Esa frase del título se la he oído hoy en el Metro de Madrid a una señora indignada. Era una señora de esas que antes llamábamos de las clases populares y que hoy no lo hacemos porque no hay clases populares. Solo clases pudientes o clases medias o quizá, incluso, de esas clases a las que alude el PP que han gastado más de lo que tenían y asi nos va como nos va.
Esa señora, chaparrita y renegría, iba acopada de su hija y ha dado tres euros al taquillero y le ha pedido dos billetes. "¿Adónde va usted?", le ha preguntado el empleado, porque se paga según el trayecto que hagas (cuanto más lejos, más caro). "¡A Ópera!; joder ya hay que decir a dónde va una en el Metro!". El taquillero se ha encogido de hombros y ha replicado con una sonrisa que él solo hace lo que le mandan. Entonces es cuando la señora ha soltado la frase susodicha: "a este gobierno habría que ahorcarlo".
Yo estaba detrás de ella y he tenido la tentación de decirle que no es el Gobierno de Rajoy el culpable de que ella tenga que decirle al taquillero adónde va, como si fuera su tutor, sino que es cosa de la Aguirre. Pero me contuve, quizá se refería a que había que ahorcar al gobierno de la Comunidad, aunque no lo creo. Luego pensé si no será esta señora uno de los votantes de Esperanza Aguirre. Teniendo en cuenta que el PP obtuvo casi la mitad de los votos emitidos mi porcentaje de error/acierto es del cincuenta por ciento. Pero me pareció injusto para con ella catalogarla para mis adentros como "peperovotante", aunque me daba a mí que no me equivocaba.
El caso es que la señora se fue al andén y yo saqué mi bono de diez viajes (12 euros), que a eso iba. Y luego salí porque mi intención era tomar el autobús (en los buses no venden el bono) porque iba a dedicar la mañana a visitar el museo Sorolla (Una joya que tiene Madrid y pocos conocen, dicho entre paréntesis)
Alli, esperando bajo la marquesina, maté el tiempo observando el moderno sistema electrónico (creo que por GPS) que te informa de los minutos que tardarán los autobuses en llegar a dicha parada. Yo iba a tomar el 27 y vi que me anunciaba 4 minutos de espera. No estaba mal. Me fije que el 34 tardaría "+20" minutos. Compadecí a los usuarios del 34. Tantas modernidades, tanto subir el billete de precio para que luego te tengan más de veinte minutos de espera un 29 de agosto a mediodía con un servicio deplorable.
Bien pues el primer autobús que vino fue el 34 a los dos o tres minutos como mucho.¿Le habrían conectado el turbo propulsor? Al cabo de diez minutos, al 27 seguían faltándole 4 minutos para llegar, pasó otro 34, además de otros varios de diferentes líneas. Cuando, al fin, casi después de un cuarto de hora de espera, apereció el 27 no era uno sino tres. Tres autobuses de la misma línea juntitos, como en procesión. Y en efecto, parece que compartían la idea central del Jueves Santo, la pasión, porque en el que subí no había aire acondicionado. ¿Medidas de ahorro?
En fin, en el museo Sorolla olvidé todos estos contratiempos. Es un lugar muy recomendable: la casa donde vivió el pintor valenciano desde 1900, cuando la mandó edificar en la calle Martínez Campos, hasta poco antes de su muerte en 1923. Es museo desde 1932 y en su inauguración estuvo el entonces presidente de la República, Manuel Azaña, en un acto muy celebrado. Allí están muchos de sus cuadros más famosos y otros menos, aunque igual de notables, como este de abajo: "La trata de blancas".
Aprovecho para hacer publicidad de matute de una de mis novelas, "Memorias del guerrillero con dos cabezas". El motivo de la portada es un detalle de unos de sus cuadros (que no está en el museo):
"Defensa del parque de artillería de Monteleón".
Por cierto, la entrada solo vale 3 euros, casi como mi libro en ebook.
Para regresar tomamos el metro en Rubén Darío. El convoy llegó enseguida pero de nuevo sin aire acondicionado. Todos los viajeros íbamos sofocados, peor que en un transporte de ganado (¿alguno de los que me leeis asiduamente os suena lo de bienes semovientes? Pues eso). El ganado viaja más cómodo porque la Unión Europea dictó hace tiempo reglas precisas para ello. También tenemos normas para el transporte de personas pero esas no se cumplen porque hay que ahorrar y si los viajeros se cuecen en su propio jugo, que se jodan
(¿Qué me recuerda esta frase que me ha salido tan espontánea?)
El caso es que vine dándole vueltas a la posibilidad de pedir la hoja de reclamaciones o de presentar al Metro una queja online, pero al final me decidí por escribir este post, que con toda seguridad tendrá más lectores. ¿De qué serviría lamentarse por la falta de aire acondicionado ante una Administración que recorta en Sanidad y Educación, debe millones de euros a los abogados del turno de oficio y tiene una presidenta que a duras penas llega a fin de mes? Una minucia.
¡Qué fresquito! al abandonar el vagón, con la camisa pegada al cuerpo como si saliera de una sauna,Y cuando accedí a la calle, ¡qué delicia, 33 grados a la sombra!... Pensé que me constipaba del frío... ¡Atchís! coño, me constipé de verdad.
Me preguntó qué hubiera dicho la señora regordeta del Metro en mi lugar. Claro que lo mismo ella tuvo una una peripecia similar.
Estas fotos las tomé en el museo. Fue con el móvil, de ahí si baja calidad de imagen. Pero merecen la pena.
Esa señora, chaparrita y renegría, iba acopada de su hija y ha dado tres euros al taquillero y le ha pedido dos billetes. "¿Adónde va usted?", le ha preguntado el empleado, porque se paga según el trayecto que hagas (cuanto más lejos, más caro). "¡A Ópera!; joder ya hay que decir a dónde va una en el Metro!". El taquillero se ha encogido de hombros y ha replicado con una sonrisa que él solo hace lo que le mandan. Entonces es cuando la señora ha soltado la frase susodicha: "a este gobierno habría que ahorcarlo".
Yo estaba detrás de ella y he tenido la tentación de decirle que no es el Gobierno de Rajoy el culpable de que ella tenga que decirle al taquillero adónde va, como si fuera su tutor, sino que es cosa de la Aguirre. Pero me contuve, quizá se refería a que había que ahorcar al gobierno de la Comunidad, aunque no lo creo. Luego pensé si no será esta señora uno de los votantes de Esperanza Aguirre. Teniendo en cuenta que el PP obtuvo casi la mitad de los votos emitidos mi porcentaje de error/acierto es del cincuenta por ciento. Pero me pareció injusto para con ella catalogarla para mis adentros como "peperovotante", aunque me daba a mí que no me equivocaba.
El caso es que la señora se fue al andén y yo saqué mi bono de diez viajes (12 euros), que a eso iba. Y luego salí porque mi intención era tomar el autobús (en los buses no venden el bono) porque iba a dedicar la mañana a visitar el museo Sorolla (Una joya que tiene Madrid y pocos conocen, dicho entre paréntesis)
Alli, esperando bajo la marquesina, maté el tiempo observando el moderno sistema electrónico (creo que por GPS) que te informa de los minutos que tardarán los autobuses en llegar a dicha parada. Yo iba a tomar el 27 y vi que me anunciaba 4 minutos de espera. No estaba mal. Me fije que el 34 tardaría "+20" minutos. Compadecí a los usuarios del 34. Tantas modernidades, tanto subir el billete de precio para que luego te tengan más de veinte minutos de espera un 29 de agosto a mediodía con un servicio deplorable.
Bien pues el primer autobús que vino fue el 34 a los dos o tres minutos como mucho.¿Le habrían conectado el turbo propulsor? Al cabo de diez minutos, al 27 seguían faltándole 4 minutos para llegar, pasó otro 34, además de otros varios de diferentes líneas. Cuando, al fin, casi después de un cuarto de hora de espera, apereció el 27 no era uno sino tres. Tres autobuses de la misma línea juntitos, como en procesión. Y en efecto, parece que compartían la idea central del Jueves Santo, la pasión, porque en el que subí no había aire acondicionado. ¿Medidas de ahorro?
En fin, en el museo Sorolla olvidé todos estos contratiempos. Es un lugar muy recomendable: la casa donde vivió el pintor valenciano desde 1900, cuando la mandó edificar en la calle Martínez Campos, hasta poco antes de su muerte en 1923. Es museo desde 1932 y en su inauguración estuvo el entonces presidente de la República, Manuel Azaña, en un acto muy celebrado. Allí están muchos de sus cuadros más famosos y otros menos, aunque igual de notables, como este de abajo: "La trata de blancas".
Aprovecho para hacer publicidad de matute de una de mis novelas, "Memorias del guerrillero con dos cabezas". El motivo de la portada es un detalle de unos de sus cuadros (que no está en el museo):
"Defensa del parque de artillería de Monteleón".
Por cierto, la entrada solo vale 3 euros, casi como mi libro en ebook.
Para regresar tomamos el metro en Rubén Darío. El convoy llegó enseguida pero de nuevo sin aire acondicionado. Todos los viajeros íbamos sofocados, peor que en un transporte de ganado (¿alguno de los que me leeis asiduamente os suena lo de bienes semovientes? Pues eso). El ganado viaja más cómodo porque la Unión Europea dictó hace tiempo reglas precisas para ello. También tenemos normas para el transporte de personas pero esas no se cumplen porque hay que ahorrar y si los viajeros se cuecen en su propio jugo, que se jodan
(¿Qué me recuerda esta frase que me ha salido tan espontánea?)
El caso es que vine dándole vueltas a la posibilidad de pedir la hoja de reclamaciones o de presentar al Metro una queja online, pero al final me decidí por escribir este post, que con toda seguridad tendrá más lectores. ¿De qué serviría lamentarse por la falta de aire acondicionado ante una Administración que recorta en Sanidad y Educación, debe millones de euros a los abogados del turno de oficio y tiene una presidenta que a duras penas llega a fin de mes? Una minucia.
¡Qué fresquito! al abandonar el vagón, con la camisa pegada al cuerpo como si saliera de una sauna,Y cuando accedí a la calle, ¡qué delicia, 33 grados a la sombra!... Pensé que me constipaba del frío... ¡Atchís! coño, me constipé de verdad.
Me preguntó qué hubiera dicho la señora regordeta del Metro en mi lugar. Claro que lo mismo ella tuvo una una peripecia similar.
Estas fotos las tomé en el museo. Fue con el móvil, de ahí si baja calidad de imagen. Pero merecen la pena.
Transporte "público" y sauna por el mismo precio... Como se entere Esperanza os sube más el bono.
ResponderEliminar¡Chist!, ¡calla que te escucha!
ResponderEliminarEl pasado año tuve que hacer un trabajo sobre Sorolla- Considero que las mejores pinturas son las de sus últimos años. Escribes que es un primor, así que me pregunto¿Qué hace un escritor tan ingenioso como tu en una EFE tan aburrida?
ResponderEliminarGracias Rosa María, uno hace lo que puede donde puede. Llevo en EFE treinta años y nunca me he aburrido (mucho). Ahora la cosa esta cruda, ciertamente. No soy experto en pintura y mucho menos en Sorolla, pero hay cuadros de todas sus etapas muy interesantes y no solo los típicos y archiconocidos de playa. Los múltiples retratos que hizo a su mujer durante toda su vida son espectaculares. A mi me encanta uno del segundo piso. este, concretamente:
Eliminarhttp://fotografodefuenlabrada.blogspot.com.es/2009/11/clotilde-mujer-de-sorolla.html
Existe un nuevo medio de transporte. Se llama teletransportación cuántica.
ResponderEliminarAunque de momento solo transporta información, creo que en tu caso puede transportar materia...
Prueba, prueba,... que los conservadores darán palmas.
jajajaja
Ha sido divertido leer tu entrada. Que no falte el humor ni la ironía.
Teclea y se feliz.
Por cierto ... el metrocentro sevillano siempre tiene aire acondicionado. Siquiera de momento. :)
Si tiene éxito, los conservadores lo privitazarán y se adjudicarán alguno de sus amiguetes para que se haga millonario (y cobrar las comisiones pertinentes)
ResponderEliminarIba a hacer una comparación entre el servicio que presta la EMT y ciertas organizaciones italianas, pero me(te) la ahorro. Raro es lo que cuentas del 27, pues es, o ha sido, una de las líneas más fiables, aire acondicionado aparte (por cierto, en los autobuses dobles, por mucho que le metan atrás no se nota).
ResponderEliminarTendrías que probar el Minimetro de Perusa (Perugia). Una monada moderna que funciona como un reloj, con una frecuencia de unos dos minutos. El precio del tique es de un euro y cincuenta céntimos, tique, que, por cierto, puedes volver a usar durante una hora a partir de su convalidación en otros medios como el autobús.
La salida de la señora es más populista que popular. Y ahí está, ciertamente, parte del problema. Si hubiera que tirar de horca, el Gobierno de España y el de Madrid no deberían ser los únicos candidatos.
En cuanto a Sorolla, pues me quito el gorrito que uso por ahí cuando aprieta la calor. Si hablamos de museos, qué poco visitamos los madrileños las maravillas que tenemos. Por citar, aparte de algunos consabidos y, por supuesto, el de Sorolla, otros tres: el Cerralbo, el de América, el Arqueológico. Casi estoy por decir, abundando en lo que anoto arriba, que no me extraña que ciertos merluzos decidieran cobrar en nuestros museos.
Vecino, es cierto lo que dices del 27. Lo lamentable es el servicio de información de los postes. El 27 funciona tan bien que van de tres en tres y como son dobles, parecen un tren de mecancías. El aire no funcionaba en la parte delantera.
ResponderEliminarEn italia no he usado el tansporte público, solo el tren para ir de Verona a Venecia, y merece un post completo: dos horas a la ida casi todo el rato de pie (es como un metro) y a la vuelta hubo un atropellado en la vía antes de que nosotros salieramos y lo hicimos con retraso y luego el convoy tardo casi 4 horas.
Tomo nota del Cerralbo, que es el único que no conozco de los que mencionas, y añado el Geológico Minero (creo que se llama así), en Ríos Rosas, que mantiene en todo lo alto de su fachada (nunca mejor dicho) un escudo que es el monumento franquista más grande después del Valle de los Caídos. Por cierto escribí un post sobre ello en "El hombre del pirulí" que voy a rescatar.
El museo Sorolla, maravilloso, yo viv'ia justo enfrente, en el 38 de Gral. Mart'inez Campos durante cinco a;os, no se que le pasa a esto que tiene todos los ignos cambiados, por lo que tuve tiempo de hacer unas pocas visitas y me encsnt'o, en Madrid hsb'is muchos palacetes de ese estilo...
ResponderEliminarEn cuanto a lo del 27 es cierto que es de los mas fidelignos y pasan muy seguidos, a la se;ora le doy la raz'on tanto si se refiere al PP o a la comunidad de Madrid, ambos son del mismo fachismo asquerosillo..Abrazo Paco,