tag:blogger.com,1999:blog-7739679037113463592024-02-08T01:49:31.411+01:00Francisco GalvánFrancisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.comBlogger268125tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-65183183189597941462017-12-17T02:16:00.001+01:002017-12-17T05:51:57.617+01:00MATAR A LA BESTIA (2)(continuación de <strong><a href="https://franciscogalvan.blogspot.com.es/2017/12/el-dia-de-la-bestia-1.html" target="_blank">Matar a la bestia)</a></strong><br />
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En la comisaría le dieron una paliza y lo humillaron. Querían saber quiénes eran sus cómplices. De nada le sirvió explicarles que era un parado enfermo de cáncer de páncreas al que iban a desahuciar la semana siguiente.</h1>
No lo creyeron hasta que tuvieron en la mano la información del INEM, del banco y de la Seguridad Social. Era cierto. Le habían diagnosticado un cáncer de páncreas el año anterior y debido a las continuas inasistencias al trabajo, había sido despedido de la multinacional en la que trabajaba. No pudo hacer frente a la hipoteca y el banco ya le había anunciado el desahucio. Para colmo, el oncólogo le comunicó, con gran pesar, que su cáncer era difícil y que a la <b>Seguridad Social</b> no le merecía la pena prescribirle el carísimo tratamiento que necesitaba para alargarle la vida unos meses. Aunque si quería podía pagárselo de su bolsillo…<br />
<a name='more'></a><br />
<strong>Tres meses de vida le dieron.</strong><br />
Pensó en suicidarse. Anduvo varias semanas dándole vueltas al asunto pero no se decidía. La situación en que quedarían sus hijos, menores de edad, detenía su mano.<br />
Al final urdió un plan para, al menos, dejar algo de dinero a sus hijos. Así fue como se puso en contacto con la emisora. Incluso había comprometido un libro con una editorial de los mismos propietarios.<br />
Si tenía éxito, le prometieron, podría someteré al tratamiento oncológico desde la cárcel, lo que le alargaría la vida dos o tres años, tiempo suficiente para poner por escrito sus vivencias.<br />
Naturalmente, estos detalles no se los contó a la policía y tampoco al juez.<br />
Le resultó extraño que algunos de los agentes que lo habían golpeado con saña, al conocer de su propia boca las motivaciones que lo habían llevado a cometer el crimen, le pidieron disculpas. Le comprendían, ¡vaya si le comprendían!<br />
El juez le recriminó por haberse tomado la justicia por su mano. Así lo definió el magistrado en una conversación privada que no quedó registrada en la declaración. No era poco que reconociera que se había tratado de un acto de justicia, aunque fuera <b>justicia ilegal</b>.<br />
Eso le dio pie para debatir con el juez sobre la <b>legalidad</b> y la <b>justicia</b> de las normas que nos gobiernan. ¿Son términos equivalentes? ¿Por qué la legalidad tiene el monopolio de la justicia y, sobre todo, de la violencia? ¿El ser humano no tiene derecho a defenderse con la violencia, si es preciso, cuando es agredido y humillado, llevado al límite de su dignidad como persona?<br />
En los días que estuvo encerrado a la espera de juicio, el Gobierno —ahora presidido por una mujer—, cambió las leyes hipotecarias, rectificó la legislación laboral y frenó su galopante privatización de la Sanidad Pública.<br />
Entonces se felicitó de no haberse dejado llevar por la desesperación, de no haberse levantado la tapa de los sesos de un disparo, como fue su primera intención. Comprendió que, a veces, u<strong>na actuación puntual, bien dirigida, puede cambiar muchas cosas</strong>. Muchas, muchas cosas.<br />
<br />
FinFrancisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-6457486387159634822017-12-17T02:13:00.003+01:002017-12-17T05:52:52.204+01:00MATAR A LA BESTIA (1)<h1>
Dudó un instante antes de disparar, es cierto. Ahora, varios meses después de aquello, tenía que reconocerlo. Pero fueron solo unas décimas de segundo. Pensaba que estaba completamente mentalizado para cumplir con esa misión que él mismo se había encomendado pero en el último momento la duda estuvo a punto de echarlo a perder.</h1>
Ahora se deleitaba al pensar en esa duda pues, probablemente, sirvió para que el presidente fuera más consciente de que iba a morir. De haber apretado el gatillo cuando debía seguramente el presidente hubiera partido hacia el otro mundo casi sin darse cuenta.<br />
Sus compañeros lo felicitaban por ello.<br />
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La acogida que pudiera tener en la prisión fue lo que más le hizo vacilar. Había oído que a los terroristas los tenían apartados para evitar las iras de los presos comunes. Pero es que él no era un terrorista, no al menos como los que había padecido aquella sociedad, que mataban indiscriminadamente.<br />
No, él acudió directamente a la cabeza. Así lo decidió cuando perdió toda esperanza. Su vida era irrecuperable pero gracias al plan que urdió con ayuda de una emisora de televisión, sus hijos podrían vivir cómodamente durante varios años, quizá para siempre si sabía seguir jugando sus cartas desde la prisión.<br />
Cuando decidió hacerlo le sorprendió que los de la emisora no trataran de disuadirlo. Muy al contrario, le aconsejaron la recortada mejor que una pistola. «Hay menos posibilidades de error, y tienes dos tiros como los de un cañón».<br />
Dicho y hecho.<br />
Cinco cámaras apostadas en lugares estratégicos pero disimuladas para pasar inadvertidas, el corrillo de curiosos que nunca falta para ver a los que mandan, el tumulto de la prensa que trata de obtener unas palabras antes de la reunión en la sede del partido… Y él, con la recortada oculta bajo la gabardina, entre dos aguas, como el que pasaba por allí.<br />
Cuando el objetivo se apeó del coche y caminó hacia la puerta, le bastó gritar <strong>«¡Presidente!»</strong> para que se volviera. Sacó la recortada y… dudo. Sí. Pero a su víctima se le esfumó del rostro la sonrisa prognata y más que nunca le pareció que usaba bisoñé. Al verse encañonado trató de gritar pero solo le salió un ridículo siseo.<br />
Cerró los ojos al apretar el gatillo, pero los impactos fueron plenos. Lo mató en el acto.<br />
Lo detuvieron sin oponer resistencia.<br />
La emisora lo grabó todo. Fue el protagonista de los telediarios de todo el mundo durante una semana y volverá a serlo cuando se celebre el juicio.<br />
En la prisión la mayoría lo recibió con comprensión y algunos con felicitaciones. <strong>«Has terminado con la Bestia, gracias».</strong><br />
<br />
<strong> <a href="https://franciscogalvan.blogspot.com.es/2017/12/matar-la-bestia-2.html" target="_blank">(sigue aquí)</a></strong><br />
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<br />Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-78779306170214015592017-12-17T02:12:00.002+01:002017-12-17T02:12:41.993+01:00EL DÍA DE LA VICTORIA<h1>
Nadie sabía explicar, años después, cómo había sucedido todo aquello, unos hechos que cambiaron el rumbo del país de repente y de forma tan brusca.</h1>
Era indudable que el cambio había sido bueno, que todos vivían mejor ahora, pero los historiadores, los politólogos, los sociólogos y hasta los psiquiatras seguían buscando una explicación desde entonces.<br />
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Porque los hechos acontecieron de una forma tan vertiginosa, tan brutal y tan audaz, que hasta los mismos protagonistas, los que vivieron los sucesos en primera fila, seguían sin explicarse qué les pasó, qué les impulsó a hacer aquello que, analizado desde la distancia impuesta por el paso de los lustros, aparece tan salvaje y sanguinario.<br />
Fue durante el Desfile de la Victoria, que llamaban los antiguos, o el <strong>Día del Orgullo Patrio</strong>, como se conocía cuando sucedió todo. El Gobierno y la Familia Real estaban en la tribuna, presidiendo la parada militar en la Plaza de Colón, bajo el monumento del descubridor. Estaban acompañados por los representantes de todos los poderes del Estado: Congreso, Senado, Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, Defensor del Pueblo y el nuevo <strong>Consejo Financiero Transnacional</strong>, que tenía poder de veto sobre todos los demás.<br />
<br />
La gente se arracimaba en el paseo, apretada contras las vallas para ver pasar a los soldados. Eran miles de personas de todas las edades ansiosas por disfrutar de un rato de olvido de sus penurias diarias y, aunque había mucha hambre, el ambiente era festivo y hasta relajado. Los padres llevaban a hombros a sus famélicos hijos para que no se perdieran ni un detalle de aquel vistoso espectáculo, con los orondos dirigentes sentados en sus poltronas y el abigarrado colorido de los uniformes con sus marcas corporativas y la simpática presencia de los perros policías antivagancia, los caballos de los escuadrones de choque y la cabra de la Legión. Perdón, ese año no desfiló una cabra, sino un cerdo de pelo muy largo y negro tocado con la gorra del Tercio y pegatinas en el culo de una empresa charcutera.<br />
Al paso de una compañía de <b><i>txakurras</i></b>, todos vestidos de negro, armados con porras, cascos, escudos y escopetas para lanzar botes de humo y pelotas de goma fue cuando sucedió todo.<br />
De pronto, la masa derribó las vallas y entró en la zona reservada a los protagonistas del espectáculo, muy cerca de las tribunas de invitados ilustres. Desde este momento todo es confusión. Se dijo que se trató de un accidente, que la presión de la gente impulsó a los de la primera fila contra la reja y esta se vino abajo. Otras versiones hablan de un plan premeditado para reventar el acto. Quizá nunca lo sepamos.<br />
El caso es que al ver a la gente rebasar el recinto, los txakurras rompieron filas y cargaron contra el público caído en el suelo. Desenfundaron las porras de acero y la emprendieron a golpes con todo el mundo. Se oyó el crujir de los cráneos al quebrarse, el chapoteo de la sangre, los gritos de los niños heridos, el llanto de las madres desesperadas…<br />
Afortunadamente, al tratarse de una simple exhibición, los agentes no llevaban munición: ni pelotas de goma, ni balas, ni botes de gases lacrimógenos.<br />
Enseguida se formó un gran tumulto ante la Tribuna Real. El monarca —siempre acompañado de un lacayo que le limpiaba las babas cada dos minutos y medio—, se puso en pie, enardecido. En su senilidad, supuso que se trataba de un espectáculo organizado en su honor por el Ministerio de Defensa. No en vano los txakurras, recién privatizados, habían sido adquiridos por una multinacional de <em>videogames</em> (algo que, dicho entre paréntesis, molestó a <strong>Lufthansauer</strong>, propietaria ya del Ejército del Aire y que aspiraba a hacerse con los cuerpos represivos) especializada en juegos de conflictividad social y guerrilla urbana.<br />
El rey tiró de la pistola que llevaba al cinto y disparó contra la masa al grito de «¡Vuelve el <em>bwana</em>!» . Incompresiblemente, ese arma sí tenía munición y varios ciudadanos cayeron muertos como elefantes abatidos por un rifle de precisión.<br />
Ya nada pudo detener a los hambrientos. Asaltaron la tribuna como leones enloquecidos y acabaron a dentelladas con el Gobierno y la Familia Real. El monarca pereció estupefacto. Lo que pensaba que era una <i>performance</i> se convirtió en su sentencia de muerte. Un minuto después de disparar contra la plebe, yacía muerto con la garganta abierta y un rictus de desconcierto en el rostro.<br />
Los integrantes de las diferentes unidades militares que participaban en la parada no se atrevieron a intervenir, a pesar de que los mandos les ordenaron acudir en socorro de las autoridades. Hubo incluso soldados que acuchillaron a los jefes con las bayonetas y se sumaron a la orgía de sangre que tan confusamente se había iniciado.<br />
Ese mismo día, la plebe hambrienta montó un cadalso en la misma Plaza de Colón. Con varias chapas provenientes del desguace de los vehículos que habían participado en el desfile, construyeron una rudimentaria <strong>guillotina</strong>, aunque muy efectiva. Por ella pasaron cuantos políticos, banqueros, financieros, obispos o cardenales fueron atrapados por la muchedumbre, que merodeaba desatada por toda la capital.<br />
Durante tres días rodaron las cabezas, que luego eran recogidas por los niños y exhibidas por plazas y avenidas como trofeos de sus juegos infantiles.<br />
Fue una locura, una orgía de sangre, un desenfreno enajenado… Pero desde ese día, el de la Victoria, el país funciona mejor. En eso está de acuerdo todo el mundo.<br />
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<em><strong> El día de la Victoria®2013 Francisco Galván</strong></em>Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-29621030875486174802017-12-17T02:11:00.000+01:002017-12-17T02:11:06.180+01:00ASOCIACIÓN DE MALHECHORES<h1>
El magistrado ordenó a los acusados que se pusieran en pie. El Gobierno en pleno se levantó para escuchar el veredicto. Los acompañaban algunos militares, jefes policiales y otros miembros del partido que se habían lucrado con comisiones ilegales, extorsión, tráfico de influencias y privatizaciones indiscriminadas.</h1>
— Los puedo condenar y condeno a diez años de prisión por constituir una <strong>asociación de malhechores</strong> para delinquir, valiéndose de ella para saquear las arcas del Estado de forma continuada durante cuatro años, para extorsionar a empresarios con el objetivo de obtener comisiones a cambio de obras públicas y contratos con el Estado, para traficar con información confidencial o reservada con la pretensión de situar a terceros afines en posición de privilegio en las privatizaciones de empresas públicas, así como formar un entramado de ocultación del dinero obtenido en paraísos fiscales.<br />
<a name='more'></a><br />
» Además, en virtud del poder que me confiere este Tribunal, los condeno a otros diez años de prisión por un <strong>delito de banda armada</strong>…<br />
—Pero Señoría, con todo respeto, eso de banda armada es una barbaridad, ni que fueran etarras.<br />
—Letrado, no me interrumpa y sabrá por qué se les condena por constituir banda armada.<br />
» Como decía, se les condena por formar banda armada, ya que dicha asociación de malhechores, al refugiarse en el entramado gubernamental, y al disponer de todo el poder ejecutivo y coercitivo que la sociedad puso a su disposición, utilizaron a las <strong>Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado</strong> para reprimir toda protesta popular contra sus manejos ilícitos, haciendo uso de los medios antidisturbios de forma reiterada y masiva pese a que los movimientos de protesta fueron pacíficos.<br />
» En esta línea, el Tribunal insta a todos aquellos que resultaron heridos o contusionados a que se presenten ante las autoridades competentes para ser evaluados caso por caso, y decidir las <strong>indemnizaciones</strong> a que los reos estuvieran obligados a hacer frente.<br />
» Por último, por el poder que me confiere este Tribunal, declaro ilegal y ordenó la <strong>disolución del partido</strong> en el que militan los condenados. Todos sus bienes serán confiscados por la Justicia, y vendidos en pública subasta, cuyos beneficios serán destinados a las indemnizaciones mencionadas en el apartado anterior.<br />
»¡Cúmplase la sentencia!<br />
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Desperté con un regusto agridulce en el paladar y con el vehemente deseo de que fuera verdad aquello de que algunos sueños no son más que un anticipo que el futuro nos regala de vez en cuando.<br />
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-70153607339977236432017-12-17T02:10:00.000+01:002017-12-17T02:10:02.466+01:00ESCUPIR EN EL CAFÉ<h1>
Mario trabajaba en la cafetería del salón VIP del aeropuerto desde hacía diez años. Había puesto cafés a miles de personas. Por ella pasaban los personajes más importantes del mundo, desde cantantes hasta políticos.</h1>
Era lugar de paso obligado para quienes trataban de relajarse unos minutos antes de embarcar o el sitio ideal para que el ejecutivo siempre atareado encontrara la tranquilidad necesaria para abrir el portátil y darle los últimos toques a ese informe que debía presentar nada más aterrizar en la ciudad de destino.<br />
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Uno de los viajeros que Mario solía atender personalmente cuando entraba en la sala VIP era el presidente del <strong>Banco de Demoliciones y Desahucios (BDD)</strong>, que solía volar casi todas las semanas, bien para tomar el puente aéreo o para algún destino en el extranjero que nunca se atrevió a preguntarle.<br />
De algunos de sus viajes se enteraba después, por la prensa: si firmaba algún acuerdo con algún banco extranjero o iba a alguna fiesta de las que patrocinaba el BDD o, a menudo, a eventos deportivos.<br />
El presidente del BDD estaba encantado con Mario y siempre que entraba en la sala VIP lo buscaba con la mirada para que le pusiera el café como él sabía. Era muy cafetero y Mario tenía muy buena mano. No permitía que su taza la tocara nadie.<br />
Un día, Mario leyó que el BDD había comenzado a desahuciar a mucha gente que no podía pagar la hipoteca de su vivienda. Se formaron comités ciudadanos para impedir los desalojos pero la policía los dispersaba a golpes. La dirección del banco se mostraba insensible a las súplicas de los desahuciados.<br />
Una mañana, mientras servía los cafés a los viajeros, escuchó en la pantalla de vídeo la noticia del suicidio de uno de los desahuciados. Se había tirado por la ventana dejando viuda y una niña discapacitada a punto de ser expulsados de su casa.<br />
Un minuto más tarde, entró el presidente del BDD. Mario ya no lo miró con los mismos ojos. Y supuso que los otros viajeros que estaban sentados allí, en la amplia sala de personalidades, tampoco.<br />
Pero él no se dio cuenta, llamó a Mario y le pidió el consabido café. Mario asintió y se dispuso a preparárselo. Tomó la taza y, de espaldas al cliente, se demoró unos segundos, pensativo, mirándola como si en su fondo de blanco impoluto leyera el futuro. De pronto escupió dentro y la puso en la máquina.<br />
—¿Por qué has hecho eso? —le preguntó su compañero, que se había dado cuenta de todo.<br />
—Porque no puedo partirle en cuello aquí mismo.<br />
Cuando la máquina vertió todo su humeante café, Mario le puso la taza al banquero, como de costumbre.<br />
—¡Hummm, hoy te has esmerado, Mario! —le dijo después de tomar el primer sorbo.<br />
—Es que hoy he comenzado a aplicar una técnica nueva que mejora el amargor del café.<br />
—¿En serio? —el banquero se interesó por ese procedimiento—. ¿En qué consiste?<br />
—Secreto profesional —replicó Mario con cara de póker y pensó que, efectivamente, la bilis que acumulaba en su cuerpo sin duda añadiría un amargor extra al café del señor presidente.<br />
Mario repetía la operación cada vez que el presidente del Banco de Demoliciones y Desahucios acudía a la sala VIP para tomarse ese café especial que le preparaba, incluso alguna vez presumió ante algún colega o familiar al que recomendó expresamente aquel café.<br />
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***</div>
Un año después a Mario lo despidieron del trabajo. La cafetería del aeropuerto pertenecía a una cadena hostelera que había perdido la concesión administrativa en favor de otra de la competencia, propiedad del BDD.<br />
En lugar de mantener los puestos de trabajo, el BDD decidió echarlos a todos a la calle y contratar nuevos empleados a mitad de sueldo y doble trabajo.<br />
Mario llevaba cinco meses en paro cuando circulaba en su coche por el centro de la ciudad acompañado por aquel compañero que lo vio escupir en la taza del presidente la primera vez que lo hizo. Iban a una cita de trabajo, aunque tenían pocas esperanzas de conseguirlo.<br />
De pronto, un taxi se detuvo delante de ellos en una calle estrecha para recoger a un cliente. Mario frenó el coche y aguardó a que subiera el pasajero. No tenían prisa pues iban con tiempo de sobra a la cita. Fue su compañero el que se dio cuenta:<br />
—¡Anda, si es tu amigo el presidente del BDD! –le dijo con una carcajada.<br />
Mario se fijó entonces en el tipo que había parado el taxi. Efectivamente, era el presidente del BDD, el mismo al que regalaba un esputo cada vez más cargado en la cafetería del aeropuerto, el mismo que desahuciaba a gente humilde de sus casas con la misma alegría que despedía a todos los trabajadores de una cadena de hostelería.<br />
Cuando arrancó el taxi, Mario decidió seguirlo.<br />
—¿Adónde vas? —le preguntó su compañero al percatarse de que se desviaban de la ruta que los llevaba a su cita.<br />
—Quiero ver adónde va este —se limitó a responder.<br />
De nada sirvieron las protestas de su compañero para que se olvidara de aquel desalmado. Al final se resignó. Al fin y al cabo iban con tiempo de sobra.<br />
Mario condujo su coche a una prudente distancia del taxi, que callejeaba por la ciudad, unas veces por calles estrechas y otras por grandes avenidas.<br />
Al cabo de veinte minutos, el taxi se arrimó a la acera derecha de una calle de cuatro carriles y se detuvo. Mario ralentizó la marcha a la expectativa de lo que sucediera. Algunos conductores protestaron haciendo sonar las bocinas pero enseguida lo adelantaban.<br />
La puerta trasera izquierda del taxi se abrió y el presidente del BDD se apeó después de pagar la carrera. Mario aceleró su coche todo lo que pudo, aferrado al volante, con los ojos fijos en el taxi.<br />
El impacto fue brutal. El presidente del BDD salió lanzado más de treinta metros hacia la calzada donde fue atropellado por tres o cuatro coches más. Quedó desmadejado sobre el asfalto en una posición inverosímil. La puerta del taxi fue arrancada de cuajo y terminó en la acera, a los pies de una pareja de ancianos que paseaba tranquilamente acompañada por una asistenta filipina.<br />
Mario se detuvo unos metros más adelante. Su compañero, blanco como la cal por el susto, se tentó primero el cuerpo para comprobar que había salido ileso del suceso y después le preguntó a Mario:<br />
—¿Por qué lo has hecho?<br />
—Porque ya no puedo escupirle en el café.<br />
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-44316829495602236002017-12-17T02:07:00.003+01:002017-12-17T02:07:54.951+01:00VENGO A POR TI<h1>
—Vengo a por ti, cariño —me dijo con ese sensual acento caribeño que siempre me ha cautivado.</h1>
Me giré y la vi allí: una morena de apetitosos labios rojos y cuerpo sinuoso, recortada contra el fondo malva del club. Dejé a un lado mi tercera copa. Siempre tomo una por cada víctima. En el fondo soy un sentimental y me gusta brindar porque su tránsito haya sido feliz.<br />
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Ella se acodó en el mostrador, tomó el vaso y posó sus delicados labios en el borde para probar un sorbo justo por donde había bebido yo. Con la otra mano acarició mi nuca y con los dedos diseñó surcos erráticos en mi pelo.<br />
—Delicioso —me susurró al oído.<br />
—Si quieres probarlo todo, estoy dispuesto a complacerte —mi voz salió algo ronca como siempre que me excito—. Sube a la habitación y me reuniré contigo en unos minutos.<br />
—Claro, amor —noté cómo su perfumado aliento me envolvía, acelerando mis pulsaciones—, pero será mejor que te adelantes tú. Sube deprisa que yo me reuniré contigo más tarde…<br />
Apenas tuve tiempo de sentirlo. Escuché un estruendo junto a mi oreja y todo se fundió en negro.<br />
—Sí, más tarde, querido, más tarde subiré para estar contigo por toda la eternidad.<br />
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-15856109149894832542017-12-17T02:07:00.000+01:002017-12-17T02:07:03.421+01:00ADOLESCENCIA<h1>
Hacía muchos años que no pasaba por allí. Lustros, quizá. Pero el otro día mis pies se encaminaron solos, como si algo que yo ignoro los impulsara. Los dejé hacer, a ver qué pretendían.<a name='more'></a></h1>
Ya a mitad de camino adiviné sus intenciones, esa pareja de gemelos traviesos querían viajar en el tiempo. No les basta con patear la acera como los demás, no. Ellos siempre buscan rizar el rizo, el más difícil todavía, y aquel día se superaron. Emprendieron un doble camino por el espacio y por el tiempo.<br />
Enseguida lograron mi complicidad. Yo también sentía curiosidad. Ellos me recordaron lo que tenía oculto tras el polvo de la memoria. Ese que con su delicado manto nos arropa para que podamos avanzar sin que nos dañen demasiado las laceraciones de la vida que avanza vertiginosa, golpeándonos sin piedad contra todo y contra todos. ¡Bendito polvo de olvido!<br />
Reconozco que me sorprendí. Allí todo sigue igual. Nada ha cambiado, como si los lustros hubieran discurrido por el túnel del tiempo sin dejar huella. Los mismos gritos desesperados en la pared, los mismos rincones apagados, los mismos silencios adheridos a las columnas, los mismos orines en las esquinas.<br />
Las mismas visiones de antaño, con, quizá, nuevos revoques, pero ya costrosos y quebradizos como los que recuerdo de entonces.<br />
Los mismos aromas solitarios de gente ausente, cuyo recuerdo quedó pegado a las fachadas, a los cierres y a los luminosos.<br />
Y mucha evocación.<br />
Todo un encuentro con la adolescencia.<br />
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-35866332154730800982017-12-17T02:06:00.000+01:002017-12-17T02:06:07.608+01:00JUSTICIA POPULAR<h1>
Solo se decidió al verlo tan desafiante por televisión.</h1>
Tan ufano, tan crecido, tan prepotente. Riéndose de todos.<br />
Ni siquiera cuando el Consejo de Ministros dijo que no habría compensaciones. Tampoco el día que procesaron al juez que lo había encarcelado para que no destruyera pruebas.<br />
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Pero cuando la televisión lo exhibió con aquella sonrisa, haciendo incluso bromas ante la multitud que lo increpaba, ya no pudo contenerse.<br />
Tenía una escopeta en el trastero de sus tiempos de cazador, de cuando las cosas le iban medianamente bien. Serró el cañón, la echó en una mochila y se despidió de la familia besándolos a todos cuando estaban dormidos. Quizá no volvería a verlos.<br />
Sabía dónde vivía porque había participado en manifestaciones ante su lujosa residencia cuando se conoció el escándalo.<br />
Se apostó frente a la puerta, dentro del coche, con el dedo en el gatillo y aguardó a que saliera.<br />
Seguramente no tardaría.<br />
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-69571045011436451532017-12-17T02:05:00.000+01:002017-12-17T02:05:04.248+01:00RUIDO<h1>
Me incorporé mareado e iracundo. El camión de la basura bramaba como un avión en cabecera de pista. ¿No decía el Ayuntamiento que habían comprado vehículos silenciosos?</h1>
No podía soportar más el ruido que me impedía dormir a todas horas, ya fuera por la noche o por el día. Cuando me acostaba de madrugada eran las chicharras para ciegos de los semáforos del cruce de abajo las que me hacían perder los nervios. En esa semana había llamado al Ayuntamiento no menos de diez veces para quejarme: “Oiga, que el problemas de los ciegos no es la sordera sino la falta de visión”. Pero no había forma. Y con aquel calor tórrido de agosto, cerrar las ventanas no era la solución.<br />
El caso es que llevaba casi dos semanas sin pegar ojo. O al menos esa sensación tenía. Cuando no eran las chicharras de los semáforos o los camiones de la basura y de recogida de vidrios, eran la radial o la perforadora de las obras en la calle. O los niñatos en moto con escape libre, los borrachos que regresaban cantando a casa o los bakalas con la radio del coche a todo volumen.<br />
No había forma: ni de madrugada, ni por la mañana ni por la tarde. Así estaba, que iba medio dormido a trabajar en el turno de noche. Con unas ojeras cada día más negras y abultadas.<br />
Pasó el camión y me volví a tumbar, sudoroso, en el catre recalentado una y otra vez por mi propio cuerpo.<a name='more'></a><br />
Me despertó sobresaltado por un zumbido in crescendo. Sí, me desperté porque me había quedado transpuesto, que era a lo más que llegaba en esos días. A transponerme. El ruido monocorde venía acompañado de voces y risas. Me asomé a la ventana y observé cómo se acercaba un camión cisterna que baldeaba la calle. Avanzaba lentísimo y uno de los operarios iba a pie manejando una manguera de agua a presión con la que limpiaba la calle mientras charlaba a gritos con el conductor.<br />
Asomé la cabeza y les recriminé a gritos el enorme ruido que hacían, pero ellos apenas me dedicaron una mirada curiosa. Estaban acostumbrados a las quejas de los vecinos.<br />
De pronto se oyó una detonación y el tipo de la manguera se derrumbó muerto sobre el asfalto mientras la goma culebreaba suelta arrojando agua sin control. El conductor se bajó corriendo para atender a su compañero. No entendía lo que había sucedido. Ni yo tampoco. Me miró como si yo fuera el culpable, pero me encogí de hombros para darle a entender que yo no había sido, aunque supongo que no percibiría mi gesto, estaba demasiado alto, un quinto piso.<br />
Escuché otro disparo y el conductor cayó muerto sobre su compañero. Después dos o tres tiros más reventaron el motor del camión, que quedó en silencio después de soltar varios resoplidos de vapor.<br />
Al fin lo vi. En una ventana de enfrente, en el tercero, un tipo me levantó el pulgar mientras sostenía un rifle de precisión.<br />
La calle había quedado en completo silencio por lo que aproveché para acostarme de nuevo. Al rato escuché el ulular de sirenas que se acercaban. Pero yo ya no tenía sueño. Fui a por la escopeta del abuelo que guardaba en lo alto del armario y me aposté en la ventana.Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-89367665053619866182017-12-17T02:03:00.002+01:002017-12-17T02:03:44.555+01:00EN CALIENTE<h1 class="western">
El africano saltó la verja y, pese a estar herido por las concertinas, esquivó a los agentes que trataban de detenerlo a zancadillas.</h1>
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Se abrazó a los cooperantes que lo recibieron alborozados y se dejó caer consciente de que acababa de cumplir el sueño largamente aplazado en frías esperas y noches de miedo.<a name='more'></a></div>
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Por eso obsequió con una sonrisa a los agentes que fueron a buscarlo para llevarlo al Centro de internamiento temporal. Quizá en la península. No le importaba que lo confinaran en aquel limbo alegal, se lo tomaría como otra etapa más de su periplo iniciado en su lejana aldea senegalesa.</div>
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-Cabo, a este me lo lleva de vuelta al otro lado de la frontera. Junto a esos otros que aguardan allí.</div>
<div class="western">
-Pero, capitán, si ya han pisado suelo patrio, no se les puede devolver sin...</div>
<div class="western">
-¿Me discute las órdenes, cabo? ¿No ha oído hablar de las<b> devoluciones en caliente</b>?</div>
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-Sí, pero...</div>
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-Ni pero ni nada, cabo, si lo dice el ministro usted no es nadie para cuestionarlo. Cumpla las órdenes, que estos negritos están más calientes que espetos en la brasa.</div>
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El africano saltó la verja y corrió hacia los miembros de las ONG que los aguardaban para auxiliarlos con agua, comida, mantas y atención médica. Pero el cabo lo interceptó unos metros antes.</div>
<div class="western">
Ambos rodaron por el suelo. Desesperado, el africano escupió al agente y trató de zafarse, pero el <i>benemérito</i> lo retuvo contra el suelo, sacó su pistola, colocó el cañón en la frente negra y le descerrajó un tiro que le reventó el cráneo.</div>
<div class="western">
El capitán, que corría para ayudarlo a reducir al ilegal, se detuvo en seco, como golpeado por un mazo.</div>
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-¿Pero qué has hecho, desgraciado?</div>
<div class="western">
-Nada, mi capitán, me escupió. Fue una <b>ejecución en caliente, </b>como pregona el ministro, je. Mire, este también quedó como un espeto en la brasa. ¿Seguimos con los demás?</div>
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-18074202809359244712017-11-20T05:32:00.002+01:002017-12-17T05:54:29.718+01:00CINCO PUÑALADAS Y UN DISPARO<br />
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¡Zas!</div>
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¡Zas!</div>
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¡Zas!</div>
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¡Zas!</div>
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¡Bang!</div>
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¡Zas!</div>
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Expiró aferrado al policía, pensando en sus hijas.</div>
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No pudo soportar que lo multara por rebuscar en la basura.</div>
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-17841178216564188942017-11-20T05:30:00.002+01:002017-12-17T05:55:30.985+01:00DE TAL PALO, TAL ASTILLA<br />La abuela yace muerta en su sofá con la cabeza reventada.<br />El inspector, después de examinarla superficialmente, se acerca al niño que permanece sentado al otro extremo del salón.<br />—Pablito, ¿por qué lo has hecho?<br />El niño, de unos diez años, se encoge de hombros. Está asustado y desconcertado.<br />—¿Has sido tú, verdad? —insiste el agente, dispuesto a afrontar el caso de otra forma. Nunca ha tenido que interrogar a un infante.<br />Pablito mira a su madre, a su lado, anegada en un mar de lágrimas pero tensa y expectante porque tampoco entiende cómo su hijo ha sido capaz de aplastar el cráneo a la abuela.<br />Finalmente, asiente.<br />—Era tu abuela. ¿No la querías?<br />Pablito hace de nuevo un gesto afirmativo con la cabeza, sin levantar los ojos del suelo.<br />El inspector se toma el interrogatorio con calma. No solo es un niño, sino el hijo de un compañero de la Unidad de Intervención. El padre ha sufrido un desfallecimiento al ver a su madre con el cráneo hundido como un huevo y ha sido llevado al hospital. El pequeño la mató mientras veía la televisión.<br />La madre dice que abuela y nieto estaban viendo una película de policías, concretamente de Clint Eastwood. Harry el Sucio se atreve a aventurar la desconsolada madre de Pablito.<br />—¿Por qué la golpeaste con el bate de beisbol de papá? —insiste el inspector.<br />El niño mira a su madre, que le insta a responder.<br />Por fin, con voz temblorosa, Pablito explica por qué lo hizo.<br />—Yo solo seguí el ejemplo de papá —se lo cuenta a su madre porque no se atreve a mirar al funcionario—. El otro día le preguntaste a papá por qué había golpeado con la porra a aquella mujer en una manifestación y dijo que era una vieja asquerosa que lo había insultado y que a la Policía no se la puede insultar…<br />—¿Y qué tiene que ver eso con lo que has hecho? —inquiere la madre con angustia.<br />—La abuela insultó al policía de la película. Dijo que era un cerdo asesino —a Pablito se le saltan las lágrimas—. Solo hice lo que me enseñó papá: aporrear a las viejas que insultan a la policía.Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-6097577045131290752017-11-20T05:22:00.000+01:002017-12-17T05:56:32.055+01:00POBREZA INFANTIL<br />-Buenas, ¿es aquí donde le van a dar un bocata de mortadela a mi hijo?<br />-Sí, señora, pase al fondo deprisa que me hace cola.<br />-Pero, oiga, es que eso parece un vagón de tren…<br />-Y lo es. ¿Algún problema?<br />-Verá usted, no es que me ponga pejiguera pero es que a mi hijo se le revuelve el estómago cuando come en movimiento. Más en un vagón de ganado.<br />-No se preocupe que hasta que los niños no se terminen el bocata el tren no se pondrá en marcha.<br />-¡Ah, vale! ¿Y cuándo dice que regresa?<br />-Eso ya dependerá del niño.<br />-No le entiendo.<br />-¡Pues bien claro que está, señora! No los enviamos al extranjero para que regresen mañana. Cuando el chico sea mayor ya decidirá si quiere volver o no. Eso ya es cosa suya.<br />-¡Pero si solo tiene diez añitos!<br />-¡Anda la órdiga, ¿y los demás cree que vienen con la mili hecha? Venga señora, que me está haciendo fila, ¿deja al niño o no?<br />-¡Pobrecito, por un bocata!<br />-Por un bocata no, por las estadísticas.<br />-No se de qué habla.<br />-No importa. ¿Lo deja o no?<br />-¡Jesús, qué drama! para eso lo sigo enviando al cura.<br />-Usted verá, señora, pero ya sabe que nosotros no pedimos nada a cambio del bocata.<br />-Eso sí.<br />-Bueno, ¿lo deja o no?<br />-Sí, mejor será que se vaya…¡Ve con este señor, Pedrito, y pórtate bien, que no digan que enredas!<br />-Gracias, señora ya se puede marchar. ¡Cristóbal, tengo otro pobre para rebajar las estadísticas, díselo a Mariano! A ver, ¡siguiente!Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-33588698331012377422017-11-20T05:19:00.000+01:002017-12-17T05:57:45.698+01:00UN ARTÍCULO SOBRE TURISMO PARA LA REVISTA SAVIA<br /><i><b>Este es el artículo que he publicado en la revista SAVIA del mes de mayo sobre turismo. Se lo dediqué a Francia. Espero que os guste.</b></i><br /><br /><br /><br /><br /><b> REPÚBLICA DE AGUA, PIEDRA Y MEMORIALES</b><br /><br /><br />Viajar es evocar. ¿Quién estuvo antes aquí? ¿Qué hizo? ¿Por qué? ¿Qué vio? ¿Qué soñó? ¿Qué nos legó?<br />Ya no existen lugares vírgenes que podamos hollar los primeros, de hecho no existieron nunca, decirlo fue una boutade producto de la arrogancia del hombre blanco y después un afortunado eslogan turístico.<br />Cuando visito algún lugar trato de evocarlo en otro tiempo, con otras gentes, compenetrarme en lo posible con aquellos que me precedieron y que fueron tan importantes como para decidirme a seguir sus huellas.<br />Para evocar preciso empaparme del presente, de lo tangible que tengo delante y combinarlo con mis ensoñaciones. Luego, disfrutar tanto del viaje como del destino, del ir como del llegar. Por eso detesto el avión, que me priva de la mitad del gozo. En coche y en buena compañía dedico mis vacaciones desde hace varios años a recorrer Francia, a patear sus caminos, a fundirme con su historia y a sumergirme entre sus gentes apacibles.<br />Francia es una república tricolor de agua, piedra y memoriales. Agua de ríos nervudos que le dieron esplendor y de costas infinitas; piedra de castillos y palacios, de acantilados y abadías; memoriales de victorias y derrotas, a veces de vergüenzas y arrepentimientos, de hombres ilustres, de tiranos y poetas.<br />Marsella es Alejandro Dumas, el castillo de If sometido al embate de las olas y un falso conde melancólico y vengativo; Burdeos y Toulouse, dos perlas enhebradas por el turbio Garona, hilo de Eurico para tejer sus efímeros sueños de renacer imperial; París añora a Víctor Hugo, a Cuasimodo y los verdes ojos de Esmeralda reflejados en el Sena como polvo licuado de estrellas; Saint Malo es Chateaubriand recostado inerte en su túmulo frío del Grand Bé aguardando el retorno de los piratas que renombraron las Malvinas; Lyon se proyecta sobre un Ródano pesado y oscuro con la linterna mágica de los Lumiere; Nantes es la joya negrera prendida en la solapa de Julio Verne, que bebe muscadet con Nemo y Phileas Fogg, viajeros impenitentes varados para siempre en la Isla de las Máquinas Autómatas.<br />Agua y piedra son también las espumas y la brea de la Costa Azul, la adusta Normandía del día D o la Bretaña rebelde, ese otro Finisterre vigilado por los colosales escuadrones pétreos de Carnac, que rivalizan con el tiempo. Es fácil evocar a Prosper Mérimée caminando entre los megalitos que protegió de la incuria mientras tararea las notas que Bizet compuso para su apasionada Carmen.<br />Me digo que el triunfo de Francia se apoyó siempre en el agua de sus ríos señoriales cuajados de castillos, en sus costas neblinosas resonantes de guijarros acechadas por fantasmales naves libúrnicas. Quizá por eso Verne, en su novela maldita, la más romántica, la más atrevida, París en el siglo XX, imaginó la capital como el puerto más grande de Europa abierto al mar por una grandiosa obra de ingeniería que convertía al Sena en una especie de canal de Panamá.<br />La naturaleza de Francia es líquida, verde, fértil, elástica y fibrosa, de fisiología dúctil pero resistente. De tanto en tanto, la Historia la obliga a diluirse y entonces se vaporiza tras un burbujeo efervescente para licuarse poco después, transformada en otra, pero siempre la misma. Pétrea y acuática, en un eterno vaivén entre climaterio y renacimiento.<div>
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Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-77678283187884306782017-11-20T05:17:00.003+01:002017-12-17T05:58:12.914+01:00VÉRTIGOSiempre le ocurría lo mismo. Cuando se disponía a culminar un trabajo, aquel maldito vértigo le subía desde las tripas hasta la cabeza como si fuera un incómodo observador de su indudable pericia.<br />Lo había hecho una treintena de veces pero, indefectiblemente, por mucha experiencia que tuviera, aquella sensación tan desagradable como inoportuna aparecía para perturbarlo.<br />Naturalmente, no se lo había comentado a nadie y mucho menos a sus compañeros. Solo el psiquiatra que tenían a sueldo le había dado algunas pautas de comportamiento para ignorarlo. De momento, gracias a la terapia había conseguido reducir al mínimo la transpiración que acompañaba aquellos vahídos.<br />Resuelto a ignorarlo como el que da la espalda a un molesto mirón, empuñó la afilada cuchilla y tajó el cuello con la decisión del maestro. La sangre lo salpicó todo mientras un casi imperceptible suspiro de la víctima fue el anuncio de un trabajo bien acabado. Entonces sintió la esperada erección que llegaba tras el vértigo.Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-1435597920014613602017-11-20T05:15:00.000+01:002017-12-17T05:59:16.368+01:00SUEÑO<br />Me incorporé mareado e iracundo. El camión de la basura bramaba como un avión en cabecera de pista. ¿No decía el Ayuntamiento que habían comprado vehículos silenciosos?<br />No podía soportar más el ruido que me impedía dormir a todas horas, ya fuera por la noche o por el día. Cuando me acostaba de madrugada eran las chicharras para ciegos de los semáforos del cruce de abajo las que me hacían perder los nervios. En esa semana había llamado al Ayuntamiento no menos de diez veces para quejarme: “Oiga, que el problemas de los ciegos no es la sordera sino la falta de visión”. Pero no había forma. Y con aquel calor tórrido de agosto, cerrar las ventanas no era la solución.<br />El caso es que llevaba casi dos semanas sin pegar ojo. O al menos esa sensación tenía. Cuando no eran las chicharras de los semáforos o los camiones de la basura y de recogida de vidrios, eran la radial o la perforadora de las obras en la calle. O los niñatos en moto con escape libre, los borrachos que regresaban cantando a casa o los bakalas con la radio del coche a todo volumen.<br />No había forma: ni de madrugada, ni por la mañana ni por la tarde. Así estaba, que iba medio dormido a trabajar en el turno de noche. Con unas ojeras cada día más negras y abultadas.<br />Pasó el camión y me volví a tumbar, sudoroso, en el catre recalentado una y otra vez por mi propio cuerpo.<br />Me despertó sobresaltado por un zumbido in crescendo. Sí, me desperté porque me había quedado transpuesto, que era a lo más que llegaba en esos días. A trasponerme. El ruido monocorde venía acompañado de voces y risas. Me asomé a la ventana y observé cómo se acercaba un camión cisterna que baldeaba la calle. Avanzaba lentísimo y uno de los operarios iba a pie manejando una manguera de agua a presión con la que limpiaba la calle mientras charlaba a gritos con el conductor.<br />Asomé la cabeza y les recriminé a gritos el enorme ruido que hacían, pero ellos apenas me dedicaron una mirada curiosa. Estaban acostumbrados a las quejas de los vecinos.<br />De pronto se oyó una detonación y el tipo de la manguera se derrumbó muerto sobre el asfalto mientras la goma culebreaba suelta arrojando agua sin control. El conductor se bajó corriendo para atender a su compañero. No entendía lo que había sucedido. Ni yo tampoco. Me miró como si yo fuera el culpable, pero me encogí de hombros para darle a entender que yo no había sido, aunque supongo que no percibiría mi gesto, estaba demasiado alto, un quinto piso.<br />Escuché otro disparo y el conductor cayó muerto sobre su compañero. Después dos o tres tiros más reventaron el motor del camión, que quedó en silencio después de soltar varios resoplidos de vapor.<br />Al fin lo vi. En una ventana de enfrente, en el tercero, un tipo me levantó el pulgar mientras sostenía un rifle de precisión.<br />La calle había quedado en completo silencio por lo que aproveché para acostarme de nuevo. Al rato escuché el ulular de sirenas que se acercaban. Pero yo ya no tenía sueño. Fui a por la escopeta del abuelo que guardaba en lo alto del armario y me aposté en la ventana.<div>
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Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-27072062003364286342017-11-20T05:09:00.003+01:002017-12-17T06:00:24.154+01:00LA CARA QUE SE TE QUEDA<br />Logré zafarme de la vigilancia de los guardianes y escapar por las cocinas aprovechando la salida de la furgoneta de suministros. Punzón carcelario en mano, emprendí el camino de regreso a la ciudad.<br />Con un poco de suerte no descubrirían mi fuga hasta el recuento de la mañana siguiente. En tal caso tendría tiempo de sobra.<br />Me dirigí directo a la que había sido mi casa. El deseo de venganza me hacía avanzar más deprisa ignorando el cansancio y la brega campo a través.<br />El año y medio en la trena no me habían hecho olvidar las últimas palabras que ella me dirigió cuando la policía me llevaba esposado: «Qué cara de tonto se te ha quedado, pringao». Esa frase me quemaba más en el alma que la trampa que me tendieron con ese medio kilo de coca que me metieron en el coche.<br />Se había librado de mí limpiamente y ahora estaría refocilándose en mi cama, en mi casa con su amante cómplice.<br />No había amanecido aún cuando llegué ante la puerta. Si hay algo que se aprende en el trullo es a manejar la ganzúa, aunque yo no era un novato cuando ingresé. Por el camino me hice con varios alambres que me iban a venir muy bien para forzar limpiamente la cerradura.<br />Una vez dentro de la casa, que conocía muy bien, me moví con sigilo hasta llegar al dormitorio. Allí estaban los dos, acostados y respirando regularmente como sendos bebes ignorantes de lo que se les avecinaba.<br />Esperé un par de minutos a que mis ojos se acostumbraran a la oscuridad. Luego distinguí el cuerpo más abultado a este lado de la cama. Era él, un tipo grande y musculoso, mucho más fuerte que yo. Ella dormía vuelta de cara a la ventana.<br />Debía actuar rápido. Primero dos o tres puñaladas certeras para matarlo a él y después, con calma, me ensañaría con ella. Cuchilladas en puntos no vitales para que sufriera y fuera consciente de quién le quitaba la vida.<br />Salté como un gato y acuchillé el cuello de él dos, tres, cuatro veces. Hizo un intento por resistirse pero no pudo. El punzón le había seccionado la yugular y murió casi al instante.<br />Me lancé sobre ella y la apuñalé del pecho hacia abajo una docena de veces, con los ojos cerrados, con rabia homicida. Se incorporó ligeramente boqueando en la oscuridad pero incapaz de lanzar un gemido. Cuando me harté de reventarle las tripas la apuñalé en el corazón medio centenar de veces más hasta que caí rendido sobre ella, empapándome de su sangre traidora.<br />Cuando recobré el resuello me levanté despacio y di la luz de la lamparita. Quería ver la cara que se le había quedado al sentir que la muerte se la llevaba.<br />La luz inundó la estancia y pude comprobarlo. ¡Joder, no eran ellos!Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-44737579664342592392017-11-20T04:50:00.000+01:002017-12-17T06:02:04.738+01:00MONSANTO2015: Los agricultores solo pueden utilizar semillas modificadas genéticamente, que son estériles, lo que obliga a comprarlas cada año a la multinacional Monsanto para poder sembrar.<br /> 2115: Los hombres son estériles por lo que para poder procrear con sus parejas deben comprar semen en el banco de esperma de la multinacional Monsanto.<br />—Hola, vengo a comprar una dosis de semen para poder inseminar a mi señora.<br />—Encantado de servirle, caballero. ¿Cuál es su empleo?<br />—Picapedrero.<br />—Entonces le facilitaré semen de Quinta categoría…<br />—¿No podría ser de Primera?<br />—Lo siento, señor, pero si usted es picapedrero, el semen que le corresponde es de una categoría muy inferior; concretamente, Quinta.<br />—¿Y cuál es la diferencia?<br />—¡Por favor, qué pregunta! El semen de Primera engendra niños sanos, inteligentes, despiertos… Aptos para las clases dirigentes.<br />—¿Y el de Quinta?<br />—Da bebés algo lerdos, abotargados y con escasa capacidad mental. Eso sí, fuertes como robles si salen sanos…<br />—¿Cómo que si salen sanos? ¿Qué quiere decir con eso?<br />—Con el semen de Quinta hay un 23% de posibilidades de que los niños salgan con taras físicas y mentales, además de las limitaciones que ya le he mencionado.<br />—Entiendo. ¿Y no podría venderme semen de Cuarta? Es por aquello de aspirar a mejorar en la escala social, ya sabe.<br />—Imposible. Eso, como usted debería saber ya, solo es posible si lo autoriza Monsanto. Le recomiendo que participe en los sorteos semanales. Se reparten diez lotes de semen de una categoría superior a la que le corresponda. ¿Quiere unos boletos?<br />—Bueno, deme uno.<br />—Muy bien, tome. Son 70.000 euros.<br />—Algo subiditos de precio, ¿no? Es el presupuesto que tenía para comprar semen.<br />—Ya, pero si se lleva el semen de Quinta y luego gana el premio del semen de Cuarta, habrá tirado el dinero, ¿no le parece?<br />—Visto así, es cierto.<br />—Entonces le pongo un boleto y una dosis de semen, ¿es así?<br />—Ehhh… sí.<br />—¿Me permite un consejo?<br />—Naturalmente.<br />—Llévese dos dosis de semen porque a veces con una no basta. La preñez no está garantizada al cien por cien, esto no es como llegar y besar el santo, jejeje, qué chiste, lo tenemos en el manual. ¿Lo comprende?<br />—No, me he perdido.<br />—Somos Monsanto, besar el santo… ¿Lo coge ahora?<br />—Creo que sí.<br />—Bien, entonces son dos dosis de semen de Quinta y dos boletos para el sorteo de una dosis de Cuarta.<br />—Sí.<br />—Aquí tiene, son 350.000 euros del ala.<br />—Ehhh, perdone, ¿no serán 280.000? 70.000 por cuatro creo que da esa cantidad…<br />—Sí, señor. Pero en este rato que llevamos hablando ha subido.<br />—Ah, entiendo. Bueno envuélvamelo para regalo. Es para mi esposa.<br />—Claro, ya supongo. Para las queridas no vendemos. Por favor, necesito su Libro de Familia, la cartilla de racionamiento de Monsanto y la cédula de Quinta categoría de esclavo picapedrero de Monsanto.Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-27146280233410461232017-11-20T04:46:00.000+01:002017-12-18T14:48:27.915+01:00UN CUENTO DE LOBOS Y CORDEROS<br />(del 14 de julio de 2015)<br /><br />Los lobos se tomaron su tiempo antes de convencer a los corderos de que no eran corderos y, por tanto, nada tenían que temer. Es más, fueron tan convincentes que convencieron a los incautos de que eran lobos como ellos y que podían formar parte de la manada.<br />
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Pero la paciencia y la habilidad para el engaño de los lobos no fueron suficientes para hacer que los corderos se creyeran lobos. Hizo falta algo más: el deseo de los corderos de ser lobos.<br />
Después, los lobos fueron devorando a los corderos poco a poco, casi como por accidente. ¿Por qué un lobo se come a otro lobo? Azares del destino. Pero el caso es que los lobos seguían siendo lobos y los corderos, corderos.<br />
Esto ha sucedido en el mundo en los últimos setenta años. Los adinerados, los poderosos han convencido a los proletarios ingenuos de que no son pobres, que no son humildes trabajadores, carne de cañón. Les han hecho creer que son clase media, clase media alta, gente de posición, con posibles, que pueden codearse con ellos e incluso aspirar a compartir los mismos salones.<br />
Nada más patético que un trabajador humilde que se cree que puede entrar en el club de los poderosos. Qué gran trabajo el de las revistas y la televisión con esos reportajes en los que el pobre puede ver a los ricos en sus fiestas, en sus bautizos mostrando la mansión y las telas de sus cortinajes. Incluso inventaron la sociedad de consumo y los pagos a plazos para que los incautos corderos se endeudaran hasta las cejas. Así luego no protestan cuando van al matadero.<br />
En esa estamos ahora, creyendo que somos lobos y que <a href="http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/07/150713_economia_preston_efecto_eurozona_grecia">lo de Grecia no ha sido más que un accidente</a> de una oveja descarriada… perdón, de un lobezno rebelde al que había que devolver al… a la madriguera.<br />
¿No os habéis fijado en el diente afilado de la jefa de la manada, esa matriarca de estricta educación luterana que rige los destinos de la UE como si fuera una mercería? Pues más vale que os vayáis dando cuenta de que no busca una unión de iguales, sino un corralito de víctimas engreídas por el engaño a las que ir sangrando poco a poco o de golpe, según el hambre atrasada que tenga.<br />
Es el enemigo del norte, ese que después de varios intentos fallidos durante el siglo pasado va afinando sus métodos de bestia carnívora. Ahora ya con el beneplácito de esos otros lobos apátridas que solo se guían por la cantidad de litros de sangre que pueden engullir.<br />
Al rebaño solo le queda una alternativa para no perecer devorado: recordar que son simples ovejas y que hay que apretarse las unas contra las otras para aguantar el chaparrón.<br />
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Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-49598474581681186012017-11-19T03:52:00.003+01:002017-11-19T03:52:59.104+01:00NUEVA ORLEANS, 10 AÑOS DESPUÉS DEL KATRINA<h1 style="background-color: white; border: 0px none; color: #333333; font-stretch: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 20px 0px 5px; padding: 0px;">
<span style="color: black;"><strong><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Ha pasado una década y la ciudad se ha puesto en pie y ha recuperado el pulso que quedó interrumpido de pronto por el huracán más devastador que se recuerda.</span></strong></span></h1>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Orleans" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Nueva Orleans</strong> </a>es una ciudad nueva y al mismo tiempo la misma que desde su fundación ha luchado denodadamente contra el agua, el viento, el clima y su propio paisaje.<span id="more-2898"></span></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las cicatrices quedan y se pueden ver fácilmente en muchos puntos de la ciudad, en unos barrios más que en otros, pero la catástrofe la ha robustecido, aun a costa de mil quinientas muertes y millones de dólares en pérdidas.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">He tenido ocasión de visitar Nueva Orleans este mes de agosto, durante una semana, y he podido comprobar el trauma causado por el <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hurac%C3%A1n_Katrina" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Katrina</a></strong>, pero también que, diez años después, es de nuevo una ciudad muy próspera impulsada por sus dos grandes industrias principales: los astilleros del río Misisipi y el turismo. Por ese orden. Dispone de uno de los puertos más grandes de Estados Unidos y los muelles más extensos del mundo, con ochenta kilómetros, la mayoría de ellos en el río Misisipi, el que le da la vida y también la quita de vez en cuando.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tuve la suerte de contar con un guía excepcional, <strong>Juan</strong>, un salvadoreño de 71 años que lleva veinte en la ciudad. Es un ingeniero agrícola que tenía una situación próspera en su país, en la industria azucarera, hasta que se arruinó y se marchó a Estados Unidos con lo puesto, como él dice. Hoy trabaja en una empresa de turismo, atendiendo a los hispanos que visitamos la ciudad, aunque Juan dice que esto para él es un placer y no un trabajo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A bordo de su furgoneta, Juan me enseñó el mapa del desastre y me explicó, con sus grandes conocimientos de la materia, cómo se produjo en desastre del Katrina. Cuenta que la ciudad no se anegó por el desbordamiento del río, ni por la lluvia ni la tormenta del Katrina, <strong>sino por la rotura de los canales que extraen el agua del subsuelo</strong>. Nueva Orleans está construida sobre el descomunal delta del Misisipi, un terreno pantanoso en el que al agua aflora por capilaridad. Para evitar las inundaciones constantes por la elevación continua del nivel freático, se instalaron enormes bombas que sacan el agua del subsuelo y la conducen a grandes canales, algunos de los cuales discurren por encima del nivel del suelo. Los canales desaguan en el lago <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lago_Pontchartrain" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Pontchartrian</strong> </a>y de este, al mar.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo que sucedió con el Katrina es que se rompieron esos canales en algunos puntos, vertiendo millones de litros de agua a las calles, lo que inundó el ochenta por ciento de la ciudad. Según Juan, de no haberse roto los muros de los canales, el Katrina habría pasado como un huracán más, con los daños habituales por el viento huracanado.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las autoridades habían avisado de que se evacuara la ciudad pero no todos hicieron caso.<span style="color: black;"> “¿Cómo dicen ustedes en España eso de que viene el lobo?”</span>, pregunta Juan. Lo habían anunciado tantas veces sin que pasara nada que en esta ocasión la pagaron caro quien ignoraron los avisos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Juan se fue el domingo con su familia y el huracán golpeó el lunes. Pasó dos meses fuera de casa siguiendo las noticias desde un hotel en <strong>Houston</strong>. Lo primero que sorprende en el relato de Juan es la falta de un programa de evacuación de la gente. Él asegura que se evacuaron hospitales, asilos y centros similares, pero no a la gente corriente. <span style="color: black;">“En este país hay que tener carro o no eres nada. Sin carro no puedes tener ni trabajo, a no ser que lo tengas junto a la casa”.</span></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En resumidas cuentas, que quien tenía coche se fue y quien no lo tenía (Juan dice que todos tienen aquí), se quedó.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Otra pregunta que surge es ¿de qué vivió Juan dos meses en un hotel de Houston, sin poder trabajar? Cuenta, sin embargo, que a los pocos días recibió un cheque del Gobierno Federal de 4.800 dólares y poco después, otro por la misma cantidad. Y el día que fue a pagar el hotel le dijeron que ya estaba abonado por el Gobierno. Estos cheques, a fondo perdido, le llegaron porque, siguiendo las recomendaciones del Gobierno, se inscribió en una especie de registro de personas afectadas. Solo tuvo que dar su nombre y el hotel en el que se encontraba.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue la <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Agencia_Federal_para_el_Manejo_de_Emergencias" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Agencia Federal para la Gestión de Emergencias</strong> </a>(FEMA, por sus siglas en inglés) la que adelantó este dinero sin reparar en gastos, quizá porque la Administración de <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/George_W._Bush" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">George W. Bush</a></strong> tenía remordimientos de conciencia por la lentitud con la que actuó.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuenta Juan que cuando la gente se enteró de que “regalaban” dinero, muchos se apuntaron a ese registro, incluso desde fuera de Nueva Orleans. A todos les enviaron un cheque ya que la urgencia no permitía comprobaciones, pero hoy día todos aquellos que cobraron de forma fraudulenta están encausados en procesos penales. El Gobierno trabajó lento pero seguro, sobre todo a la hora de verificar a quién fueron a parar los fondos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El agua dejó aisladas a muchas personas durante varios días, sin agua, ni luz, ni alimentos. Fue esta gente la que asaltó los supermercados, pero, en su opinión, no fue (salvo excepciones) con ánimo de saqueo sino para sobrevivir.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy, diez años después, la ciudad tiene un pulso impresionante, en la que los negocios, la industria y el arte vuelven a vibrar como en cualquiera de las grandes ciudades norteamericanas. Nueva Orleans es un centro de convenciones de gran importancia; tiene muchos museos, dos de ellos de primer nivel, el dedicado a la <a href="http://nationalww2museum.org/?referrer=https://www.google.es/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Segunda Guerra Mundial</a> (en estos astilleros se construyeron la mayoría de las lanchas de desembarco del día D) y <a href="http://noma.org/#100" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">el de Arte (NOMA)</a>; las galerías de arte abarrotan la <strong>Royal street;</strong> los barcos de ruedas que describió <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mark_Twain" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Mark Twain</a></strong> navegan por el río repletos de turistas que cenan entretenidos por bandas de jazz; en los <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Bayou" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><em>bayou</em> </a></strong>(ríos entre los pantanos: <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Swamp" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">swamp</a>)<strong> </strong>se exhiben la fauna de los pantanos: con los aligátor (<em>gators</em>, para los de la casa), garzas, serpientes, nutrias, tortugas…</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero el espectáculo mayor está en las calles, con la proliferación de bandas, músicos ambulantes, intérpretes de esquina y todo tipo de artistas musicales que abarrotan la ciudad, en especial en los barrios francés (<strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Barrio_Franc%C3%A9s_de_Nueva_Orleans" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">French Quarter</a></strong>) y el colindante de <strong>Faubourg Marigny</strong>, también conocido por el nombre de su calle principal, la <strong><a href="http://frenchmenstreetlive.com/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Frenchmen street</a></strong>. Nueva Orleans es la cuna del <strong>jazz</strong> y de <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Armstrong" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Louis Armstrong</a></strong>, nombre que lleva su aeropuerto internacional.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La Frenchmen st. y la <strong><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Bourbon_Street" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Bourbon st</a></strong>. son las calles emblemáticas de la música de la ciudad. La segunda, en pleno barrio francés, más frecuentada por los turistas, es un escaparate de clubes con música en directo, bares, pizzerías y locales para adultos que cada noche se conjuran en perfecta armonía para acoger a todo el mundo. Es fácil ver borrachos tirados en el suelo o gente brindando en los <em>balcony</em> (herencia española) de los garitos. Pero siempre con respeto absoluto al prójimo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tras el Katrina, Nueva Orleans se convirtió en una ciudad violenta, con un incremento brutal de los índices de criminalidad, pero hoy día, diez años después, es una urbe tranquila y también muy vigilada. Dice Juan que el turismo es la segunda industria de NOLA (así la llaman ellos) y las autoridades se preocupan mucho para que no haya delincuencia. También se dice que es peligroso aventurarse solo en los famosos cementerios, incluso Juan me dijo que solo se podían visitar el grupo organizado. Pero yo estuve un domingo por la mañana en el de <strong>Lafayette</strong> y no había el menor peligro.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es cierto que hay muchos <em>homeless</em> (sin techo) que deambulan por las calles, piden limosna o cantan y tocan algún instrumento. Esto es debido, según mi guía, a que muchos de los obreros que acudieron para la reconstrucción, cuando acabaron las obras se quedaron aquí, sin oficio ni beneficio, enganchados a la vida hedonista que supura por cada poro de la ciudad. No en vano también la llaman <em>Big Easy</em>, por su supuesta vida fácil.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nueva Orleans es una ciudad de fuertes contrastes, donde conviven un barrio francés de diseño dieciochesco, con edificios de dos plantas y balcones de rejas de origen español, un centro financiero con rascacielos y un <strong><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Garden_District,_New_Orleans" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">District Garden</a></strong> de cuento de hadas, con mansiones coloniales semejantes a las que vimos en <strong><em><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lo_que_el_viento_se_llev%C3%B3_(pel%C3%ADcula)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Lo que el viento se llevo</a></em></strong>. De hecho, aunque la famosa película transcurría en <strong>Atlanta</strong>, en Nueva Orleans han construido una réplica exacta de la casa de <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Tara_(Lo_que_el_viento_se_llev%C3%B3)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Tara</a></strong>, la plantación del filme.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y todo esto en agosto, en temporada baja, porque el momento cumbre de la Ciudad del Vudú es el <strong><span style="text-decoration-line: underline;"><span style="color: black;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mardi_Gras_en_Nueva_Orleans" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">Mardi Gras</a></span></span></strong>, el martes de carnaval, cuando NOLA se pone realmente del revés.</span></div>
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-58636046038610991702017-11-19T03:48:00.002+01:002017-11-19T03:49:37.313+01:00LOS GUETOS UNIDOS DE SAN FRANCISCO<h1 style="background-color: white; border: 0px none; color: #333333; font-stretch: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 20px 0px 5px; padding: 0px;">
<strong><span style="color: black;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: small;">Decía un profesor mío de la facultad de Periodismo que Estados Unidos podría muy bien llamarse los Guetos Unidos debido a la diversidad de grupos raciales y nacionalidades que conviven allí, perfectamente agrupados por barrios y en gran armonía.</span></span></strong></h1>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">San Francisco es el paradigma de esta concepción de país formado por aluviones de inmigración perfectamente ordenada, colocada en la geografía de la ciudad como contenedores en un barco mercante.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Los barrios chino, japonés, italiano, hispano, el gay, el hippie… allí todo el mundo tiene su espacio perfectamente delimitado. Bueno, como sucede en otras ciudades norteamericanas, uno de los contenedores, el de Chinatown, siempre está abierto para que sus miembros invadan lentamente las calles fronterizas, en este caso las del italiano, que mengua en San Francisco igual que en Nueva York devorados por el empuje amarillo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero san Francisco es mucho más que una acumulación de nacionalidades bien avenidas. Es un una gran ciudad pujante, con una enorme actividad cultural y económica, mimada por el turismo y con un clima envidiable, con temperaturas sin grandes extremos. Tiene toques hípster y un puntito de europea, consciente de su peculiaridad dentro de la gran amalgama que son los Estados Unidos. Y muy cara, aunque merece la pena hacer el esfuerzo por conocerla.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Es una ciudad fácil, pese a su enorme tamaño, con buenos servicios públicos, extraordinaria gastronomía y muy andariega aunque con fatigosas cuestas.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero también es la ciudad de los mendigos. Es fácil verlos deambular por la calle, sin meterse con nadie, con el gesto perdido, ausentes, y a veces, pidiendo. Alguien me dio una explicación que no acabo de creerme sobre la proliferación de gente sin hogar en esta ciudad. Al parecer, la mayoría son toxicómanos a los que el Ayuntamiento les paga quinientos dólares mensuales, cifra que cubre sobradamente sus necesidades vitales, lo que, unido a su clima benigno, provoca un efecto llamada. A cambio de la remuneración, han de someterse a un tratamiento de desintoxicación que los deja como zombis. Ese tratamiento cada vez es más fuerte hasta que acaba con ellos. De ser cierto, sobre lo que tengo muchas dudas, el método sería digno de la Alemania nazi.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero de lo que no cabe duda es de que pese a la gran masa de gente sin hogar que habita en los barrios centrales de San Francisco, no se ven altercados, ni asaltos, ni riñas. El turista puede sentirse seguro pese a que siempre rondan las entradas de los hoteles y puede vérselos agrupados tirados por el suelo en la céntrica <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Market_Street_(San_Francisco)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Market street</a></strong>, los jardines del ayuntamiento o en el borde este del <strong><a href="http://sfrecpark.org/parks-open-spaces/golden-gate-park-guide/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Golden Gate Park</a></strong>, justo en el inicio del barrio hippy, frente al comienzo de <strong><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Haight_Street" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Haight st</a></strong>. No suelen molestar a nadie porque bastante deben tener con sus ensoñaciones, pero el miedo es libre y siempre hay gente de bien asustadiza que siente como una amenaza su sola cercanía.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La minoría más numerosa es la china. Tanto es así que el alcalde, <strong><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Ed_Lee_(politician)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Ed Lee</a></strong>, pertenece a esta comunidad. <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Chinatown_(San_Francisco)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Chinatown</a></strong> es uno de los barrios más visitados, no solo por los turistas, sino por los propios sanfranciscanos de origen chino que viven fuera del gueto. Los sábados por la mañana, los autobuses que circulan por la avenidas <strong>Grant</strong> y <strong>Stockton</strong>, los ejes viarios que vertebran Chinatown, van llenos de gente de raza oriental que acude al gueto con el carro de la compra. Si este barrio es populoso de por sí, el sábado por la mañana está atestado, aunque merece la pena pasearlo con calma y disfrutar observando la enorme actividad comercial que tiene. La calle Grant es la más típica, la más turística, con predominancia de tiendas de regalos, electrónica y demás artículos para los turistas. Stockton es más auténtica, con mercados y tiendas de alimentación de todo tipo, en muchas de las cuales, la sola contemplación de los productos que exhiben en los estantes es fácil que revuelva más de un estómago europeo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Llama la atención en el barrio chino la proliferación de templos de iglesias cristianas, de esas sectas de larguísimos nombres que se extienden por la geografía norteamericana al albur del luteranismo dominante. Naturalmente, estos edificios, encastrados entre restaurantes y tienda de regalos, tienen un diseño oriental que choca al visitante occidental, que tiene otra idea más clásica de lo que es una iglesia cristiana.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Chinatown crece hacia el norte lentamente, comiéndole espacio a <a href="http://www.disfrutasanfrancisco.com/little-italy" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank"><strong>Little Italy</strong>,</a> el barrio italiano, que, como si temiera la invasión amarilla, marca su territorio con banderas tricolores pintadas en las farolas. <strong>Washington Square</strong> es territorio italiano. Allí está la <strong><a href="http://sanfrancisco.ociogo.com/guia/peter-paul-church/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">catedral de San Pedro y San Pablo</a></strong>, el templo católico por excelencia, donde <strong>Marilyn Monroe </strong>y<strong> Joe DiMaggio</strong> se hicieron las fotos después de casarse en el Ayuntamiento de la ciudad. Ambos habían estado casados previamente por la Iglesia por lo que debieron conformarse con una boda ante un juez y las fotos en la puerta de la catedral.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero este es también el lugar favorito de los chinos, omnipresentes chinos, para practicar <em>tai-chi</em>. A todas horas puede vérselos, organizados en escuadrones uniformados con chándal, practicando su ejercicio favorito al ritmo de sones orientales salidos de un aparato de música que colocan en alguna de las esquinas de la plaza, ante la mirada indiferente de los <em>homeless</em>, que también abundan por aquí reivindicando su condición de paradójico gueto sin territorio en el que asentarse, expandidos por toda la ciudad, con predilección por las zonas verdes que les sirvan de acomodo para pasar la noche o sestear al sol.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En el <strong><a href="http://www.disfrutasanfrancisco.com/haight-ashbury" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">barrio Hippie</a></strong> hay de todo. Desde auténticos restos vivientes de los años sesenta y setenta, que se mantienen cual dinosaurios fuera de tiempo, hasta los nuevos aspirantes que subsisten vendiendo todo tipo de artesanía, pasando por los hippies de pega, esos que se colocan los atuendos pertinentes para <em>hacer la calle</em> hasta el límite de <strong>Masonic Avenue</strong>, y luego regresar a sus casas como el que vuelve del trabajo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Castro_(San_Francisco)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">barrio gay, Castro</a></strong>, cada día más próspero y relevante, es uno de los mejor organizados. Se agrupa en torno a la calle Castro, con su histórico teatro del mismo nombre y la tienda de fotografía del activista por los derechos de los homosexuales <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Harvey_Milk" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Harvey Milk</a></strong>, hoy convertida en centro de actividades culturales. A la salida del Metro de Castro es posible encontrarse con una mesa informativa, en la que algunos voluntarios informan de las excelencias del barrio, los lugares visitables y los rincones más bellos. No perderse los curiosos pasos de cebra pintados con los colores arco iris de la bandera homosexual.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Casi colindante con este gueto del mundo gay está <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mission_District_(San_Francisco)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Mission District,</a></strong> el barrio hispano, uno de los más populosos y bullangueros de San Francisco, construido alrededor de la misión patrocinada por <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jun%C3%ADpero_Serra" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">fray Junípero Serra</a></strong> (recientemente canonizado por el papa Francisco), conocida hoy como <strong><a href="http://missiondolores.org/old-mission/visitor.html" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Misión Dolores</a></strong> y que se mantiene en pie desde su construcción, 1776, y que resistió incluso al terremoto de 1906. No obstante, la misión, llamada de San Francisco de Asís, fue fundada por dos franciscanos que llegaron en descubierta con el explorador español <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Joaqu%C3%ADn_Moraga" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">José Joaquín de Moraga</a></strong>, cuyo cuerpo reposa hoy en el lugar principal de la capilla.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En el barrio hispano, además de pasear por sus calles, de indudable sabor latino, no hay que perderse el<strong> Dolores Park</strong>, la misión que da nombre al lugar y los murales o grafitis del <strong><a href="http://missionlocal.org/2012/10/el-callejon-clarion-cumple-20-anos/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">callejón Clarion</a></strong>, donde los artistas locales han dejado en las paredes constancia de su indudable arte con el spray.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Japantown_(San_Francisco)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Japantown</a></strong>, más al norte, es un gueto más recogido y reconcentrado, más</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">propio del carácter japonés. Pequeño pero de indudable interés, hay que detenerse un rato en la <strong>Pagoda de la Paz</strong>, un regalo de <strong>Osaka</strong>, y a derecha e izquierda, centros comerciales muy particulares con muchos restaurantes donde tomar <em>sushi</em> a buen precio.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero los guetos no son más que una parte, y no la más grande, de San Francisco. Los barrios están enhebrados por otro conglomerado de lugares y monumentos que conforman un todo espectacular que convierten la ciudad en una de las más interesantes de visitar en Estados Unidos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">No olvidemos el archiconocido y siempre brumoso <strong><a href="http://www.goldengatebridge.org/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">puente Golden Gate</a></strong>, que no es el más largo de la bahía, precisamente, y al que es tradición acudir en bicicleta alquilada; la impresionante <strong><a href="http://www.nps.gov/alca/index.htm" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Roca de Alcatraz</a></strong>, presidio en el que estuvo encerrado Al Capone y hoy convertido en un museo que es uno de los principales reclamos turístico; <strong>los muelles,</strong> con el famoso <a href="http://www.pier39.com/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank"><strong>Pier 39</strong>,</a>con su infinidad de restaurantes y sus plataformas flotantes para los leones marinos; el <strong>distrito financiero</strong> en el que destaca el rascacielos más alto de la ciudad, el<a href="http://www.pyramidcenter.com/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank"> <strong>Transamerican Pyramid</strong></a>, visible desde casi cualquier punto; las calles cuajadas de galerías de arte; los museos, como el <strong><a href="http://deyoung.famsf.org/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">De Young</a></strong>; el <strong>parque Golden Gate</strong> con su espectacular <strong><a href="http://www.sfbotanicalgarden.org/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Jardín Botánico</a></strong>; las famosas colinas <strong><a href="http://sfrecpark.org/destination/twin-peaks/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Twin Peaks</a></strong>, el punto más elevado de la ciudad desde donde es posible contemplar bellas panorámicas, o <strong><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Lombard_Street_(San_Francisco)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Lombard street</a></strong>, la famosa calle en cuesta haciendo zigzag en la que hasta los conductores de los coches que bajan van haciendo fotografías.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En suma, una ciudad para pasear y para descubrir, no para contarla. Y recuerda, si no subes en un tranvía (no es necesario que lo hagas en el carísimo -7$- y turistico<a href="http://www.disfrutasanfrancisco.com/cable-car" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank"> cable car</a>) y no pruebas los <em>crabcakes</em> (en <a href="http://www.scomas.com/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;" target="_blank">Scomas</a>, sin duda alguna), no has estado en San Francisco.</span></div>
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-64294977792999804102017-11-19T03:46:00.000+01:002017-11-19T03:50:05.582+01:00DIEZ RAZONES PARA VISITAR NUEVA ORLEANS<h1>
<strong><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: small;"><a href="http://www.amazon.es/gp/product/B01EAZN2M8?ie=UTF8&camp=3626&creativeASIN=B01EAZN2M8&linkCode=xm2&tag=galvan-21">Nueva Orleans </a>es una de las ciudades más fascinantes del mundo y también de las más turísticas de Estados Unidos, pero resulta bastante desconocida para los españoles.</span></strong></h1>
<br />
<strong><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Estas son diez buenas razones para visitarla aunque no precisamente por el mismo orden:</span></strong><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>1.- Por su música</strong>. Aquí nació el<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jazz"> jazz </a>y es la ciudad natal de<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Armstrong"> Louis Armstrong</a> aunque el famoso músico no está considerado el creador de este tipo de música. En Nueva Orleans, la música se vive en cada rincón de la ciudad a todas horas y está cuajada de locales con música en directo de todo tipo, como el <a href="http://www.tipitinas.com/">Tipitina's</a>, el <a href="http://bluenilelive.com/">Blue Nile</a> o el <a href="https://www.preservationhall.com/">Preservation Hall</a>. La música está en el ADN de la ciudad.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>2.- El Barrio Francés <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Barrio_Franc%C3%A9s_de_Nueva_Orleans">(French Quarter)</a>.-</strong> Es el núcleo central de la ciudad, donde nació en 1717, pero, aunque parezca un contrasentido, el barrio francés es español en realidad. Sus edificios y sus típicas balconadas son obra hispana ya que se construyeron en la época de dominio español, entre 1766 y 1804, después de que varios incendios destruyeran el barrio original, alzado básicamente en madera. También es de origen español la catedral, el presbiterio, el cabildo y otros edificios importantes.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>3.- El <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Garden_District,_New_Orleans">Garden District</a>.</strong> Rivaliza en belleza con el barrio francés.- Está formado por lujosas mansiones en su mayoría del siglo XIX, muchas de ellas anteriores a la Guerra de Secesión, de indudable sabor colonial.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>4.- Una <a href="http://www.steamboatnatchez.com/">cena con orquesta de jazz en un barco de palas por el río Misisip</a>i.-</strong> Navegar por el legendario río Misisipi en un barco impulsado por palas de aquellos que describió Mark Twain en sus novelas es una experiencia inolvidable. Si, además, se disfruta de una cena criolla amenizada con una orquesta de jazz o ragtime, las sensaciones alcanzarán la categoría de sublime.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>5.- <a href="http://www.neworleansonline.com/neworleans/attractions/cemeteries.html">Sus cementerios.</a>-</strong> La situación de Nueva Orleans, en el fangoso delta del Misisipi y en algunas zonas bajo el nivel del mar, hacía que en ocasiones el agua subiera y desenterrara los cadáveres, creando no solo un problema de salubridad, sino también un impacto psicológico y emocional muy fuerte en la población. Por ello, en tiempo de la colonia española se ordenó que las inhumaciones se hicieran sobre piedra, en nichos o criptas, nunca bajo tierra. Ello dio origen a cementerios muy particulares a los que el vudú y las prácticas mágicas llegadas de Haití a partir de 1804 les dieron un aire fantasmagórico que aún persiste. Los cementerios de San Luis y Lafayette son de visita obligada.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>6.-<a href="http://www.jeanlafitteswamptour.com/"> Visitar los bayou y los pantanos</a> para ver aligators.</strong>- El delta del Misisipi es una red de canales, ríos y pantanos de miles de kilómetros cuadrados que fue nido de piratas y ahora es el paraíso de una variada fauna, en especial de reptiles y aves. El rey es, sin duda, el aligator o caimán del Misisipi, atracción que no defrauda a los turistas que se embarcan para verlos en su medio natural.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>7.- El<a href="http://www.nationalww2museum.org/?referrer=https://www.google.es/"> Museo de la Segunda Guerra Mundia</a>l.-</strong> En los muelles del río Misisipi, los más extensos del mundo, se construyó el 93 por ciento de las 14.000 lanchas de desembarco que se usaron el 6 de junio de 1944 en el desembarco de Normandía, el famoso día D. Por eso el más grande museo de la Segunda Guerra Mundial se instaló aquí por decisión expresa del presidente Eisenhower.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>8.- La gastronomía.-</strong> La cocina de Nueva Orleans es la más variada de los Estados Unidos al conjugar los platos de culturas tan importantes en este campo con la francesa, la española, la norteamericana y la caribeña. La cocina cajún y la criolla es de una exquisitez digna de los mejores paladares. Aquí está uno de los restaurantes más importantes del país: <a href="http://www.commanderspalace.com/">Commander’s Palace</a>.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>9.- El vudú y las historias de fantasmas.-</strong> <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Vud%C3%BA">El vudú</a> llegó a Nueva Orleans procedente de Haití hacia 1804 con los exiliados de la revolución de los esclavos negros liderada por Jean Baptiste. La nueva religión arraigó entre la población de color de la ciudad y aún hoy, dos siglos después, sigue viva. Figura destacada es la denominada reina del vudú <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marie_Laveau">Marie Laveau</a>, una mujer cuya tumba, en el cementerio de San Luis, es visitada todavía por sus adeptos. Quizá debido a esta afición de sus gentes por lo mágico y sobrenatural sean debidas también las historias de fantasmas que perviven en el imaginario popular, entre ellas algunas relacionadas con algún monje español.</span><br />
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<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><strong>10.- Su Carnaval. <a href="http://www.mardigrasneworleans.com/">El Mardi Gras</a>.-</strong> Por supuesto, el gran carnaval de Nueva Orleans y principal atracción turística de la ciudad. De hecho, la temporada alta aquí no es en verano, como en el resto de los Estados Unidos, sino en época de carnaval. Es un espectáculo sin igual asistir a los desfiles de las comparsas y el ambiente lúdico en el que se sumerge Nueva Orleans durante esta fiesta, la más esperada por sus gentes.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Todas estas razones y muchas otras se encuentran en mi guía de viaje <a href="http://www.amazon.es/gp/product/B01EAZN2M8?ie=UTF8&camp=3626&creativeASIN=B01EAZN2M8&linkCode=xm2&tag=galvan-21"><span style="color: black;"><em><strong>Nueva Orleans. The Big Easy,</strong></em></span></a> que está en la librería de Amazon.</span><br />
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<br />Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-20627147218879942042017-11-19T03:30:00.002+01:002017-11-19T03:53:49.546+01:00JAPÓN, LA OBSESIÓN POR EL TRABAJO, LA HIGIENE Y LA PRECISIÓN<h1 style="background-color: white; border: 0px none; color: #333333; font-stretch: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 20px 0px 5px; padding: 0px;">
<span style="color: black; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;"><strong>Si a usted le invitan a una boda en Japón, no le extrañe que, en la mesa nupcial, en lugar preferente, por delante de la familia de los novios, esté el jefe de alguno de los contrayentes, preferiblemente de él. Y que a los postres tome la palabra para hacer una loa de su empleado más eficiente.</strong></span></h1>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">Porque el trabajo es lo más importante en la vida de los japoneses y la empresa, una gran familia a la que no se puede defraudar. De hecho, es habitual que la semana de vacaciones pagadas que tienen al año (sí, solo siete días) no se la tomen nunca por «el qué dirán» de los compañeros. Tampoco se negarán a ir de copas para emborracharse con el jefe al terminar la jornada laboral. No saben decir que no, y menos si se lo pide el jefe. Con la curda acuestas reemprenderán el regreso a casa, una o dos horas de metro o tren dios mediante. Si no les compensa regresar a dormir a su domicilio, pueden quedarse en alguno de los hoteles cápsula que por el módico precio de 50 € abundan en las grandes ciudades niponas. Los hoteles cápsula son una especie de nichos en los que se puede dormir cómodamente y de paso se tiene la sensación de que has sido almacenado como un robo obrero a la espera de que vuelva a abrir la fábrica.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">El Gobierno procura que los 14 días festivos que tiene el país a lo largo del año caigan en viernes para que los sufridos <em>salaryman</em> puedan disfrutar de tres días seguidos de asueto.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">Es probable que esos días libres que rehúsan tomarse por no ser mirado mal por los compañeros, sirvan para cubrir los días de baja cuando la enfermedad se presenta. La sanidad es privada, el seguro cuesta unos 300 € mensuales y cuando van al hospital han de pagar el 30% del costo y las medicinas.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">Apenas tiene paro. Hay empleo para todos. La cifra del 3% de desempleo que figura en las estadísticas oficiales, dicen, no es real, porque una parte importante de esos trabajadores no están en paro sino en trámite de cambiar de empleo. Un joven que se incorpora por primera vez al mercado de trabajo en una empresa mediana cobra unos 1.800 € el primer mes y tiene muchas posibilidades de haber doblado esos emolumentos al cabo de diez años de trabajo. Aunque es cierto que también hay mucho trabajo temporal para estudiantes y jóvenes que solo quieren sacarse algo para sus gastos. Es habitual que las tiendas tengan en la puerta a jovencitas pregonando con voz aflautada las excelencias de sus productos, desde heladerías hasta tiendas de manga.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">Con estos mimbres no es extraño que Japón se transformara en una gran potencia cuando se abrió al mundo a finales del XIX y que se recuperara de forma tan milagrosa tras la derrota de la Segunda Guerra Mundial hasta convertirse, hoy, en la tercera economía del planeta.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">Las calles de las grandes ciudades, incluida la capital, Tokio, la urbe más poblada de la Tierra, están limpias como la patena a pesar de que no hay papeleras. Al contrario que en España, si no encuentran dónde depositar un papel o una botella, se la llevan a casa. Jamás tiran nada al suelo. «La basura, en casa», reza un dicho del país. Los residuos urbanos se recogen en días determinados, que son el momento en el que el ciudadano ha de sacar su bolsa de basura a la calle: los lunes los plásticos, los miércoles, la materia orgánica… Nada se desperdicia y después de el pertinente reciclado, los desechos sirven para construir (o ampliar) islas artificiales, como la moderna Odaiba, frente a Tokio.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">El país funciona como un reloj gracias a sus modernas infraestructuras de transporte. El tren bala recorre el país de norte a sur a casi 300 kilómetros por hora y con una frecuencia de paso de tres minutos. El metro y el tren metropolitano son de una eficiencia y puntualidad inigualable en Europa. Exigencias necesarias para mover una masa humana enorme que se concentra en las grandes ciudades, ya que el 70% del territorio es montañoso e inhabitado.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">Destaca también el relativismo religioso fruto de sus creencias ancestrales, basadas en el sintoísmo, una especie de animismo con gran carga simbólica, que fue enriquecido después por el budismo que penetró desde China.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">Hoy día, los japoneses, muy supersticiosos, apenas distinguen entre las dos religiones, cuyos ritos y liturgias se entremezclan y conviven de forma ejemplar. Aunque los templos budistas están separados de los santuarios sintoístas, es fácil encontrarlos muy cerca, pegados incluso. Un dicho asegura que los japoneses nacen sintoístas y mueren budistas (les gustan más estos ritos funerarios), aunque se casan como cristianos. En realidad, estas bodas son una pantomima ya que la mayoría de las veces (en un país con solo el 1% de población cristiana) el cura es un tipo disfrazado.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;">De modo, que ya lo sabe, en esa boda a la que asista, deberá agasajar al jefe de la pareja, pero no termine de fiarse del sacerdote.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: small;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<br /></div>
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-69695074492384653512017-11-19T03:23:00.001+01:002017-11-19T03:34:44.076+01:00CUANDO EL MUNDO NOS PREGUNTA: ¿QUÉ MÁS QUERÉIS?<h1 style="background-color: white; border: 0px none; color: #333333; font-family: "pontano sans", arial, sans-serif; font-stretch: normal; font-weight: normal; line-height: normal; margin: 20px 0px 5px; padding: 0px;">
<span style="color: black; font-size: small;"><strong>Como dijo un afamado dramaturgo, “en el teatro cualquier cosa puede servir para cualquier cosa”.*</strong></span></h1>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">Eso es lo que sucede con <a href="https://www.entradasinaem.es/FichaEspectaculo.aspx?id=1&idEspectaculo=185" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><em><strong>La cocina</strong></em></a>, la obra de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Arnold_Wesker" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Arnold Wesker</strong></a> que el <strong>Centro Dramático Nacional</strong> pone en escena en el <strong>Teatro Valle-Inclán</strong>, en la que la cocina de un restaurante para un millar de comensales simboliza el mundo y sus miserias en una época crucial para la humanidad: la posguerra de los años cincuenta.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">En esa cocina, que el autor ubica en Londres, trabajan cocineros, camareros, pinches, reposteros y demás oficios de la restauración, pertenecientes a varios países (Inglaterra, Irlanda, Francia, Alemania, Grecia, Chipre, Italia…) en una especie de trasunto del mundo y sus nacionalidades.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">Aunque está ambientada en 1953, <em>La cocina</em> se convierte en una alegoría de lo que fue Europa en vísperas de la II Guerra Mundial, un avispero de intereses que desembocaron en el conflicto bélico.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">La obra, pese a ser coral con un elenco de 26 actores de primer orden, se fija especialmente en la relación sentimental entre un cocinero alemán (<a href="http://xabiermurua.com/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Xabier Murua</strong>)</a> y una camarera francesa (<a href="http://www.silviaabascal.com/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Silvia Abascal</strong></a>), que a lo largo del espectáculo (una jornada en el restaurante con su comida y su cena) se enfadan y reconcilian cinco veces, hasta el desenlace que todos podíamos imaginar.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">Al final, es el dueño del restaurante (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Zahera" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Luis Zahera</strong></a>), un decrépito italiano con aspecto de capo de la Camorra napolitana que se nos presenta como un explotador, el que regaña a sus trabajadores con una paternalista filípica que culmina con un <strong><em>¿Qué más queréis?</em> </strong>que repite varias veces hasta que se apagan las luces. Es el mundo que nos abronca por nuestras ambiciones incongruentes y nuestro egoísmo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">De telón de fondo de la acción en el restaurante, el <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Acuerdo_de_Londres_de_1953_sobre_la_deuda_alemana" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;">acuerdo internacional suscrito en 1953 </a>para condonar la deuda de una Alemania arruinada y derrotada, causante de dos guerras mundiales. Recomiendo especialmente la obra a <strong>Angela Merkel</strong> y a todos aquellos que atornillan a Grecia, por ejemplo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">En cuanto la puesta en escena, es una de las más complicadas y espectaculares que pueden verse hoy en día en los teatros españoles. Concebida como espectáculo circular (el público rodea el escenario) gracias a la versatilidad del Valle-Inclán, 26 actores de las 17 comunidades españolas interactúan sin parar por todo el espacio escénico sin que ninguno de ellos se encuentre nunca con tiempos muertos. La labor del equipo artístico y de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Sergio_Peris-Mencheta" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Sergio Peris Mencheta</strong></a>, autor de la versión y director, es sobresaliente al haber sabido conjungar a tantos actores al mismo tiempo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">Además, durante la obra se producen dos peculiares <a href="http://www.minutouno.com/notas/1522593-el-mannequin-challenge-mas-hot-que-explota-youtube" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong><em>mannequin challenge</em></strong></a>, esa práctica que hace furor ahora en internet que consiste en grabar un vídeo con todos los personajes completamente parados, como si fueran estatuas.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">En <em>La cocina</em> no se trata de un <em>mannequin</em> total. La acción de repente se pone a cámara lenta o casi detenida, con los actores prácticamente inmóviles. Cada uno de los <em>mannequin</em> tiene objetivo muy diferente. En uno de ellos podemos contemplar con claridad <em>la cobra</em> que, sin ser Chenoa ni Bisbal, le hace la camarera francesa al cocinero alemán, acto que hubiera pasado desapercibido para muchos espectadores en el maremágnum de una cocina a pleno rendimiento.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">El otro es el choque entre el mozo chipriota (<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_G%C3%B3mez_(actor)" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Ricardo Gómez</strong></a>) y una camarera, que acaba con todos los platos de sopa por el suelo. El momento es espectacular porque la escena se detiene justo cuando ambos empleados contactan y se mantiene estática durante varios segundos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<span style="font-size: medium;">El momento culminante de la obra, sin embargo, desde el punto de vista escénico, es la hora punta de la comida, con los 26 actores cruzándose, corriendo, llevando platos, fregando, encargando las comandas, gritando el <em>¡Oído cocina! </em>bajo la dirección de un chef (<a href="http://www.robertoalvarez.com/" style="color: #2582c1; text-decoration-line: none;"><strong>Roberto Álvarez</strong></a>) bastante pasota. El espectador, además de admirar la increíble coreografía, puede volverse loco si quiere verlo todo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<div style="color: #2c2b2b; font-family: arial;">
<span style="font-size: medium;">Dos horas y cuarto de espectáculo -en el que no faltan números musicales- que se hace corto si no fuera por la dureza de las sillas plegables del teatro, que son capaces de aplanar el más mullido de los traseros.</span><br />
<br /></div>
<div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" gesture="media" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/kY47wRrkZk0" width="560"></iframe>
</div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; font-size: 12px; margin-top: 10px; padding: 0px;">
*En realidad, la frase es mía pero queda más elegante si se cita a un clásico.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px none; color: #2c2b2b; font-family: arial; font-size: 12px; margin-top: 10px; padding: 0px;">
<br /></div>
Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-773967903711346359.post-69547186309284160932017-10-08T02:52:00.001+02:002017-10-08T02:52:14.495+02:00MAIKO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Zk37_KLdUZfRr0LRXTWp8_yMSZw56xjcLg5ooWGjdenmAX7Dd6ua2cCMVNoZq7X4Tdn_wT9mkOb6tSY6FeoQynZTCA60Ej4d8oT8bz-4HRhLXYyzE5uk_rtPaDRsCwWNhUAkji7UtQ4/s1600/maiko.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5Zk37_KLdUZfRr0LRXTWp8_yMSZw56xjcLg5ooWGjdenmAX7Dd6ua2cCMVNoZq7X4Tdn_wT9mkOb6tSY6FeoQynZTCA60Ej4d8oT8bz-4HRhLXYyzE5uk_rtPaDRsCwWNhUAkji7UtQ4/s400/maiko.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #1d2129; display: inline !important; float: none; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #1d2129; display: inline !important; float: none; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: #1d2129; display: inline !important; float: none; font-family: Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 14px; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;">Una maiko, aprendiz de geisha, en plena danza. Kioto (Japón) 2016</span></div>
<br />Francisco Galvánhttp://www.blogger.com/profile/01278669311502882549noreply@blogger.com0