Recientemente una jueza ha dictaminado que el músico polaco Frederic Chopín no durmió en la celda número dos de la Cartuja de Valldemossa durante su estancia en Mallorca , en el invierno de 1838-39, en compañía de su pareja, la escritora George Sand . La sentencia determina también que el piano que ocupa la celda tampoco es el que usó el genial artista ya que su fabricación es posterior a la citada fecha. Para evitar más engaños a los miles de turistas que visitan anualmente la celda, la magistrada ordena que se acabe con la "publicidad engañosa" que hasta la fecha ha anunciado el lugar como residencia efímera de Chopín. Ni Chopín ocupó esa celda (parece que se hospedó en la contigua) ni tocó tal piano.Loable actitud la de la jueza, aunque probablemente los turistas seguirán acudiendo (y pagando) para visitar la celda número dos porque los mitos son más fuertes que la realidad y que las sentencias judiciales, por muy documentadas que estén. Aprovecho para pedir a la...