El cristianismo es lo que es hoy gracias al emperador Constantino, que lo apoyó frente a la tradición grecolatina de los siglos anteriores. Esa es la tesis que mantiene Barbara Pastor en su interesantísmo ensayo Constantino. La invención del Cristianismo (editorial Oberón).
El emperador se hallaba en una difícil situación con la descomposición del viejo Imperio Romano, sumido en una guerra civil y sujeto a graves amenazas exteriores. Constantino, antes de enfrentarse a su mortal enemigo, Majencio, proclamó que había visto en el cielo una gran cruz de fuego que le anunciaba la victoria. Verdad o no, Constantino derrotó a su enemigo en la batalla del Puente Milvio en el año 312. Desde entonces los cristianos gozaron de todos los privilegios en detrimento de los seguidores de los cultos paganos.
Su apoyo a esta doctrina no le impidió ejecutar a su hijo Crispo ni a su mujer Fausta, incitado por celos de su madre, Helena, una antigua tabernera. Helena, hoy santa para los católicos, viajó a Tierra Santa donde localizó todo lo localizable relacionado con Jesús. Hasta la cruz. Dice la leyenda que para comprobar si era la auténtica, colocó sobre ella un cadáver y resucitó. Esta anécdota no la cuenta Bárbara Pastor, pero sí recoge otra igualmente fantástica. Helena le dijo a su hijo que debía abandonar el paganismo y convertirse al judaísmo. Entonces doce rabinos y el papa Silvestre se colocaron en torno a él. En el centro , dos jueces paganos. Los rabinos demotraron que podían matar un buey susurrándole al oído el nombre de Jehová. Pero el papa lo resucitó al pronunciar el nombre de Jesucristo. Ante tal maravilla, Contantino optó por el cristianismo.
Lo cierto es que Constantino, necesitado de unidad en su imperio, comenzó por unificar la nueva fe, optando por una de las varias interpretaciones que se hacían en aquel tiempo y cercenando de raíz a las demás. Fue en el concilio de Nicea, en el 325. Gracias a él, la teoría de la Santísima Trinidad se impuso a la defendida por los arrianos, quienes aseguraban que Jesús era inferior a Dios.
El control de la sexualidad fue una de las mayores preocupaciones para él y para los obispos de la pujante fe. Naturalmente, en este asunto la mujer siempre era la incitadora. "Donde hubiera mujeres, había problemas", recueda Pastor, y añade que "el siglo de Constantino fue el siglo del celibato masculino".
Constantino murió el 22 de mayo de 337, y solo en el lecho de muerte se bautizó, curiosamente de manos de un obispo arriano.
Voy deprisa, que ya es tarde.
ResponderEliminarLos preceptos o dogmas de la Iglesia nunca han impedido el asesinato. Me imagino al pobre Constantino muy arrepentido en el lecho de muerte por el filicidio y el uxoricidio. Naturalmente, el obispo lo absolvería. Manda... que fuera arriano.
Las anécdotas que seleccionas son jugosísimas y aleccionadoras, sean o no ciertas. Se podría añadir, para acentuar el despropósito de una de ellas, que si se juntansen todos los pedazos del lignum crucis que hay por ahí, darían para más de una cruz.
Con todo, quizá pueda apreciarse un puntillo de ecumenismo en el bautizo del gran Constantino.
Intereante artículo, vecino. Habrá que echarle el guante al libro de la señora Pastor.
Pues ayer comencé a leer otro jugosísimo: "El Catolicismo explicado a las ovejas", de Juan Eslava Galán. Es muy fuerte y hay que leerlo despcio para disfrutarlo
ResponderEliminarBueno, pues ya estoy aquí. Has tocado uno de mis temas favoritos que me gustaría ir continuando en estos días en algo así como un feedback (¿se dice así?). El post que has escrito es muy interesante y nos deja con la miel en los labios... ¡Queremos más! Realmente lo que pasó en la época de Contsantino bien puede llamarse INVENCIÓN de una religión; pues lo que anteriormente era el Cristianismo quedó totalmente desdibujado, modificado, creándose algo nuevo. Me han divertido mucho las anécdotas que explicas, especialmente que Santa Helena fuera una tabernera. Una de las cosas que más me ha fascinado de este momento es cómo narices consiguieron fusionar totalmente el paganismo con el cristianismo. La invención de los santos y mártires con atributos divinos que hasta entonces formaban parte de divinidades romanas, fue uno de los éxitos (¿Sabíais que los musulmanes hispanos llamaban a los cristianos “politeístas”); eso, y la superposición de la jerarquía religiosa en todos los ámbitos del Imperio. Respecto a lo que dices de la sexualidad, creo que él que más jodió fue Teodosio y el tal Ambrosio de Mediolanum, al menos en cuanto a la homosexualidad y su condena. Ah, y lo de Nicea da para varios post… ¿no fue ahí donde dejaron todos los evangelios en una sala, la cerraron y por la mañana se encontraron a todos en el suelo menos los 4 canónicos?
ResponderEliminarConstantino fusionó poco pero fue habil al no pronunciarse abiertamente al principio. Hablaba de "divinidad" y eso le valía para todo. iotra anédcota es la del arco de Constantino que está en Roma. Hbla de agradecimiento a la divinidad, pero cuando los experos subieron con andamios para examinarlo se encontraron con que antes ponía Júpiter. Y se construyó mucho después de favorecer a los cristianos. Parecía gallego, el tío.
ResponderEliminarEn Nicea fue, sí, donde decidieron cuáles eran los evangelios canónicos. También se inventó el Credo.
Teodosio (español) fue el que declaró al cristianismo religión de Estado y única legal. Eso desató la persecución de los paganos y fue el origen de la segunda destrucción de la Biblioteca de Alejandría y el terribel asesinato de Hypatia. (Lo cuento yo en mi novela "El avengelio de barrabás", para quien guste).
¿Teodosio español???!!! Jajajajajaja, los nacionalistas españoles sois la hostia!!! Como decimos los GALLEGOS de mi tierra: cuando Teodosio nació, España estaba "nos cornos da lúa". Sí, en los cuernos de la luna estaba su España en tiempos de Teodosio. Menuda entelequia! Y todavía seguís, los españoles, fabulando sobre vuestra nación fallida. Por eso vuestra historia es, en realidad, un fabulario grandioso y esperpéntico.
Eliminar¿Teodosio español???!!! Jajajajajaja, los nacionalistas españoles sois la hostia!!! Como decimos los GALLEGOS de mi tierra: cuando Teodosio nació, España estaba "nos cornos da lúa". Sí, en los cuernos de la luna estaba su España en tiempos de Teodosio. Menuda entelequia! Y todavía seguís, los españoles, fabulando sobre vuestra nación fallida. Por eso vuestra historia es, en realidad, un fabulario grandioso y esperpéntico.
EliminarTe recuerdo que Franco era gallego. Igual de "nacionalista" que tú.
Eliminarperdón por las erratas
ResponderEliminarHecho, la novela queda para mi lista de lectura de verano!! Tiene gracia lo del arco. Esta Navidad estuvimos empapándonos durante 20 minutos mientras admirábamos el arco y leíamos mi libro-chuleta de viaje sobre cosillas romanas. Y justo ayer hablábamos del tema en la cena. Esta casualidad bien podría inscribirse en la lista de milagros épicos como la misma visión de la cruz de Constantino. Jajaja a lo mejor Cristo que está cansado de esta gentuza que lo nombra en vano día sí, día también, nos manda estas señales para que sigamos adelante en esta denuncia... Qué ida de olla...
ResponderEliminarY de aquellas lluvias vinieron estas tempestades. ¿Matar bueyes con palabras y resucitarlos? joer, sabían mucho de veterinaria y nervios clave los tipos esos ¿eh?. Lo mismo te mataban con un dedo y todo.
ResponderEliminarPor lo demás casi parece que por sus actos tenía claro que quería fundar una religión para el pueblo (temas como el de Júpiter como mayor de los dioses y compañía). Una doctrina que los uniera y a la vez aborregara. Y la encontró, vaya que sí.
Esa misma historia la leí en "Mentiras Fundamentales de la Iglesia Católica", de Pepe Rodríguez, un libro muy divertido de leer. Bueno a mi me pareció muy divertido, porque además de esta historia va desgranando las incongruencias y mentiras de antiguo testamento y nuevo.
ResponderEliminarCuenta ahí como eligieron los cuatro evangelios, del nuevo testamento? Eso sí que fue una buena fumada XD
Salu2
santi, sí era una pasada, pero a los que se picaban no les quedaban ganas de cachondeo. son tiempos lejanos ya pero son muy reveladores somo cómo se fraguó el catolicismo.
ResponderEliminardezaragoza, las mismas chorradas están en el Antiguo Testamento. Hoy día hasta las jeraquía eclesíastica le quita credibilidad, pero que les quiten lo bailaon.
Markos, no conozco el libro ese que mencionas pero es más que probable que las anécdotas estén en muchos lados. Lo interesantes es saber cómo el tío configuró una religión con sus ritos a su medida.
Lo de los cautro evangelios fue tal cual. es como si aquí en Bitácoras elieran ahora 4 blogs para decir que son los auténticos y que los demás son aprócrifos.
Yo recomiendo leer Año 303 inventan el cristianismo de Fernando Conde Torrens
ResponderEliminarConstantino es una obra espectacular, una de las mejores ilustraciones dle Cristianismo, la recomiendo mucho y además no olviden que debemos orar, para siempre estar con fe y agradecimiento.
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