar de la desmemoria la cabeza de Velazquez. Leandro Honrubia Xicopetec, hijo bastardo de un rico hacendado español y una india mexicana, se traslada a Madrid para trabajar como aprendiz de Francisco de Goya, así comienza esta novela no exenta de reivindicaciones como la poca memoria que tenemos los españoles con nuestra historia y nuestros ilustres antepasados; o la incapacidad que aún arrastramos de no ver la evolución ni aunque la tengamos a dos palmos de nuestras narices. Así hicimos cuando expulsamos a un rey francés ilustrado y que abolió la Inquisición, a cambio de instaurar una monarquía, se supone que española, aunque fuera analfabeta y absolutista. Esta y otras muchas reivindicaciones nos las encontramos en una novela magníficamente escrita, con un argumento realmente original.
La novela histórica está de moda, pero lamentablemente para unos, y a fortunadamente para los lectores, aún nos queda el refugio de los buenos escritores y las buenas novelas, históricas o no.
Mención aparte merece la imagen que nos lanza Galván de Goya, en su persona se escenifica la frustracción de no ver su adorada ilustración ni siquiera en aquellos que debieran simbolizarla. Un pintor que odiaba todo aquello que le daba de comer y que le sometía. Una frustración que nos toca de cerca, que experimentamos todos los que tenemos sueños, es la frustración de quién quiere creer en las utopías, de aquellos que esperan siempre que el tiempo les de la razón y por fin demostrarle al planeta y a sí mismos que un mundo mejor es posible.
Este periodista y escritor se aleja del fervor patrio y el maniqueismo, simplemente quiere ofrecer una visión realista e histórica que es el telón de fondo de una trama apasionante, la de un mexicano que viaja a través de la España de 1800 y observa los acontecimientos desde una prespectiva nueva y mucho más objetiva.
Memorias del guerrillero con dos cabezas (Algaida), es un gran ejercicio de buena literatura, buena historia y buen entretenimiento. Redonda
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